XLIII: Stay With Me

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Cuando volví a despertar me encontré tirada en una cama. Los ojos me pesaban tanto que apenas podía abrirlos. Tuve que esforzarme mucho para reconocer la figura de Andy en un rincón de la habitación. Cuando se acercó a mi pude notar que lloraba mientras me tomaba la mano... En un instante todo se volvió penumbras, otra vez...

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Que pasa Andy? Pregunté nerviosa al verlo parado en la recepción del Hotel. Tenía la mirada perdida, los ojos rojos y el rostro pálido.

Es Jaz... sólo alcanzó a decir antes de que los ojos se le inundaran y que el mundo se me viniera abajo. No está bien Flor... Sé que quedamos en otra cosa, pero quiero que sepas que solo vine hasta acá, a buscarte, porque de verdad te necesita. No dudé ni un solo instante en acompañarlo. Andrés no me mentiría con algo tan sagrado como la salud de Jazmín.

Qué fue lo que le pasó? Lo interrogué mientras íbamos camino a la clínica

El médico que la vio dice que no reacciona porque está entregada. Dijo intentando contener la angustia que lo invadía. Tiene el pulso demasiado débil. Tuvieron que colocarle un suero para hidratarla y pasarle alimentos.

Pero y cómo llegó a esto?

Desde que te volviste de Córdoba no ha querido comer, ni levantarse de la cama. Se la pasa llorando todo el día... Hoy después de un mes, logre que se levantara y el cuerpo no le respondió... Yo no alcancé a agarrarla... Te juro que lo intenté Flopy pero no pude... La voz se le cortaba ante tanta angustia.

No tenés que jurarme nada, yo sé quien sos y cuanto la cuidas... No tenés que explicarme Andy...

Es que eso no es todo. El doctor piensa que con el antecedente de la caída que tuvo en Río, el golpe en la cabeza puede agravar todo... Si no despierta en las próximas 24 hs puede ser irreversible...

¿Puede ser Irreversible? Esas palabras quedaron retumbando en mi cabeza el resto del viaje.

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Cuando Florencia llegó a la habitación, se encontró con una imagen que hubiese deseado no tener que ver nunca. Jazmín estaba postrada en una cama, con su figura extremadamente delgada. Detrás de la piel, ahora casi transparente, podían verse a la perfección cada uno de los huesos que formaban su esqueleto. Sus labios, ya no eran ni carnosos ni atractivos... estaban blancos y quebrados. Bajo sus ojos resaltaban unas inmensas ojeras, tan oscuras que delataban por completo el estado en el que se encontraba. Su brazo izquierdo se hallaba conectado a un suero mientras un respirador le entraba por las fosas nasales. 

Las manos le temblaban y la cabeza le zumbaba. No podía creer el estado en el que se encontraba la colorada. ¿Cómo había llegado a tanto? ¿Cómo pudo hacerse eso? Siempre se había mostrado tan alegre y tan llena de vida que la morocha no pudo creer que  era la misma persona que había dejado hace apenas un mes, en Córdoba. Intentó borrar la culpa que sentía, pero esta era más fuerte que cualquier otro sentimiento. Sabía que era su culpa... se daba cuenta. Había sido tan egoísta pensando en ella misma que no pudo ver el daño que le hacía a aquella mujer. Jamás, a lo largo de su vida, había imaginado, siquiera,que alguien pudiera amarla tanto, llegando incluso al punto de dejarse morir por su ausencia.

Con suavidad le tomó la mano, rogando que ocurriera un milagro. Rogando que aquellos ojos color esmeralda que tanto la habían enamorado, la volvieran a mirar, pero no ocurrió. Simplemente nada cambió. Jazmín siguió dormida, sin registrar su presencia, sin notar ni por un segundo que el amor de su vida se encontraba, parada a su lado sosteniéndole la mano y pidiéndole que luchara, que no se fuera... que no se diera por vencida. Florencia le prometió el cielo, las estrellas... el universo entero si tan sólo abría sus ojitos. Pero no...

No se separó ni un segundo de su lado. Los médicos le habían prohibido quedarse dentro de la habitación pero nada le impidió quedarse afuera, junto a la puerta, esperando que el milagro llegara. Toda la noche se la pasó yendo y viniendo por el largo pasillo. El ala de terapia era una de las más devastadoras. Tuvo que presenciar en varias oportunidades, como los médicos salían a dar malas noticias a familias, que al igual que ella, estaban llenas de ilusión y caian derrotadas por el sufrimiento. Sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. No quería pensar en la muerte. No quería pensar en una vida sin la mujer a la que amaba. Intentó evitar ese pensamiento toda la noche, pero el miedo la sucumbía y hacía estragos en ella. Andrés y sus hermanas, quienes luego de enterarse de lo que sucedía estaban allí haciéndole compañía, intentaban calmarla  sin éxito. 

