Gusto De Vos |COMPLETA|

LXIII: Un Vestido y un amor (parte IV)

El espanto y la confusión eran tan obvios en el rostro de Jazmín que la morocha no podía contener la carcajada que hacía varios segundos amenazaba con salir disparada directamente desde sus entrañas pasando por sus cuerdas vocales para cargarla de sonidos extraños. Y así fue. De su boca, salió disparada la carcajada más estrepitosa que alguien pudiera imaginar. Florencia tuvo que tomarse el vientre con ambas manos para no caer rendida sobre el mismísimo césped. La colorada la seguía mirando, casi sin entender pero con una clara molestia que se lograba entrever en sus gestos. El ceño fruncido, una pequeña mueca en sus labios, los brazos cruzados sobre su propio pecho y una ceja levantada, le hicieron entender a la morocha que si no paraba de reir todo se iba a ir a la misma mierda.

Es broma Jaz! Dijo intentando respirar con normalidad al tiempo que secaba algunas lágrimas que habían caído de sus ojos ante tanta picardía. Jazmín seguía seria pero sin entender. Todavía no lo abrí gordita, mirá dijo enseñando el presente en sus manos. Es que tenías tanta cara de terror que sentí el impulso de ponerle algo de humor a la situación. Vení, tontita, estiró sus brazos invitándola a pegarse a su cuerpo, me perdonás?

Me asustaste mala, crei que la habia cagado con el regalo! Se quejó la colorada mientras le propinaba un suave golpe en el hombro. Y... lo vas a abrir o qué? Preguntó con algo de ilusión en su mirada

Siii, obvio. Me ayudas? Entre las dos rompieron el envoltorio y tomaron su interior. Parecía ser una especie de álbum armado de manera artesanal. En la tapa se vislumbraba en un relieve verdaderamente exquisito la inscripción "Érase una vez...". Florencia lo miró por varios minutos sin saber que debía hacer. Volvió sus ojos a la colorada que seguía expectante, abrazada a su cuerpo, esperando que su chica recorriera cada página de aquello que con tanto trabajo y satisfacción le había preparado.

Podés abrirlo si querés eh? Bromeó con cierta ansiedad al notar que la morocha seguía inmóvil y recorriendo con la yema de sus dedos cada detalle de la tapa. Mirá, vamos a hacer una cosa. Yo voy a ir hasta adentro, así termino con esa fiesta de una vez por todas. Vos miralo tranquila. Tomate el tiempo que necesites y cuando sientas que estás lista, me buscas. Yo te voy a estar esperando... Florencia sólo asintió pero sin quitar sus ojos de aquello que descansaba en sus manos. Jazmín deposito un corto beso en su frente y se dispuso a salir pero se detuvo frente a las flores y volvió a hablar. Ah Flor!

Sí? La miró expectante

En la caja hay algo más, no lo abras, simplemente traelo cuando vengas la morocha sonrió y Jazmín se fue.

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Me sentí una tonta arruinando aquel momento hermoso con una broma tan básica. Aunque debo reconocer que la cara de susto de Jazmín hizo que todo valiera la pena. Hacía tanto que no reía de aquel modo, que sentí mi interior contraerse y tuve que sujetar mi vientre con ambas manos para no caer.

El regalo que Jaz había preparado para mí, era verdaderamente hermoso. Era una especie de álbum pero armado de manera artesanal sobre un cuaderno de anillos grandes a un costado. La inscripción en el frente me erizó la piel, no supe si era de miedo o de ternura hasta que lo abrí.

Jazmín ya se había marchado cuando decidí abrirlo. En la primera página me encontré con nuestros nombres pintados sobre la textura de un jazmín casi en transparencia. La siguiente era un collage muy divertido. Con recortes de distintas revistas, dibujos y caricaturas había logrado recrear el sitio en el que nos conocimos, en el que nuestros ojos se encontraron por primera vez. Dos figuras femeninas se encontraban enfrentadas. Una tenía pegado el rostro de Jaz, el otro tenía el mío. Una flecha en la esquina derecha inferior me indicaba tirar de un pequeña tira de papel que sobresalía. Cuando lo hice, nuestras figuras adquirían movimiento y chocaban para luego caer una sobre la otra. No pude evitar reir al ver aquello. Volteé de página y mis lágrimas comenzaron a asomarse. Esta vez, el escenario era una fiesta. Su silueta extraída directamente de una foto, estaba situada bajo la copa de un árbol. Yo en cambio, me encontraba frente a una fuente. "Presioname" decía un pequeño botón con forma de Flor. Cuando lo hice, comenzó a sonar la dulce melodía de "Un vestido y un amor" de Fito Paez.

El trabajo era realmente asombroso. Mis ojos no dejaron de aguarse ni por un solo instante. Ella había hecho esto para mí. Lo había hecho pensando en nosotras, en cada uno de los momentos que compartimos juntas. Cada una de las páginas de aquel libro tenían un poquitito de nuestra historia, lo lindo, lo feliz, lo triste... me encontré con mi imagen huyendo en una playa, con ella sentada sobre una silla de ruedas, nos encontré compartiendo una película en la distancia, me encontré haciéndole masajes... todo estaba ahí. Incluso cada instante que habíamos vivido apartadas una de la otra, hasta llegar al reencuentro. En aquella página, había logrado representar a la perfección la entrada de Flozmin, su imagen caída en el césped, mi imagen montada sobre la terraza... todo era como un cuento de hadas... nuestro cuento de hadas.

Después de recorrer con cada uno de mis sentidos las páginas restantes, me encontré con un libro a medio terminar. Hojas en blanco, frases sueltas, escenarios sin personajes y al final, justo sobre la contratapa, se vislumbraban dos vestidos blancos, confeccionados con flores, tules, telas y muchos brillos. Sobre el primero había una corona, sobre el otro un anillo.

Con lágrimas en los ojos, cerré por completo el álbum, sequé mis lágrimas, tomé la pequeña caja que estaba dentro de la caja más grande y abrazada a mis regalos, caminé al encuentro de mi chica... De mi amor!

"Un vestido y un amor" versión de Coki Ramirez

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Acá les va la continuación muchachas... ojalá ya no quieran matarme

¡Que la disfruten!

Muackis para todas!!

Reynosita