Capítulo VIII: Hay un quiebre en todo

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—¿Qué quieres decir con qué "me llevaron"? —Lydia miró a su madre, de repente asustada. No entendía nada de lo que había dicho, a pesar de que tenía problemas recordando gran parte de su infancia, estaba segura de que recordaría si algunos raros seres sobrenaturales se la hubieran llevado de paseo al aterrador país de las maravillas.

—Eras solo una niña, no eras lo que ellos buscaban, pero sabían que eras peligrosa —Su madre la miró, lagrimas surcando sus ojos—, eras tan solo una niña.

Frunciendo el ceño, Lydia esperó.

—Ellos sabían que tú podías encontrarlos, Talía también lo sabía. Intentó usarte para dar con ellos, para detener esos asesinatos, pero ellos te encontraron antes. Una noche, mientras estábamos durmiendo, ellos...

Lydia no tuvo que escucharla más, sabía lo que seguía, pequeños retazos de imágenes llegaron a su mente. Una ventana siendo abierta, ella deslizándose fuera, sus pies tocando tierra mojada, el sonido incesante de interferencia, como una radio.

—... me desperté cuando gritaste, pero cuando llegué a tu habitación no estabas. —Ella lloraba ahora, sollozos sacudían su cuerpo— Llamé a Talía enseguida, ella era la única que podría ayudarme, y lo hizo. Pero tardaron semanas, y finalmente Peter te encontró.

Lydia cerró los ojos, podía verlo ahora, una puerta abriéndose, sus ojos doloridos viendo un par bastante familiar. El rostro preocupado de Peter, su voz susurrándole que estaría bien.

Ella gritando por el dolor.

El olor a sangre.

—Nunca supimos qué te hicieron —Confesó ella, temblando—, solo sabíamos que teníamos que mantenerte a salvo de ellos, por eso decidí internarte en Eichen. Ellos no podían llegar a ti, no de nuevo.

—¿Qué les hizo volver? —Lydia preguntó, su piel estaba helada, su rostro pálido. Las imágenes del pasado luchaban por emerger de las profundidades de su subconsciente. Pero algo aún lo impedía.

—No lo sé, solo sé que aquella vez, algo les impidió acabar. Cuando te internamos, ellos se fueron, desaparecieron. Los asesinatos se detuvieron —Sus ojos claros le devolvieron la mirada—, Talía dijo que eso debía ser una buena señal, Peter en cambio creía que ellos volverían, supongo que tenía razón ¿no?

Lydia hizo una mueca, al final, Peter si la había salvado en el pasado. Aunque la intentó matar varias veces después de ello.

—Lo malo es que no sabemos dónde está él —Lydia gruñó—, tampoco sabemos cómo son estos seres, ni qué quieren. Y los adolescentes están desapareciendo, de nuevo. Y no hay nada que pueda hacer, porque ya no tengo a mis amigos conmigo, y no es como si confiaran demasiado en mí con esto ¿verdad?

Lydia se levantó y miró hacia la ventana, donde la lluvia golpeaba la misma con creciente fuerza.

—¿Cómo puedo salvar a alguien cuando soy la razón por la que estén aquí? —Le preguntó a la nada.

Sintió a su madre levantarse, y luego su confortable mano en su hombro.

—Si algo he aprendido desde tu regreso, hija, es que no eres una de los malos. Has salvado muchas vidas, y sea la razón que sea por la que estos monstruos te quieren, debe ser porque temen de ti. Eres una Martin, eres una Banshee, ¿Qué te dicen tus instintos?

Ella miraba aún por la ventana, como en un pequeño trance, mientras las palabras de su madre llegaban a ella. Luego, lentamente, dijo:

Teme | Teen Wolf #6|Where stories live. Discover now