Capítulo 28: Florencia en un río.

56 9 0
                                    


-Yo sí que necesito un cigarro-murmuró, pasándose una mano por el pelo cuando terminé de contarle mi historia-. Puede que una cajetilla. No, joder, necesito una fábrica entera.

Se reclinó en el asiento, clavándome la mirada. No sabría decir si estaba cabreado conmigo, o consigo mismo, o si estaba contento por mí, o molesto, o...

-Estoy orgulloso, T.

-¿En serio?

Asintió.

-No todos los días tu mejor amigo se folla a una modelo, ¿sabes? Y para colmo, una nueva de Victoria's. Una promesa. Mi trabajo contigo ha terminado, y eso me entristece, pero a la vez me alegro de que el alumno haya superado al maestro-alzó las manos-. Bueno, ¿para cuándo la petición de matrimonio?

Negué con la cabeza, jugando con el borde de mi camiseta.

-No puedo empezar a salir con ella. Mis padres me matarían.

-No creo que tuvieras a Louis en la cabeza cuando la tenías encima de ti... o debajo. ¿Eh, hermano?-sonrió, dándome un toque en el codo-. Venga, Tommy. Te mereces esto. Puede que Diana sea ese clavo que saca al otro, ya me entiendes.

-Pensé en ella cuando paramos. Varias veces.

Se le borró la sonrisa de la cara; su semblante se ensombreció y un ceño decidió hacer acto de presencia en la frontera entre sus cejas.

-No me jodas.

Asentí despacio, sin atreverme a mirar a Scott a los ojos.

-Dios, Tommy, estás más jodido de lo que pensaba.

Volví a asentir.

-Recapitulando: te lo pasas bien con Diana, y ella bloque a Me...a la otra de tus pensamientos. Pero cuando se va, tú vuelves a pensar en "la otra", y todo vuelve a empezar.

-No voy a pasar página nunca, ¿verdad?

-No, estúpido-Scott se frotó las manos y bajó la mirada, como si pudiera ver el efecto que tenía la fricción en ellas, como si las corrientes de aire mínimas que era capaz de crear fueran visibles cual aura, cambiantes en cuanto a color, vibrantes, brillantes...-. Te va a costar-accedió, asintiendo despacio-, y puede que no sea suficiente conmigo. Sé que te estoy descubriendo América ahora mismo, pero yo no soy dios. No puedo hacerlo todo, no doy abasto. Entre tú y Jenn, no sé todavía cómo me las apaño para dormir por las noches.

-¿Sigue pidiéndote más seriedad?

-Quiere que le abra las puertas cuando vamos a los sitios. Y yo le digo "¿te pasa algo en las manos?", y ella se cabrea, y discutimos. Luego vienen las reconciliaciones, que son, evidentemente, lo mejor de estar con ella. Pero... en fin. Estamos hablando de ti. ¿Qué piensas hacer?

-No puedo dejar que esto se repita.

-Repetirlo sería lo mejor que podrías hacer. Puede que Diana termine siendo lo que te hace falta para acabar con esa influencia de la otra. Ya sé que pensar en Megan justo cuando te acabas de tirar a Diana no es buena señal-alzó las manos al ver la mirada condescendiente que le lancé-, pero, ¿no estamos haciendo progresos? Al menos estabas contento hasta que te dejó a medias. Eso es un comienzo. Desde lo de la fiesta de inicio de curso, has avanzado bastante.

Chasing the stars [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora