Capítulo 16: Half Direction

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Eri corrió hacia Niall, se abalanzó sobre él y le echó los brazos al cuello. Él la cogió de la cintura y la alzó en el aire, riéndose, mientras ella arrimaba la nariz a su cuello e inhalaba su aroma, el aroma de Irlanda. Le encantaba su olor a despreocupación, cerveza, diversión, y campos esmeralda de hierba pura y fuerte. Nunca, jamás, perdía ese aroma suyo, y ella lo agradecía, porque le recordaba todo lo que había sido y se había abandonado hacía mucho tiempo.

De los cinco, Niall era el que más se parecía a su mejor versión: con la vitalidad de un veinteañero, seguía comportándose y pensando como tal, lo que hacía que todo el mundo se sintiera atraído por él. Además, el tiempo se había olvidado de sus facciones, tan poco castigadas y suaves como siempre.

Niall enterró la cara en el pelo de ella, y también aspiró, probando el aroma a frutas tropicales que manaba de su melena y a frambuesa que despedía su piel en rayos de sol.

La besó en la mejilla mientras ella lo abrazaba con fuerza, y le susurró al oído "yo soy español, español, español", en su perfecto castellano, sin acento, lo que provocó que le acariciara la nuca y le devolviera el beso.

Lo mejor era que Niall le quitaba 20 años de un plumazo, y Eri volvía a sentirse sana y llena de vitalidad, como la adolescente que había sido cuando los conoció.

Louis dejó escapar una risa jocosa que no pudo, y tampoco quiso, evitar. Le dio un codazo a Zayn, que volvía a tener la lengua entre los dientes, dibujando aquella sincera sonrisa que tantas pasiones había levantado y casi ninguna había encontrado la oportunidad de apaciguar.

-Tócate los huevos, tío. Cómo saluda a los amigos. Se alegra más de ver al puñetero irlandés que de verme a mí cuando vuelvo a casa del trabajo.

-Es que a ti te tengo muy visto.

-Vale, ¿eh? Vale. Ya llorarás cuando me vaya con otra.

-Peor para ti, Louis. Así me quedo yo con ella-Niall se echó a reír, y recibió un beso como prenda de la dama de la que era caballero andante. Ésta, que vestía vaqueros y algodón en lugar de sedas y volantes, tuvo que ponerse de puntillas sobre sus pies descalzos para agradecer a su soldado que marchase a la batalla por ella, para defender su honor.

-Coged las cosas más importantes, haced las maletas e idos a la mierda-espetó Louis, fingiéndose enfadado, tal vez por ser ajeno a aquel rollo medieval que tanto divertía a los dos únicos extranjeros en su casa.

-Así tendrán tiempo para ponerse al día... y lo que no es al día.

-Zayn, me cago en la puta, ¿voy yo a tu casa a pinchar a tu mujer?

-Cada vez que puedes.

-Bueno, pero eso es... divertido. Además, que yo lo haga no quiere decir que automáticamente lo tengas que hacer tú.

-Pero es que... es divertido.

Los compañeros de travesuras se midieron con la mirada, pero la tensión se disipó y se sonrieron. Louis alzó las cejas mientras Zayn achinaba los ojos, cambiaba el peso de su cuerpo de un pie a otro y miraba al suelo un segundo, cada uno con una sonrisa en la boca.

Mientras tanto, Erika se lamentaba por haber dejado que Niall cogiera un avión para, encima, ayudarla a poner a punto su casa. Niall agitó la mano en el aire.

-Es lo bueno que tiene ser rico: haces lo que quieres, sin preocuparte por lo que los demás más lo hacen.

En ese instante, cuando la bolsa de Niall regresó a la captura de los dedos de su dueño, Eleanor hizo la aparición estelar de un cometa: a pesar de no querer atención, se encontró con todos los ojos fijos en ella, y lo que iba a ser un trayecto discreto, silencioso y rápido se convirtió en un paseo de horas, en la que el público apenas respiraba por miedo a que el aliento hiciera perder algo importante.

Chasing the stars [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora