Capítulo 43: Charla de amigas

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Este capítulo está  y seguirá estando dedicado a la maravillosa personita que me hizo el booktrailer que está arribita <3. Muchísimas gracias @xStormy , es totalmente como me lo imaginaba <3

—Tranquila, tranquila —Lexie daba palmaditas en la espalda de su amiga mientras esta, lloraba desconsolada.

—No sé cómo es posible que siga poniendo mi mundo de cabeza con solo mirarme, no sé qué hacer, Lex. Patrick no se lo merece pero tampoco puedo fingir que no pasó y seguir adelante como si nada.

—Supongo, que él no sabe nada de esto.

—Debe imaginárselo. Hace unas semanas, cuando me enteré de lo de Cielo, le pedí que cambiáramos la fecha de la boda porque sinceramente no puedo casarme con todo lo que estás viviendo. Conozco a Cielo desde que nació, no puedo celebrar algo mientras ella sufre —se secó las lágrimas mientras algunas comenzaban a caer de los ojos de Lexie—. Él lo entendió, aunque estoy segura de que se molesto, ¿quién no lo haría? Pero al menos, intentó que no se notara. Cuando le dije que vendría, Pat no quería que viajara sola, pero tampoco podía acompañarme por su trabajo, así que tomé el primer avión que encontré y vine. Quería hablar con mis padres en persona para decirles que íbamos a cambiar la fecha, hasta ahí todo iba bien.

»Fue entonces cuando me encontré sin querer con Tyler en el supermercado, estaba completamente paralizado y puedo jurar que vi dolor en sus ojos apenas me vio, eso me partió el corazón ya que, ¡vamos! Es Tyler Campbell, él supuestamente no siente dolor. Intenté cortar la conversación lo más rápido que pude, no necesitaba que diera vuelta mi mundo otra vez, pero no me dejó ir. Me invitó un café y yo, la estúpida, no pude decirle que no; nunca he podido hacerlo.

—¿Un café que terminó por confundir todo?

—No sé ni cómo pasó, digo, claro que lo sé pero fue tan... diferente. Sentía que podía contarle cualquier cosa y me escuchaba en silencio, como siempre hizo. Cuando desperté a su lado me di cuenta de lo que había hecho y lo peor de todo era que me sentía culpable, pero no de haberlo hecho, sino que de no arrepentirme. Me fui del departamento de Tyler antes de que despertara y esa noche llamé a Pat, le dije que no quería posponer la boda, que quería cancelarla.

—¿Qué te dijo?

—Se puso como loco, soltó algunos insultos y yo no podía hacer nada, me merecía cada uno de ellos. Me llamó unos días después pidiéndome disculpas por las cosas que dijo y solo le contesté que me quedaría acá por un tiempo, que necesitaba pensar. Dijo que me esperaría pero no estoy segura de si quiero que lo haga.

—Va a ser lo mejor, si estás confundida tal vez unos días lejos de todo te haga bien. Aunque no sé si ver a Tyler seguido te ayude a eso.

—Lo sé, lo he estado evitando desde ese día. No deja de llamarme, pero sé lo que pasará si contesto. Tampoco le contesto a Pat, creo que no entiende lo que un tiempo significa.

—Deberás hablar con él tarde o temprano, todo se sabe algún día y te digo por experiencia propia que mientras más esperes será peor.

Su amiga volvió a poner sus manos en su rostro mientras seguía llorando y Lexie la intentaba consolar. Luego de unos minutos, Lexie se levantó a preparar té, era del tipo de mujeres con el lema de: «No hay nada que un buen té no solucione», aunque sabía muy bien que no siempre funcionaba y no solía aplicarse a corazones rotos.

Cuando volvió con una tetera de cerámica y dos tazas, su amiga ya había dejado de llorar por completo e intentaba retocar un poco su maquillaje corrido. Se sentó a su lado y sirvió el té.

—Jo me contó que estás saliendo con un médico italiano súper sexy.

El comentario de Heather hizo que casi derramara todo el contenido de la tetera sobre la mesa y la mirara totalmente sonrojada.

—Juro que lo dijo con esas palabras —rió Heather justificándose, claramente divertida.

—Ya lo creo, son palabras propias de Jo. Supongo que al fin, después de tanto tiempo pude abrir mi corazón a alguien más. Me hice la idea de que yo también merecía ser feliz con alguien que me quisiera y debo admitir que Gianluca me vuelve completamente loca.

—¿Gianluca? Hasta su nombre suena sexy —Lexie no pudo evitar soltar una carcajada—. ¿Son novios?

—Desde ayer.

Su amiga lanzó un pequeño grito, no lo suficientemente fuerte como para despertar a Cielo, pero sí para demostrar su emoción. Comenzó a pedirle que le contara todo, desde el principio y Lexie no tardó en hacerlo; recordaba cada momento, cada encuentro, cada detalle a la perfección y Heather pudo notar cómo los ojos de su amiga volvían a brillar, brillaban como hacía mucho tiempo no lo hacían y eso también lograba que olvidara todos los problemas que traía con ella.

Cerca de las siete de la tarde, el timbre sonó y cuando Lexie fue a abrir la puerta se encontró con Nick, quien venía con unas bolsas.

—Traje comida, terminé antes y Adán me llamó, dijo que estabas cansada para cocinar.

—¿Pudiste arreglar lo del caso?

—Sí, Charlie solo estaba asustada porque el tipo ese se apareció en su casa a pesar de la orden de alejamiento. Pero ya está más tranquila ahora que sabe que eso nos puede ayudar aún más en el juicio.

A Lexie le sorprendió un poco que se dirigiera a la chica por su apodo, no solía hacerlo, siempre los trataba con demasiada formalidad pero no le tomó demasiada importancia, la chica era bastante joven, tal vez era alguna forma para que confiara en él. Después de todo, era su trabajo y él sabía cómo hacer las cosas.

—Cuando Adán dijo que había una visita, creí que era el italiano —mencionó él mientras dejaba las bolsas en un mueble—. Hola, Heather.

—Debo admitir que esto es lo más raro que he visto en los últimos años —la mujer estaba anonadada por la buena relación que veía entre ellos y se acercó a saludar al que alguna vez fue su amigo. Claro, hasta que rompió el corazón de su amiga y ella el del amigo de Nick.

—Sí, las cosas han cambiado un poco.

—Veo que no te sorprende que esté aquí, supongo que has hablado con Tyler.

—Sí, deberías devolverle algunas de las llamadas. Se está volviendo loco.

Esas palabras hicieron que el interior de Heather diera un salto pero intentó que no se notara. Hizo ademán de irse pero insistieron en que se quedara a comer con ellos, asegurándole que había comida de sobra. Llamaron a los niños y los cinco tuvieron una cena de lo más normal, como si los últimos tres años no hubiesen existido. Fue como retroceder en el tiempo, solo que ese día Lexie ya no estaba casada con Nick y parecía ser muy feliz con su nuevo novio.

Cuando los chicos estaban durmiendo y Heather se hubo marchado, solo quedaban Nick y Lexie sentados en el sillón, cada uno con una copa de vino en la mano, ella se armó de valor para contarle lo de Gianluca. No quería que hubieran secretos, deseaba dejar las cosas completamente claras.

—Nick, tengo que hablar de algo contigo.

—Te pidió que fueras su novia y dijiste que sí, ¿verdad?




La vida sucede (LIH#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora