Capítulo 27: Recuerdos de adolescencia

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—¿Color favorito? —preguntó Gianluca mirándola fijamente.

Luego del trabajo y aprovechando que Nick iba a pasar la tarde con los niños, fueron al departamento de Lexie y se encontraban en el sillón con los pies en el respaldo y la cabeza colgando.

—Mmm... morado, ¿y el tuyo?

—Rosado —respondió muy serio y Lexie levantó la cabeza para mirarlo bien.

—¿En serio?

—No, es el azul, pero no se lo digas a Venecia. No me lo perdonaría.

Ambos se largaron a reír y se acomodaron bien en el sillón ya que mucho tiempo de cabeza no era recomendable. Lexie apoyó su espalda en el pecho del médico y él la rodeo con sus brazos.

—¿Haces algún deporte? —ella siguió con las preguntas. Se estaban conociendo cada vez más.

—Cuando era más joven jugaba futbol, básquetbol y hacía atletismo. Pero ahora no tengo tiempo.

—Guau, todo un deportista, aunque pude notarlo con solo mirarte una vez. Te aviso enseguida que no corro ni a la esquina sin necesitar agua o aire, así que si no quieres que muera no me pidas que haga ejercicio contigo.

—Lo tendré en cuenta, pero ¿ningún deporte?

—En realidad en el colegio, antes de quedar embarazada solía hacer atletismo. Hace más trece años que no hago nada, así que no estoy muy en forma que digamos.

—Yo te veo muy bien —ella dio vuelta la cabeza para mirarlo y se encontró con su sonrisa sincera—. Última pregunta, dispara.

Lexie se lo pensó un momento y no encontró nada más que preguntarle, ya sabía todo lo básico así que después de unos segundos se le ocurrió una.

—¿Quieres besarme?

—Todo el tiempo.

Lexie se dio la vuelta para besarlo, desde la mañana que no lo hacía y se moría por besarlo otra vez y sin interrupciones. Con lentitud la mujer se fue recostando sobre el sillón, él se puso encima de ella pero con el peso de su cuerpo sobre sus brazos para no aplastarla y continuaron besándose.

Gianluca sabía que más allá de un beso no iban a llegar y eso hacía que Lexie le gustara aun más. Ambos sentían que estaban viviendo un momento perfecto y no cambiarían nada de ese día, ni siquiera la vergüenza que pasaron en la mañana al ser descubiertos.

—¿Gianluca? —dijo ella entre besos, él se separó para mirarla con toda su atención—. Yo... necesito ir despacio.

—Yo también.

Se volvieron a sentar abrazados y se quedaron un largo momento en silencio hasta que ella por fin decidió romper el silencio.

—Yo... todo esto es nuevo para mí, yo nunca estuve con nadie que no fuera Nicolás y siento todo como una experiencia totalmente nueva. Debo parecer una estúpida pero...

—No tienes que explicar nada, tampoco eres estúpida. Yo lo entiendo y me gusta que vayamos de a poco, esto es algo completamente nuevo para ambos y es mejor ir lento pero seguro.

—Gracias.

Se quedaron en silencio nuevamente y Lexie no pudo evitar recordar el pasado. Cuando tenían quince años, Lexie y Nick tuvieron su primera vez, eran tan jóvenes y tan inexpertos que nada salió como esperaban; llevaban cuatro meses siendo novios oficiales cuando decidieron hacerlo, nunca pensaron en las consecuencias y aunque en el presente no se arrepentían de nada, las cosas se les complicaron mucho con lo que vino después.

La vida sucede (LIH#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora