60 - Último Capítulo

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Había llegado el momento más esperado de toda la temporada, había llegado la final en Cardiff, la familia y amigos de Paulo llegarían hoy a la ciudad y el argentino me había dejado al cargo de ellos, es decir que me tocaba ver si habían llegado bien y saber dónde estaban y todo ese asunto. Además de eso, tenía que hacer el video para subir al blog y preparar no sé cuántas cosas más… Bueno, que no llevaba ni dos horas haciendo cosas y ya estaba agobiada y sudando. Estaba dando vueltas por el campo, los jugadores también daban vueltas por el campo, Paulo llegó a mi lado y pasó su brazo por mis hombros y seguímos caminando mientras me abanicaba.

-Mirá quién entró. -me dijo al oído

-¿Quién?

Miré hacia la entrada del campo y vi entrar a los jugadores del Real Madrid, busqué con la mirada al madrileño, cuando le vi saludando a Bonucci y a Marchisio me fui corriendo hacia él. Salté a sus brazos y él me abrazó rápidamente, dio vueltas conmigo en brazos y reímos.

-Vaya día para volver a encontrarnos. -dije cuando me bajó.

-La verdad es que sí, no podías venirte otro día no, tenía que ser hoy.

-Encima será mía la culpa, no si…

-Anda tonta, sabes que siempre me gusta verte.

Al momento Paulo se acercó y se saludaron los dos, no había nada más bonito que verles a los dos juntos. Luego vi a una vieja, o no tan vieja, amiga y decidí ir a saludarla.

-Te veo bien con esa camiseta. -reí y nos abrazamos.

-Lo tuyo sí que es sorpresa, no me imaginaba verte con esa.

Serena Ramos y yo siempre fuimos buenas amigas pesé a los “rifirafes” de nuestros hermanos. Estuvimos hablando un rato sobre nuestras vidas, parejas, familia, trabajo… De todo. Al final los jugadores tuvieron que ir abandonando el campo y nos fuimos despidiendo los unos de los otros.

***

Estaba dando vueltas por la zona que había sido asignada a la Juventus. El partido comenzaría en breves, y estaba más nerviosa que nunca, no nerviosa por el partido, nerviosa por Paulo, hoy podía pasar de todo y fuese lo que fuese iba a ser importante para él. Salí del túnel de vestuarios y me fui al campo, la celebración de apertura iba a comenzar, no teníamos ni idea de cómo iban a ir las cosas, pero esperábamos que todo fuera en nuestro favor. Quería ver a Paulo sonreír de nuevo, quería verle ilusionado de nuevo, quería verle levantando una copa más. Terminó el espectáculo y entonces los jugadores salieron al campo, yo me puse de pie y el himno de la Champions cantado por Andre Boccelli retumbó en todo el campo. Poco después, los chicos vinieron a dejar sus chaquetas, y como era costumbre, Dybala me dio la suya y un último beso. Le deseé suerte y me fui a sentar a mi asiento, al lado de Marko.

Los primeros minutos de partido siempre son los peores, pero puedo decir que la Juve fue la que estuvo liderando esos minutos. Estaba super nerviosa y no sabía cómo tranquilizarme, el Madrid también lo estaba haciendo muy bien y eso no era buena señal. Llevé mis manos a la cara cuando Cristiano marcaba el primero para el equipo español… Las caras de los jugadores eran verdaderos poemas, pero aún así, siguieron y no pararon de intentarlo hasta que Mandžukić marcó el gol del empate. Grité como nunca lo había hecho y salté com nunca, Marko me abrazó fuerte y no pude evitar grabar nuestra celebración. Finalmente esperado descanso llegó y los futbolistas entraron de nuevo en el interior del estadio.

Los 15 minutos de descanso se me hicieron realmente eternos, no sabía qué hacer para distraerme, tenía demasiadas ganas de ver a Paulo, tenía demasiadas ganas de que esto acabara y de que lo hiciera con la victoria de la Juventus. El segundo tiempo comenzó con algo más de movimiento por parte del Madrid, no me gustaba eso, si marcaban otro gol estaba segura de que nos… La próxima vez no diré nada, Casemiro marcó el segundo y poco después, Cristiano sentenció el partido con el tercero… Cerré los ojos y apoyé mi cara en mis manos, ahora sí que no había manera… En el 90’ Asensio marcó el cuarto y a mi ya se me saltaron las lágrimas sin poder evitarlo. Marko pasó su brazo por mis hombros y yo apoyé mi cabeza en el suyo. Estaban tan cerca de conseguirlo… Cuando el árbitro pitó el final la mayoría de jugadores se sentaron en el suelo y yo bajé hasta donde se encontraba Paulo, estaba triste y con la mirada perdida. No dijo nada, solo me abrazó con fuerza y yo hice lo mismo.

Torino |Paulo Dybala|Where stories live. Discover now