❧ Capítulo 22: Trivialidades y Regalos [Segunda Parte]☙

Start from the beginning
                                    

—¿Qué significa ese apodo? —dijo, contemplándola directamente a los ojos.

Aira levantó la ceja, entretenida.

—¿En serio quieres que te lo diga?

—Te estás riendo y no sé debido a qué... —Sobó con fruición sus caderas—. Ya me dio curiosidad. Vamos, dímelo.

No pudo evitar volver a reírse al ver el gesto de ingenuidad con el que la miraba.

—Ocurre que... —Levantó el rostro. La contemplaba con expectación. Le parecía un niño a punto de ser regañado por su maestra. Era un cuadro irónico, dada su relación actual—. Estás muy intenso, ¿bien? Pero eso no es lo más importante, sino... ¿Cómo nos cuidaremos a partir de ahora?

—¿Eh?

—¿Qué es lo que estamos haciendo? —Agachó la cabeza y sonrió, nerviosa, al saberse unida a él—. ¡Rodri, no quiero quedar embarazada! —dijo con pánico.

—¡¿AH?! —Hizo una mueca de fastidio.

—¿Acaso me tengo que tomar otra pastilla después? Es que no sé muy bien cómo son estas cosas, ¿ok? Solo quiero saber que nos estamos cuidando... yo...

Iba a agregar algo más, pero un nudo en su garganta se lo impidió. La miró con ojos inquisitivos, expectantes por lo siguiente que quería decir. Ella solo volteó su rostro, imposibilitada de continuar.

Al darse cuenta a qué se refería, él decidió completar lo que ella quería formular.

—¡Nos estamos cuidando, Aira! No sería tan irresponsable, menos contigo. —Él frunció el ceño—. ¿Acaso no lo notaste?

—¿Ah? —Meneó la cabeza.

—¡Me estoy cuidando ahora!

—¿Y en qué momento? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¡Que no me di cuenta!

—Cuando tenías los ojos cerrados. Estabas chillando porque te estaba besando aquí —bajó su mano y tocó su clítoris, provocando que todo su cuerpo se electrizara—. Y yo, bueno... aproveché y...

—Okeeeey —dijo poco convencida—, sí... pero... yo... no sé...

El hizo un gesto de fastidio.

—¡Observa! —le ordenó.

Ella obedeció. Bajó la vista y se dio cuenta a qué se refería.

—Ahhhh.

—Ahhhh. —Él rodó los ojos y frunció el entrecejo. Resopló profundo, con un gesto de fastidio—. Esta charla me está desconcentrando —dijo, separándose de ella.

La adolescente no supo qué agregar. Sonrió con nerviosismo al tiempo que observaba cómo Rodrigo se rascaba la cabeza, pensativo.

Hubo un momento de tensa espera. Cuando quiso sincerarse, confesarle todos sus temores, aquellos que en su oportunidad no había podido expresar en el parque, algo dentro de su garganta volvió a apretujarla.

Pasó saliva para armarse de valor. Quiso intentar volver a bromear, explicarle el apodo que le había puesto para así alivianar la tensión. Sin embargo, no fue necesario, él se le adelantó:

—Considero que sería buena idea decidir a partir de ahora cómo nos cuidaremos —agregó con la cabeza ladeada, sonriendo entre avergonzado y nervioso—. Digo, para que te sientas más segura.

Se acercó hacia ella y acomodó uno de sus flequillos detrás de su oreja, sonriéndole. Ella le correspondió su gesto.

—Quiero que te sientas segura conmigo, Aira.

Sincronías y Armonías [Saga Ansías 3]Where stories live. Discover now