Capítulo 66: No es suficiente

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El tiempo parecía ir pasando cada vez más rápido y las cosas no cambiaban en nada, los largos días de tratamiento continuaban igual que antes y la pequeña Cielo no mostraba muchos signos de estar mejorando. El cansancio comenzaba a notarse en el rostro de Lexie y de Nick, quienes apenas dormían, pendientes de lo que estaba ocurriendo. Unas grandes bolsas rodeaban sus ojos y Lexie había perdido unos diez kilos desde que todo comenzó, ni su familia ni sus amigos la habían visto nunca tan deteriorada ni delgada siendo que siempre tuvo un cuerpo envidiable, a pesar de los dos hijos que tuvo.

Como si fueran solo días, pasaron dos meses llenos de inconvenientes de todo tipo. Desde unos días que estuvieron sin luz, ya que Lexie tenía la cabeza tan llena de cosas que olvidó pagar las cuentas, hasta una caída de Adán en la escalera del edificio tras la que terminó necesitando una bota ortopédica. El chico intentó fingir que no era tan grave porque no quería causar más gastos para sus padres pero luego de cuatro días, su tobillo tenía un tamaño enorme y ya ni siquiera podía apoyarlo sin que le doliera terriblemente por lo que Lexie se espantó y lo llevó enseguida a urgencias, regañándolo por haberse quedado callado.

Por otro lado, había cumplido un año de noviazgo con Gianluca y las cosas con Gianluca no estaban del todo bien. No era que estuvieran discutiendo en todo momento pero los tiempos que pasaban juntos eran aún más limitados y eso, al fin y al cabo terminaba por complicar bastante las cosas. El médico había vuelto a ir a casa de Lexie con regularidad durante un par de semanas hasta que finalmente no pudo soportarlo más y decidió darles su espacio, se sentía incomodo al ver lo bien que parecían complementarse su novia con su ex esposo y aunque odiaba sentirse así, no podía evitarlo. Confiaba en ella y no tenía ningún problema con él pero no podía olvidar que tenían una larga y fuerte historia por detrás. Eso mismo le estaba intentando hacer entender a su hermana esa mañana cuando Giovanna le preguntó qué le pasaba y no se conformó con sus habituales excusas de: «solo estoy cansado por los turnos de noche, no pasa nada».

—¿Y esperas que me crea otra vez eso? —espetó ella con preocupación y obligándolo a sentase a su lado en la cocina—. ¿Peleaste con Lexie?

—No es eso.

—¿Entonces qué? Porque los veo cada vez más distanciados y eso no me gusta nada.

—No sé si lo nuestro dé para más.

Giovanna que estaba tomando agua, de la impresión, escupió todo el contenido casi sobre la cara de su hermano. No podía creer lo que estaba escuchando, él ni se inmutó.

—¡¿Qué?! ¿Estás loco?

—No lo estoy, pero no puedo seguir haciéndome el ciego, me doy cuenta de algunas cosas.

—¿Esto es por el tal Nick, no?

—Es más que eso.

—No entiendo. Creí que eso ya era pasado, ellos están separados hace tiempo y ustedes estaban tan bien.

—Fueron once años de relación los que tuvieron, Gi. Nunca podría competir contra eso —dijo el médico completamente destruido, nunca se había atrevido a decir esas palabras en voz alta pero sí rondaban sus pensamientos día a día—. No se puede comparar una relación tan larga, tan intensa y con hijos de por medio con una de tan solo un año.

—No tienes que comenzar a comparar ambas relaciones porque son muy diferentes y en circunstancias muy distintas también. Puede que compartan muchas cosas, incluidos los hijos pero no va más de eso —acarició el rostro de su hermano con cariño como hacía su madre cuando eran adolescentes y tenían alguna pena de amor—. Él siempre será importante para ella por ser su primer amor y con quien formó a su familia, pero ahí termina todo. Ahora está contigo, porque vio algo en ti y todos nos damos cuenta de que te quiere a ti. Él fue su pasado, pero su presente eres tú.

La vida sucede (LIH#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora