Teme | Teen Wolf #6|

Capítulo XI: Nunca volverás a dormir

«... al fin y al cabo, tú fuiste uno de sus experimentos...»

Lydia... uno... experimentos... fuiste uno de ellos...

Los golpes metálicos aumentaron su volumen, parecía como si un estallido estuviera sucediendo. Lydia se apretó ambas manos en sus oídos mientras corría por el reducido pasillo que ella conocía bien de sus pesadillas.

—Vamos Lydia, ¿por qué corres?

La voz se deslizó, enviándole escalofríos. Sus pies estaban desnudos y fríos, el camisón con la ridícula bata de Eichen House se le enredaba en las piernas.

—Lydia, Lydia... no puedes esconderte de mí para siempre...

Ella continuó corriendo, como si su vida dependiera de ello, el olor a moho y humedad hacía que su nariz picara, sus pies dolían y el ruido hacía que sus oídos sangraran.

Corre. Corre. Bajó las escaleras de piedra húmeda a toda velocidad, sin preguntarse hacia donde se dirigía.

Su cabeza se estrelló contra unos fríos barrotes, miró hacia lo que fuera que le impedía continuar. Una puerta hecha con barras de acero se alzaba, cortándole el paso.

Su respiración se aceleró, no, no, no, no podía estar pasando.

Apretó las manos en los fríos barrotes y los sacudió, casi gritando por la frustración, el miedo y el terror.

—Vaya, vaya, parece que no hay salida —Lydia se giró, apretándose lo más que pudo contra los barrotes. Ni siquiera el frío fue consuelo suficiente.

La figura se deslizó hasta sentarse en el escalón superior, una sonrisa se deslizaba por su rostro cubierto de vendas viejas. El traje de aviador o del ejército, apenas recordaba, cubriendo su cuerpo.

Sus dientes afilados relucían en la oscuridad del túnel.

Oak Creek.

Se recordó.

Oak Creek. Allí es donde está.

—¿Me extrañaste? —El Nogitsune la miró, su cabeza inclinada hacia un lado.

—No voy a dejar que me quiebres. Estás muerto, yo te maté —Ella le gritó. El miedo subiendo por su garganta desde la boca del estomago, el cual ardía como si hubiera sido incendiado con azufre.

—No necesitaré hacerlo, lo harás tu misma ¿Recuerdas Lydia? —Le vio levantarse y bajar lentamente un escalón, y luego el siguiente—. Nunca quisiste ser una Banshee desde un primer momento. Pero ahora, mírate, mira en lo que te has convertido. Fuiste capaz de apuñalar a una de tus amigas por Stiles. Dices que soy un monstruo, pero no te das cuenta de que yo nací gracias a ti.

—Nunca quise que esto sucediera —Ella le miró, lágrimas surcaban sus mejillas.

El Nogitsune se detuvo a unas pulgadas de ella.

—Jasón murió por tu culpa, Kira fue poseída debido a ti, Stiles estuvo al borde de la muerte por ti —Su mano se estiró hasta tomar uno de sus cabellos, apartándolo de su rostro. Lydia no pudo esconder su expresión de asco—. Estoy seguro de que también eres el responsable de la muerte de Allison.

—¡CALLATE! —Lo empujó con todas sus fuerzas, pero este no se movió.

El Nogitsune rió. Su risa solo la hizo enfadar más.