Capítulo XLI: El estado contra el alfa

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-La chica zorro está bien -La voz burlona de Peter hizo que Scott lo mirara-, si sigo oliendo tu ansiedad, voy a aventarte del coche, en movimiento. Lo cual será divertido, considerando que tardarás horas en recuperarte de los huesos rotos. Lo triste es que te recuperarás.

-Sabes, Peter, no creo que seas ni la mitad de malo de lo que quieres hacernos creer que eres.

Este abrió la boca, alzando ambas cejas.

-¿Estás diciendo que me estoy volviendo blando? Disparé a Malia una vez, intenté matar a Lydia, casi mato a Stiles, inclusive intenté matarte a ti. No soy blando. Soy malvado.

Scott alzó una ceja.

-Intentar es una palabra que se repite mucho en tu vocabulario, ¿no?

Este achicó los ojos, mirándolo con resentimiento fingido.

-Si hubiera querido matarte, te hubiera matado. Pero te necesitaba vivo, si eso te consuela.

Scott dio una corta risa, antes de quedarse serio.

-¿Por qué lo hiciste?

-¿No matarte? -Peter preguntó.

El chico lo miro, inclinando la cabeza, esperando por una respuesta real a su pregunta.

Peter exhaló un suspiro exhausto.

-¿Sabías que mi hermana y Deaton estaban enamorados?

-¿Enserio?

Peter asintió.

-Digamos que nuestros padres no eran muy fanáticos de un humano y un hombre lobo saliendo, especialmente dado que Deaton viene de una familia un tanto peculiar. ¿Alguna vez te ha dicho que su madre era una cazadora y su padre un druida? Su madre dejó la cacería al darse cuenta de que no todo lo sobrenatural era malo, ya sabes, «No todos los monstruos hacen cosas monstruosas».

Su mirada se perdió en los recuerdos.

-Estaba allí la primera vez que ambos se conocieron, íbamos todos al mismo instituto, Deaton era muy parecido a Stiles, ahora que lo pienso, bastante raro socialmente, siempre con un libro, pero cuando ambos se vieron por primera vez, lo supe, ¿sabes? No es difícil verlo, esa clase de conexión entre dos personas que sabes que están destinadas a ser. Se hicieron amigos rápidamente, una parte de mi envidiaba su relación, se entendían más que nadie, como dos acordes de una misma melodía que solo ellos podían entender. Pero, tristemente, nuestros padres lo descubrieron, y digamos que Talía nunca discutía con ellos, así que cuando le prohibieron ser su amiga...

-Ella lo dejó de lado -Scott terminó la frase.

Peter asintió.

-Pero inclusive cuando se separaron, cuando dejaron de ser amigos, siempre estaba esta... vibración a su alrededor, no importaba cómo, lo veías, cada vez que uno entraba en la habitación, este hilo parecía empujarlo hacia el otro -dio una sonrisa triste-, Talía conoció al padre de Derek, y bueno, ya sabes, era lo que sus padres esperaban, un hombre lobo, de buena familia. Cuando nuestros padres murieron, su amistad con Deaton volvió, pero nunca fue lo mismo. Le rompió el corazón, supongo que ese hombre morirá amando a mi hermana, es triste que ella hubiera muerto antes de poder decirle que también le quería.

Scott miró su reflejo con tristeza.

-La cosa es que, una noche, los escuché hablar de una profecía, de la llegada de un oscuro, y de cómo solo había una persona capaz de detenerlo. Lydia, la niña que mi hermana iba a visitar y que había convertido en parte de la familia. Pero ella, ella no creía que Lydia fuera capaz de salvarnos, ella la veía como alguien débil, no estaba preparándola para lo que iba a suceder. Así que decidí salvarla, ayudarla. Convertirla en lo que iba a ser.

Teme | Teen Wolf #6|Where stories live. Discover now