- ¡N-NO ESTOY CELOSA!. - Levanto la voz casi histérica la castaña.

- No tienes porque preocuparte, no creo que tenga que explicarte que te amo solo a ti. - Le respondió la rubia abrazándola con todas sus fuerzas, aun sabiendo que no podían mostrar este tipo de afecto en los pasillos

- Lo siento Diana, soy una tonta.

- Si, pero eres mi tonta.

Ambas sonrieron, cortando el abrazo y despidiéndose. Diana camino deprisa hasta la dirección, no quería llegar tarde.
Ser una Cavendish le daban ciertos privilegios en la academia, como poder ingresar a la dirección sin pedir autorización o esperar afuera, la directora confiaba ciegamente en ella, era el deseo de la mayor que la joven heredera se hiciera cargo de la academia en un futuro aunque aun no se lo hubiera expresado, así que se podría decir que esta hacia lo posible para que la joven brujita de pelo rubio "se sintiese cómoda en su futuro lugar".

- Diana, te estábamos esperando - Saludo alegremente la mayor acompañada de una joven brujita de anteojos y pelo blanco.

- Directora, lamento llegar tarde.

- Llegas justo a tiempo, te presento a Judith Gringell - la pequeña brujita hizo una reverencia algo nerviosa ante la rubia - Seras su tutora, la joven Gringell es muy buena en pociones y magia moderna, pero al igual que cierta brujita que conocemos, se le dificulta volar y la magia avanzada.

- Hola Judith, es un placer conocerte - Saludo la rubia con una sonrisa en su rostro.

- El placer es mio señorita Cavendish - Respondió nerviosa y toda roja la brujita.

- Bueno, señorita Gringell queda en unas excelente manos.

Ambas brujitas se despidieron de la mayor y se dirigieron a la biblioteca, donde Diana pensaba comenzar sus clases.

- Dime Judith ¿Provienes de una familia de brujas antigua verdad?.

La pequeña miro sorprendida a su tutora - No lo se, ¿Por que?.

- Tu pelo, las primeras familias mágicas tenían el pelo del mismo color que el tuyo, al igual que los Cavendish, el color de nuestro pelo trasciende generaciones y es algo distintivo.

- En verdad no lo sabia.

- ¿No lo sabias? ¿Tu familia nunca te lo explico?.

- Bu-Bueno, es que mis padres me adoptaron cuando era pequeña, no conozco a mi verdadera familia.

La rubia no pudo evitar sentir una punzada en su estomago al haber preguntado algo que no debía.

- Perdona Judith, no quería incomodarte.

- No esta bien señorita Cavendish, usted no lo sabia, ademas no me incomoda.

- Judith, puedes decirme Diana, no debes ser tan formal conmigo.

 - ¡Diana! ¿Como estas? - Saludo Avery en la entrada de la biblioteca - ¿Y este pequeño elfo? - Pregunto burlona ante la extraña presencia de la menor.

- Es Judith, soy su tutora y no es un elfo Avery.

- Solo era un chiste, no tienes que poner esa cara de amargada Diana. ¿Eres de primero verdad?.

- Oh, si, si, empece este año.

- Que bueno. Te toco una muy buena tutora, Diana es excelente en todo, aunque no escogiendo pareja - Susurro esto ultimo a los oídos de la menor.

- ¡A-Avery te estoy escuchando!.

Mientras tanto en el comedor, la castaña llegaba para sentarse con sus compañeras.

- ¿Y Diana, enana? Se dio cuenta que eras un caso perdido y te dejo.

- Ja ja ja Amanda, no, la directora la asigno como tutora de una alumna de primero.

- Oh, deberías preocuparte enana, carne fresca para Diana.

- Q-Que, ¿Que insinuás?.

- Akko, tu novia estará sola todas las tardes con otra chica, probablemente mas linda que tu y de primero, es muy tentador - Comento Hannah burlona.

- E-Ella solo va a ayudarla a estudiar - Respondía enojada la castaña - Son mis amigas no deberían decirme esto.

- Somos tu amigas, por eso te abrimos los ojos Akko. Quien sabe, tal vez en este momento ya están besándose. - La castaña estaba aun mas molesta viendo los gestos que hacia Amanda.

Susy solo las observaba sin poder contener la risa por la cara indignada de Akko.

- Su-Susy ¿Por que no les dices nada? - La increpo la castaña.

- ¿Yo? Por que lo haría, yo no soy la que esta insegura.

- Yo, Yo no estoy insegura - Grito ya furiosa la brujita japonesa levantándose de la mesa.

Sus amigas no podían parar de reír, hasta que se dieron cuenta que ya no estaban con ella.

- ¿Se fue? - Pregunto tomándose el estomago Amanda, controlando su risa.

- Si, creo que nos pasamos - Comento apenada Hannah.

- No creo que haga alguna locura - Agrego Jasminka.

- Mmmm... Si Diana pregunta, nosotras no le dijimos nada.

- Si - Contestaron todas juntas.



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