❧ Capítulo 16: Alcances y Balances ☙

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Nota de la autora

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Nota de la autora

Este capítulo tiene varias versiones, ninguna me convencía, y de ahí la demora en actualizar. Pero, como ya ha transcurrido varias semanas, pues les dejo esta sin más. Si hay algunas ediciones ya lo haré a futuro, que quiero continuar con lo que sigue, porque sino no habrá cuándo publique un nuevo capítulo y extraño a mis bebés. 

Por último, este capítulo tiene que ver mucho con la portada de esta historia, que es la de una chica abrazando a Rodrigo por la espalda. Pedí ayuda en mi fb, y varias chicas me enviaron imágenes. Gracias a todas ellas. Al final, lastimosamente, solo pude escoger a una.

Sin más, los dejo con la lectura ;)

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El viento de los pajarillos, que pugnaban por dormir, se escuchaba en el recinto. El ruido del claxon de los coches de la lejana avenida, sonando con insistencia debido a la hora punta, se mezclaba a lo lejos con los gimoteos cercanos.

La luz de la luna, que se comenzaba a colar con todo el esplendor en la oscuridad de la enfermería, era suficiente para iluminar la oscuridad de la enfermería. El brillo que brindaba era el preciso y suficiente para que aquellas almas se miraran con devoción y con pasión.

Por un corto tiempo, de segundos para muchos, de eternidad para ellos, Aira y Rodrigo se miraron sin decir nada con palabras. Parecía un duelo implícito entre ellos, impuesto solo por la cicatrización de sus heridas, el regreso de la cercanía de quien les erizaba los vellos y la vuelta de la confianza mutua que necesitaban.

No obstante, aún en el más justo de los duelos, uno debía ganar y el otro perder, aunque en sus corazones ambos se coronaran como vencedores. De manera lenta Aira, finalmente, decidió ceder su puesto y sonreír... en una sonrisa que fue acompañada por la de él.

Rodrigo, después de mucho tiempo se dio cuenta de que le gustaba sonreír... y solo porque ella le motivaba a hacerlo.

Se vio envuelto en un círculo inexplicable; aquel que iniciaba desde las armonías de sus perdones, luego se ampliaba con el dibujo que trazaban sus besos sobre sus labios al tiempo que acomodaba uno de sus mechones, para, finalmente, terminar el trazo por el intenso latido de sus sincronizados corazones.

—¿Qué? —le preguntó ella con timidez cuando vio esa sincera y amplia sonrisa en su rostro.

—Nada. —Se encogió de hombros—. ¿Por qué preguntas? —Alzó la ceja.

—No sé... —Se volvió a acomodar el flequillo—. Creo que nunca te había visto sonreír tanto.

—¿Eh?

Iba a añadir algo más, pero el sonido de hambre del estómago de Aira se escuchó en todo el ambiente.

No había probado mayor alimento desde el desayuno. Dado todo el trajín y nervios previos a su actuación, sumados a las náuseas que experimentó por los mismos, había visto conveniente aguardar a que esta terminara para comer algo. Sin embargo, debido a cómo se habían dado las cosas y las horas transcurridas, sumado al relajo total que experimentaba en ese instante, el hambre volvió y ahora sí con fuerza para recordarle que la apremiaba.

Sincronías y Armonías [Saga Ansías 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora