Yo no soy tu fan! - Camila Cabello y tú

Capítulo 1.40

"Porque un beso tuyo mejora mi día"

"Porqué tienes los ojos más hermosos del mundo"

"Porque amo tus celos y tu locura"

"Porque me abriste tu corazón y me permitiste entrar"

"Porque cuando me dices TE AMO, se detiene el mundo"

"Porque cuando hacemos el amor siento que estoy tocando el cielo"

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Cómo podía seguir enojada con una persona que a diario me demuestra que me ama, que respeta, que me engríe y que me cuida. Soy una tonta por enojarme así, pero tengo tanto miedo de perderla, que conozca a alguien mejor que yo.

Gire para salir de la habitación corriendo y lanzarme sobre ella, decirle lo feliz que me hacía. Pero como si leyera mis pensamientos ella ya estaba parada en la puerta de mi habitación con un ramo de rosas azules, y yo no puedo aguantar las lágrimas de la emoción, del amor que le tenía y de la suerte que sentía que ella era mi chica.

Ella sabía lo que haría, así que dejo el ramo de rosas sobre una silla que estaba al lado de la puerta y recibió uno de mis abrazos especiales de Koala.

- Mi amor no llores, por favor. Sólo quiero verte sonreír, sé que me equivoque y sin querer te lastime. Te juro que me siento como una tonta pero por favor no quiero seguir alejada de ti.

- Yo... yo soy la... la que lo siente - No podía articular bien las palabras, tenía la respiración entrecortada por el llanto y había tanto que quería decirle. - No debí ponerme... en ese plan. Mi amor, es que... es que de verdad tengo mucho miedo de perderte y que me dejes por alguien mejor.

- Mi amor, para mí no hay nadie mejor que tú. Y la que debería tener miedo que la dejes por una súper modelo o un gran cantante debería ser yo. Por favor, nunca más vuelvas a dudar de lo que siento por ti.

Y al fin, el contacto entre su boca y la mía. Cuanto extrañaba sus besos, aunque esta vez, este tenía un ligero sabor salado debido a las lágrimas que no podía evitar seguir derramando. Nunca me iba a cansar de este maldito zoológico que me hacía sentir cada vez que nos fundíamos en un beso.

- Pero nada de hacer el amor para ti esta noche. Estás castigada bebe.

- Pero mi amor... no me puedes hacer esto, hace días no estamos juntas, te extraño.

- Lo siento bebe, la próxima piénsalo dos veces antes de beber de esa manera. - Y baje hacía la cocina moviendo mis caderas de manera exagerada. Esta noche la pensaba volver loca. - Cierto amor, ese tatuaje que te has hecho, es muy sexy me encanta.

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Estábamos en el aeropuerto esperando a Diego y a mis tíos. Que había pasado durante estos cuatro meses? Mucho en realidad.

Los detalles y sorpresas que Camila tenía conmigo, me hacían sentir la persona más afortunada del mundo por tenerla a mi lado.

Como por ejemplo, un día me sentía tan mal que mentí diciéndole que sólo estaba cansada para que no se preocupara, al día siguiente desperté y la vi apoyada a un lado de mi cama, sentada en el suelo y con un termómetro y unos paños a su lado. Era la imagen más dulce y tierna que jamás pude haber imaginado. Sinu me contó que esa noche la llamó por lo menos unas diez veces preguntándole porque aún no bajaba la fiebre, que más podía hacer, si podía cocinar algo para que me sienta mejor. Quien diría la chica que nunca se preocupaba por nadie que no sea ella, ahora me anteponía a todos y a todo, incluso a su comodidad.