Capítulo XIX: Serpientes en el jardín

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La puerta de la veterinaria de Beacon Hills fue abierta de par en par cuando Scott la empujó, con una Kira inconsciente en sus brazos entró al interior, apenas registrando que su amigo venía detrás con Lydia.

Deaton, quien no se había sorprendido realmente por la explosión de sonido, se giró a verlos, su mirada serena repasó las múltiples heridas que tenían cada uno. Finalmente habló:

—Supondré que el plan A no funcionó bien.

—¿Cuándo funcionan nuestros planes A? —Stiles preguntó, caminando con Lydia hasta dejarla sobre la mesa donde se inspeccionaba a los animales que llegaban. Ni siquiera le importó si podía dejarla allí o no, solo quería poder llegar a ella de una vez por todas y sacarla de esa pesadilla que estaba viviendo.

—¿Qué les sucedió? —preguntó entonces Deaton, abriendo uno de los cajones y sacando varias cosas de su interior.

—Accidente de auto —Scott dijo, casi riéndose por ello. Estaban siendo perseguidos por oleadas de monstruos, cualquiera esperaría que sus heridas hubieran sido producto de una batalla y no de un accidente.

—¿Kira? —Scott la sentó en la silla que estaba junto a él, viendo como Deaton tomaba de uno de los frascos una especie de raíz y la colocó bajo la nariz de la chica.

Su mirada concentrada hizo que Scott mantuviera silencio, hasta que vio que Kira comenzaba a despertar. Lentamente, un parpadeo, dos.

Su corazón comenzó a latir con normalidad.

—¿Qué es eso?

Zingiber officinale —Deaton le contestó, guardando la raíz dentro del frasco y dirigiéndose nuevamente al cajón para guardarla.

Kira se lamió los labios resecos, y gruñó por el dolor.

—Huele a jengibre —hizo una mueca.

—Porque lo es —El veterinario sonrió como si todos fueran tontos.

—¿Podemos apurarnos? —Stiles miró a Scott, quien asintió. Un relámpago iluminó el cielo.

Kira tragó saliva.

—Una tormenta está llegando —Susurró.

—Y no una tormenta cualquiera —Deaton comenzó a abrir los cajones con rapidez—, tenemos que apurarnos, el tiempo se está acabando.

Stiles frunció el ceño.

—¿Qué está sucediendo?

—Pensé que tendríamos más tiempo, pero si estoy en lo correcto, nos queda menos de media hora —Este sacó varios frascos del armario y los miró, seriamente—, Scott, tú y Stiles deben acceder al inconsciente de Lydia ahora. Kira, debes ayudarme a prepararlo todo.

—¿Preparar el qué? —Scott dio un paso al frente, cansado de los mensajes enigmáticos de su mentor.

—Preparar a la veterinaria, prepararnos para defendernos de lo que se viene.

—¿Qué "se viene"? —cuestionó.

Lo vio tragar saliva, por primera vez nervioso en lo que llevaba la noche.

—Las pesadillas convirtiéndose en realidad. Los monstruos saliendo de las sombras. —Este habló, sus palabras fueron iluminadas por un relámpago que iluminó su rostro, segundos antes de que la luz se cortara—. Debemos comenzar.

Scott, Stiles y Kira asintieron. Cuando Scott intentó dar un paso hacia su amigo, una mano lo detuvo.

Este se giró para ver a Kira entre las sombras.

Teme | Teen Wolf #6|Where stories live. Discover now