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La madre de Archibald era bonita y joven, cuando los veías juntos parecía su hermana mayor, sin embargo ella era de cuerpo menudo y daba la impresión de ser muy pequeña cuando estaba al lado de su hijo

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La madre de Archibald era bonita y joven, cuando los veías juntos parecía su hermana mayor, sin embargo ella era de cuerpo menudo y daba la impresión de ser muy pequeña cuando estaba al lado de su hijo. Darla frunció el ceño cuando la mujer se subió a un modelo de camioneta que ya tenía algunos años, el vehículo era grande, sin embargo la mujer podía manejarlo sin problemas gracias a los asientos ajustables.

Clarissa Noble comenzó a hablar como un torbellino en cuanto vio a su hijo y apenas se detuvo en todo el trayecto, durante ese tiempo Darla la observó a detalle.

Había una costumbre que heredó de sus padres y que tenía tan internalizada que le costaba trabajo ser consiente de ello: cada vez que conocía a alguien nuevo observaba su ropa, sus accesorios, el auto en este caso y trataba de adivinar que tanto dinero tenía en su cuenta bancaria. Era algo que no podía evitar, así que cuando vio a la mujer calculó cuanto traería encima. Rápidamente hizo un calculo tomando en cuenta el maquillaje, el cabello arreglado en estética, la manicura y el conjunto en general. 

Darla arrugó la nariz, ese día Clarissa Noble debía haber invertido al menos diez mil libras esterlinas en su apariencia, lo cual contrastaba con el anillo en su dedo que estaba adornado con una cantidad ridícula de diamantes, aquel anillo valía más que todo lo que tenía puesto y la camioneta en la que se estaban moviendo. Ella se puso a pensar que esas diez mil libras eran probablemente lo que le costaron sus ultimas sandalias para playa.

Luego estaba Archibald, usando un conjunto completo comprado en alguna tienda barata que encontró en el centro comercial, prendas que seguro eran el equivalente a la última pelota que le compró a su perro. Darla se removió incómoda en su sitio dándose cuenta de lo que estaba haciendo y desvió la mirada, pero su cabeza continuo pensando en aquel asunto. Había cierta disonancia en la apariencia de aquellos dos, porque tenía entendido que el padre de Archie era un hombre con buena posición económica, venía de una familia que hizo inversiones exitosas en los ochenta y ahora podían vivir con holgura, sin embargo, a pesar de que era evidente que su estilo de vida estaba por encima del promedio, de todas formas parecían ser bastante recatados al respecto.

Ella suspiró al darse cuenta de que debía dejar de gastar sus pensamientos en cuestiones inútiles, porque ella ya no tenía una vida que vivir ¿Por qué debería preocuparse por algo cómo la ropa y el valor de un puñado de estúpidos accesorios?

Sin embargo, su mente continuo fijándose compulsivamente en los pequeños detalles, como si fuera una persona normal de carne y hueso con necesidades materiales. Soltando un suspiro se preguntó si Archibald tendría alguna clase de beca, recordaba que alguna vez su madre describió a los Noble como una familia de buena posición económica, pero con gustos algo extravagantes ¿Ese pequeño auto ecológico sería parte de sus extrañas costumbres? Del tiempo que conocía a Archibald le había parecido una persona austera, pero cómo la mayoría de las veces sólo usaba el uniforme era difícil para ella deducir algo sobre su forma de vida. Aquello despertó una repentina y poderosa curiosidad al respecto. Aquel chico apenas y parecía gastar en ropa, pero su maleta era una edición limita de una importante marca italiana.

Sobre mi cadáver (HDLO#1)Where stories live. Discover now