Capítulo 29: Colibríes de todos los colores.

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-Púdrete en el infierno-repliqué.

-No me hagas decirlo.

-Vete a la mierda.

-Tommy, te tengo aprecio, no hagas que lo diga.

-Di lo que quieras, no voy a...

-Megan está soltera y va a estar en la fiesta.

Clavé la mirada en él.

-Es mentira.

-No.

-Sabía que ese hijo de puta no le duraría ni dos minutos.

-Quiere ponerte celoso-asintió Scott, reclinándose en la silla y sacando la cajetilla de tabaco. Luego recordó que no podíamos fumar en mi habitación, y la volvió a guardar con gesto triste.

-Sal de mi puta habitación; no quiero que me mires mientras me cambio para hacerte pajas cuando lleguemos a casa.

-Qué bidimensional eres, tío-suspiró, pero se levantó y, con la parsimonia que le caracterizaba cuando iba a entregar los exámenes, abandonó la habitación.

Minutos después, me reunía con él en el salón de mi casa.

-¿Adónde vais?-preguntó mamá, sin mirarnos siquiera.

-A secuestrar empresarios para pedir una buena suma por ellos.

-Suena bien. Dile a tu padre que te vas.

-¿Por qué no se lo dices tú?

-Porque no me da la gana, y dado que te he sacado de mis entrañas...

-Me encanta tu talento para cagarla, hermano-se burló Scott.

-...con sangre, sudor y lágrimas, y te llevé dentro durante 9 meses, y dejé que me deformaras el cuerpo simplemente porque la madre naturaleza os configura de esa manera, creo que todavía tengo un poco de autoridad en esta casa. Dile a tu padre que te vas. Y luego cierra con llave. Y la próxima vez que me jodas el final de una película, te dejo sin paga 6 meses.

-Puedo sacar eso sólo con una foto de Instagram.

-Pues empieza. Y no me contestes. ¿Por qué sacasteis todos ese gen rebelde mío? Con mi madre era menos ofensivo responder-gruñó, cambiando de canal.

Pusimos los ojos en blanco y nos encaminamos al comedor, donde mi padre solía sentarse a corregir ejercicios.

-Papá.

-Mmm.

-Nos vamos.

Levantó los ojos.

-¿Adónde?

-De fiesta.

Alzó las cejas.

-No iréis a drogaros, ¿no?

Sacudimos la cabeza.

-Ah, Zayn y yo mentíamos igual de mal que vosotros-chasqueó la lengua-. Procurad venir bien para cuando volváis a casa. Y llevaos a Diana.

La sonrisa de Scott bien podría haber iluminado un estadio de fútbol entero.

-¿Qué? ¿A Diana? ¿Por qué?

Chasing the stars [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora