XXXV: Corazón Hambriento

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Llegamos a un complejo de cabañas que estaba cerca del lugar. Nos acercamos a una cabaña en particular y cuando estábamos por entrar me pidió que la esperara un segundo. Ingresó y a los pocos minutos salió con una sonrisita nerviosa.

¿Qué pasa Flopy? Pregunté preocupada

Mmm nada... es que... que yo...

Ay dale gorda! Me estás asustando!!

Es que te tengo una sorpresa largó casi sin respirar ni hacer pausas. Tenía los ojos cerrados y parecía apretar el miedo entre los dientes.

¿En serio? Dije muerta de ternura pero ella me cortó

Si Pero no sé, ahora que vi todo como que... dudó un poco... mejor volvamos al hotel ¿querés?

¿Vos estás loca? Yo no me voy de acá sin mi sorpresa protesté mientras me cruzaba de brazos y fruncía mi boca simulando un berrinche

Es que... ahora que lo pensé mejor me parece que no dá... Se notaba que estaba nerviosa, podía notarlo no sólo por la palidez de su rostro sino porque no me dejaba hacer contacto con sus ojos que bailaban erráticos de un lado al otro

Sabés que? Sí, tenés razón contesté quitándole importancia al asunto

¿En serio? Me cuestionó sorprendida

Siii, mejor vamos respondí mientras estiraba mi mano para que me diera la suya ya es tarde y necesito descansar. Cuando logré que nuestras manos se entrelazaran tiré de ella y entré corriendo a la cabaña muerta de risa. Tras cruzar la puerta sólo pude escuchar un "Tramposa" y ya no escuche nada más. Quedé paralizada en medio de la habitación, sin poder creer lo que estaba viendo.

Waaachiii! Qué lindo todo esto dije mientras recorría toda la habitación con mis ojos. Todo estaba adornado con pétalos de rosas, velas, inciensos. Se escuchaba una música suave y relajante. La luz era tenue, baja... invitando a la intimidad. En el centro, una camilla estaba acompañada de una mesita con cremas, aceites, piedras, unas toallas y una bata. Apenas pude salir de mi asombro cuando logré encontrarme con su mirada temerosa, tímida y llena de ternura ¿Vos hiciste todo esto para mí?

¿Es mucho, no? Me preguntó con algo de vergüenza

¿Es joda? Es hermoso Flor... es... es... perfecto susurré mientras largaba un suspiro.

¿Perfecta como vos? que sos... toda perfecta, ahora su tono era seductor y sus ojos me miraban con un brillo especial. No pude contener las ganas de besarla, así que me acerqué despacito, disminuyendo el espacio entre las dos y le rodeé la cintura con mis brazos para atraerla a mi cuerpo y atraparla entre mis labios.

Nos fundimos en un beso tierno, lleno de deseo, de cariño. Nos tomamos el tiempo necesario para que nuestras bocas se reconocieran y hablaran ese idioma que sólo ellas pueden hablar. Nos separamos sólo por un instante para tomar aire. La mirada de mi morocha se había vuelto mas fuerte, mas caliente... Sus ojos eran la combinación justa del deseo y la pasión. Pude notar que su mirada seguía clavada en mis labios y casi como por acto reflejo mordió los suyos. Deslicé mi mano izquierda y la posicioné sobre su nuca y nos volvimos a unir en un beso ahora más apasionado. Con el pasar del tiempo nuestras bocas se habían vuelto torpes y nos llevaban a conjugar una suerte de combinación tosca entre dientes, lenguas y labios hinchados. Poco a poco la temperatura empezó a subir y ya no nos bastaron los besos. Sus manos comenzaron a recorrerme completa mientras yo aprovechaba a dejar un camino de besos en su cuello.

Ayyy Dios!... Pará... P... Por... Por favor Jaz! Su voz salía entrecortada, ronca y casi sin sonido

Que pasa hermosa? Le susurré al oído mientras desprendía uno de los botones de su camisa. ¿La estas pasando mal? Ella me frenó colocando una mano en mi boca y apartándome de su cuerpo. ¿Hice algo mal? La interrogué sin entender nada

Gusto De Vos |COMPLETA|Where stories live. Discover now