El sol volvió a salir y con ello, llegó el nuevo parte médico. 

Lamento anunciarles que no han habido cambios de ningún tipo. La señorita Del Río no ha tenido avances... sé que aún no se han cumplido las 24 horas que dijimos pero quiero que estén preparados para lo que pueda pasar. Su cuadro es preocupante. Presenta signos de desnutrición y abandono... Si no despierta en las próximas horas sus órganos pueden comenzara fallar y después de eso...

¿Podemos verla? preguntó la morocha, evitando que el medico dijera lo que tanto temía

En unos minutos ya van a poder pasar. Que no sea de más de a dos por favor!

Gracias Doctor

Si quieren un consejo de mi parte, les diría que se despidan con tiempo...

El mundo se detuvo por un instante mientras Florencia y Andrés caían abrazados y envueltos en un llanto tan angustiante que pudo escucharse desde el otro extremo de la clínica. La culpa los carcomía por dentro. La culpa y la impotencia de saber que no estaba en sus manos salvarla. Sólo ella tenía el poder de elegir quedarse o irse.

Cuando ingresaron Andy fue el primero en acercarse al cuerpo de su amiga para acariciarle el rostro y hablarle

Beba... no te rindas. Sé que me porté re mal con vos, que no merezco todo el amor que me regalas pero te quiero y no quiero perderte. Nos queda mucho por vivir... nos queda mucho por pelear. Dale, quedate conmigo reina... no me sueltes la mano que yo me muero si te vas... además, hay alguien más que te está esperando... te traje a Flor, gorda. Te acordás todas las veces que me dijiste que necesitabas verla? Sí, ya sé que tardé un montón en hacerte caso pero acá está y no te ha dejado sola ni un minuto, sabes? extendió su mano pidiéndole a la morocha que se acercara y luego de unir las manos de las dos continuó te dejo con ella, yo sé que la vas a poder escuchar. Algo acá dentro señalándose el corazón, me dice que nos escuchas... Te quiero Jaz! le regaló un tierno beso en la frente y se despidió

Hola mi amor, dijo la morocha con la voz quebrada, no se si me escucharas pero quiero que sepas que acá estoy, con vos, tomándote la mano y ya no me voy a ir. Perdón por hacerte sufrir tanto. Creí que ibas a estar mejor sin mí. Nunca imaginé que ibas a llegar a esto. Si yo hubiese sabido.... si hubiese aunque sea imaginado que esto podía pasar te juro que hubiese hecho todo de otra manera... porque yo te amo Jazmín. Te amo como nunca había amado. Cuando me vine, creí que estaba haciendo lo correcto, ahora me doy cuenta que no fue así. Este mes lejos tuyo fue uno de los peores de mi vida. No hubo un sólo día en el que no te pensara, en el que no te recordara. Te soñé cada una de las noches que estuviste lejos mío, tuvo que dejar de hablar porque el llanto la ahogaba y le impedía seguir. Cuando finalmente logró calmarse continuó. Necesito que te despiertes linda, le susurró al oído mientas se agachaba para cubrirla con sus brazos. No puedo imaginar mis días sin vos. No quiero hacerlo... todavía nos queda mucho por vivir juntas. Nos quedan muchas citas por concretar. Muchas películas por ver. Muchas peleas y muchas reconciliaciones... no te prives de eso. No me prives de tus besos, de tu risa.. no me dejes mi amor que sin vos me muero... La puerta de la habitación se abrió de golpe.

Flor, dice la enfermera que ya nos tenemos que ir

Sí, sólo dame un segundo Andy, contestó sin siquiera mirarlo. Bueno... parece que tengo que irme mi amor... pero voy a estar ahi afuera, sabés? Te amo Jaz!! Depositó un pequeño beso sobre sus labios resecos y sin poder evitar las lágrimas, se giró para salir en dirección a la puerta. Una mano sujetando con ternura la suya, la frenó

¿Y si mejor te quedas conmigo? 

Stay With Me - Ed Sheeran

Gusto De Vos |COMPLETA|Where stories live. Discover now