LVII: Latidos

1.3K 88 62
                                    

"Lo demás se quema con el viento 

Lo demas se queda sin aliento

Lo demás se va muriendo pero tú 

Como el mar renaces para mi y estás latiendo" 

Cuando Florencia se despidió y se fue, no pude evitar sentir miedo. ¿Y si se arrepentía? ¿y decidía irse de mi vida una vez más? Mi corazón no podría soportarlo. No después de haberla perdido una vez. No después de experimentar en carne propia su ausencia. No después de haberme entregado al dolor hasta casi morir... necesitaba estar con ella, necesitaba tenerla conmigo... necesitaba comprobar que nada había cambiado. Quise enviarle un mensaje pero luego recordé que su teléfono estaba roto. Estuve varios minutos yendo y viniendo hasta que finalmente decidí salir a buscarla.

Habían pasado ya las cuatro de la tarde cuando llegué a su departamento. Después de llamar a la puerta varias veces, el portero me dijo que había salido un rato antes. Recordé que Lucía le había dicho que ella se encargaría del local asi que supuse que debía estar en el hotel y hasta allá fui. En la recepción me encontré con Lu.

Hola Lu! Saludé algo agitada, Sabés si Florencia está aca?

Hola dijo con una cara de asesina serial que me hizo temblar. ¿Cómo que si sé donde está mi hermana? Se supone que estaba con vos, no? Preguntó acercándose de manera intimidante. ¿Qué le hiciste Jazmín?

No, pará! No le hice nada. Está todo bien entre nosotras... de verdad aclaré logrando que su semblante se volviera más amigable. Después de almorzar salió de casa supuestamente para irse a descansar pero fui hasta allá y no la encontré. Vine para acá porque creí que podía estar con ustedes.

No, acá no ha venido. A ver, esperá dijo tomando su teléfono. Hizo una llamada que no duró más de dos minutos. Ahí hable con la asistente, está en el Centro de Estética, quedate tranquila. ¿Segura que está todo bien con ella?

Si, obvio! ¿Por?

Porque me dijo Emilia que llegó un poco rara y que se puso a trabajar de inmediato, alegando que no daban a basto cuando en realidad las chicas estaban trabajando sin problemas. Y si la conoces bien, sabrás que solo hace eso cuando...

Cuando no quiere pensar

Exacto

De verdad te lo digo Lu, de casa se fue bien. Si le entraron miedos después no lo sé... por eso la buscaba. Está sin celular y yo necesito hablar con ella para estar tranquila de que no va a salir huyendo.

Lo del celular tiene solución. Mañana la obligo a comprarse uno, por eso no te preocupes! En cuanto a lo otro... dejame que yo voy hasta allá y veo que onda, si? Tomá dijo alcanzándome el teléfono, anotame tu número que apenas tenga noticias te aviso.

Le dí las gracias y salí de ahí. Caminé un buen rato para tratar de acomodar mi cabeza. Mientras paseaba me topé con un local y luego de pensarlo un poco, decidí entrar. Tardé varios minutos en encontrar lo que necesitaba. Finalmente mis latidos me convencieron que aquello era lo que buscaba, lo compré y salí con menos miedos y con el corazón más alegre que al principio.

*******

Ni bien llegué a casa pasé directamente a darme una ducha relajante y luego a comer algo. Me preparé un simple sándwich y me lo llevé a la cama junto con un vaso de jugo. En verdad no tenía hambre, pero después de lo que había sucedido con Jazmín, comer aunque no tuviera hambre, se había vuelto algo obligatorio para mí. En ese momento recordé el presente que me había entregado mi asistente y que había guardado en mi cartera y fui a buscarlo. Quité varios envoltorios antes de llegar a la caja principal. Tomé la nota que estaba encima y leí:

"Desde que cruzaste la puerta que no deja de pensar en vos... en ustedes. Fue a buscarte a tu casa y al hotel. También quiso escribirte pero como no tenés celular no pudo comunicarse con vos... Ya no quiero verte llorar, nena. La madrina de las mellis necesita llenarse de historias lindas para contarles antes de ir a dormir, y qué mejor que una hermosa historia de amor, no? Quiero que su amor funcione Flor, de verdad te lo digo... quiero que vuelvas a ser feliz! Mandale un mensajito apenas recibas esto, si? Te quiero mucho. Lucía"

Terminé de abrir la última caja y me encontré con un celular. Para muchos, algo insignificante, para mí, una demostración de amor enorme. Que mi hermana pensara en mí, que se tomara el trabajo de ir a comprar algo que no fuera para ella, que dedicara unos minutos de su tiempo para agendarme su número y el de Jaz, para mí vale mucho. Y lo vale porque a la antigua Lucia ni se le hubiese cruzado por la cabeza hacer algo así. Definitivamente el embarazo la había cambiado... Ojalá la gestación pudiera ser eterna porque me aterraba pensar que después de dar a luz podríamos perder esta conexión tan especial que habíamos logrado.

Espanté todos los pensamientos que rondaban por mi mente en este momento y decidí que era tiempo de encarar la situación. Necesitaba hablar con Jazmín. Necesitaba que tuviéramos esa charla que tanto estábamos postergando. Había mucho pasado que cerrar y mucho futuro que planear. El corazón me latía tan fuerte que creí que se me iba a salir del pecho. Rogué no equivocarme con lo que estaba por hacer. No quería estropear la noche maravillosa que habíamos pasado pero necesitaba hacer esto... las dos lo necesitábamos.

F: Buenas noches Jaz! Me contó una palomita que estuviste preguntando por mí. Pensé que podríamos desayunar juntas mañana, te parece?

J: Hola Bebita!! Al finnn te amigaste con la tecnología!! ¿Acaso esa palomita buchona está un poquitín embarazada? Jaja Me encanta la idea! Ya quiero que sea mañana, te extraño mucho...

F: Siii, hablamos de la misma palomita! Necesito que hablemos... te parece si voy para allá tipo 9?

J: Si, beba... te espero a esa hora y si estás de acuerdo... aprovechamos que es domingo y pasamos el día juntas, querés?

F: Primero hablamos y después vemos... no nos adelantemos

J: Pará! ¿Pasa algo Flor? ¿Te arrepentiste?

F: Hablamos mañana Jaz. Besos 

"Latidos"- Abel Pintos

Gusto De Vos |COMPLETA|Where stories live. Discover now