LIV: Unchained Melody

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Obvio que te dejo! Respondió emocionada mientas limpiaba sus lágrimas. Ay! Debo ser un cuco, no? con todo el maquillaje corrido, el pelo aguado y la ropa mojada dijo tapándose el rostro con ambas manos

¿Vos te escuchás lo que decis? Mirá lo que sos Flor. Sos hermosa. Esto, dije quitando un poco del rímel corrido, es sólo decorativo. Vos sos perfecta con o sin maquillaje.

No, vos sos hermosa respondió al tiempo que me daba un beso

No, vos repliqué con una voz de niña que hasta yo desconocía. Es que Flor saca lo mejor de mí. A su lado podía volverme una niña dulce y caprichosa o una adolescente rebelde y capaz de enfrentar al gigante más temido... no importaba nada si la tenía conmigo. La paz que me transmitían sus ojos me quitaban los miedos, las pesadillas... las dudas.

Tendría que...sacarme esto dijo señalando su ropa.

Me levanté de mi sitio y extendiéndole una mano la invité a pararse a mi lado. La acerqué a mi cuerpo con tranquilidad, sin prisa, sin urgencia. La besé con suavidad y me aparté. Ella estaba muda pero incluso cuando me dí vuelta para ir a buscar entre mis cajones, la sentí mirarme sin decir nada. Tomé una toalla y un pequeño estuche en el que guardaba cremas y volví a su lado. Primero le sequé el cabello. Disfrutaba mimándola por lo que me tomé el tiempo necesario, secando mechón por mechón. Apreciando el brillo y el aroma de su pelo. Luego busqué el desmaquillante y le limpié el rostro mientras admiraba cada uno de sus rasgos. Era perfecta. Bajo esa capa de maquillaje se escondía una piel suave y blanca. Ella no dejaba de mirarme y eso provocaba en mí un fuego que nunca antes había sentido. El paso siguiente era la ropa. Dudé si seguir pero ella sonrió con ternura y yo no pude más que continuar con mi viaje. Me coloqué detrás de su espalda y empecé a deslizar con lentitud el cierre de su vestido. Aproveché la situación y le rocé la piel con la punta de mis dedos. Intentó darse vuelta pero no la dejé. Era la primera vez que la desvestía y quería disfrutar de ese momento sin que nada lo estropeara. Seguí bajando el cierre mientras sentía como la piel se le erizaba. Cuando llegué al final, subí mis manos y tomando el vestido por sobre sus hombros lo dejé caer al piso. Me agaché y la ayudé a levantar cada uno de sus pies para poder retirar la prenda en su totalidad. Volví a incorporarme y tomé nuevamente la toalla. Comencé secándole los hombros, los brazos, la espalda. Recién ahí pude darme cuenta de que no tenía sostén. Traté de no ser muy obvia y simplemente sonreí. Seguí mi camino secando todo su cuerpo, las piernas, la cola y otra vez la espalda. Pasé la toalla para el frente y sin girarla sequé su vientre, la entrepierna y finalmente subí a sus pechos. Pero me detuve... si seguía en ese plan, no sabía a dónde podía ir a parar todo... me quedé observando cada una de sus curvas y sin que lo notara se dio vuelta dejando nuestros cuerpos enfrentados. Tenía los brazos cruzados sobre sus pechos y los ojos cerrados con fuerza y a mí eso, me pareció la cosita más tierna de mundo. No hice nada. Tampoco hablé. Sólo me tomé el tiempo necesario para admirarla de pies a cabeza.

Quizás porque no hubo reacción de mi parte o simplemente porque la vergüenza comenzaba a disiparse, abrió despacio y de a uno los ojos y pude notar el deseo en su mirada.

S.Soooos... hermosa Flor dije expulsando el poco aire que quedaba en mis pulmones. Ella se sonrojó y me regaló la sonrisa más dulce del mundo entero. Fui por algo de ropa para que se vistiera. Volví con un remerón de dormir. Pude notar algo de frustración en su gesto y no pude más que sonreírle. La ayudé a colocarse la prenda y la abracé. Seguía molesta, lo percibía... No tomes esto como un desplante bebita... es sólo que no quiero que te enfermes, si? Ella asintió aún seria y yo continué, además porqué el apuro si tenemos toda la vida para amarnos? Me gané una sonrisa enorme con esas palabras.

Gusto De Vos |COMPLETA|Where stories live. Discover now