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Hoy teníamos que marcharnos a Crotone, es decir, nos iríamos al otro extremo de Italia, a la punta de la bota, como le digo yo a la forma extraña del país. Teníamos que madrugar un poquito menos porque iríamos en avión. Antes el problema era irme yo sola con Paulo a otra ciudad durante, mínimo tres días, ahora el problema era dejar a mi perro con alguien que no fuera yo. Visto lo ocurrido con Paulo ayer…

-¡Dale Helena! Llegamos tarde por tu culpa. -dijo Paulo con el perro en brazos delante de la puerta de la casa.

-Te callas y dejas a MI perro en el suelo. Llegamos de sobra. -dije mientras le quitaba el perro de las manos.

-Yo te regalé el perro, además, me quiere más a mí -me dijo mientras me arrinconaba contra la pared, con Caín por el medio -. Y ya llegamos con 5 minutos de retraso.

Se separó y fue a la cocina a despedirse de Sarah, les vi besarse y estar acaramelados y eso me hizo apartar la mirada y mirar a Caín que seguía en mis brazos. Bueno, miremos el lado bueno, Paulo me regaló a mi el perro y no a mi hermana, yo tengo algo de él. Lo malo es que ella lo tiene a él...

-La vida es muy dura a veces pero tú siempre estarás conmigo. -le dije dándole besos en la cabeza y dejándolo en el suelo.

Y eso me hizo pensar… ¿Qué pasará después de este año? Quiero decir, Paulo podría fichar por otro equipo, yo me podría volver a España, igual no volvía a trabajar para la Juventus, puede que me fuera a otro país… No volvería a ver a Paulo y no era algo que quisiera ahora mismo. Tengo que ser sincera, no le veía futuro a la relación de mi hermana con Paulo, igual que no le veía mucho futuro a mi relación con Sergi… No puedo mentir, al menos a mí misma no, yo no me veía casada con Sergi y con hijos. Pasábamos mucho tiempo separados ahora y me daba cuenta que necesitaba a alguien que estuviera conmigo. Pero bueno, podría volver a España el año que viene y… No. No me puedo engañar. Yo me veía en una familia, con dos hijo, un niño y una niña, un perro y un marido que me quisiera y que siempre estuviera de mi lado, en las buenas y en las malas. Y creo que Sergi no era el indicado… Pero por ahora es a quien quiero, o eso creo…

-¿Estás lista ya? ¿O querés que te deje más tiempo para meditar? -me dijo Paulo abriendo la puerta.

-Y está claro que tú tampoco… -dije refiriéndome a mis anteriores pensamientos.

-¿Qué decís?

-Nada.

Fuimos directos al coche y yo conduje hasta el Juventus Stadium, porque dejábamos allí los coches, y nos llevaban desde allí directos al aeropuerto. Cuando llegamos todo el mundo nos comenzó a molestar por llegar tarde, fue entrar en el autobús y nos llovieron almohadas y ropa a montones. Comenzamos a caminar y cuando llegué a donde estaba Marko me paré, me había guardado el sitio. Paulo se paró y me miró.

-¿Vamos no?

-Yo me siento aquí. -le dije colocando las cosas en las baldas de arriba de los asientos.

-¿Pero venite conmigo no?

-Siempre me siento con Marko.

-¿Pero por qué no te sentás conmigo? Antes lo hacías.

-Ya, pero luego conocí a Marko, es mi mejor amigo, no le voy a dejar solo.

-Helena no pasa nada. -me dijo Marko cogiéndome del brazo.

-Dale, venite conmigo.

-Paulo, no.

-Dale… -miré a Marko y le pedí perdón, él me guiñó el ojo.

-Eres muy pesado Dybala. -le dije cogiendo las cosas.

-Pero así me querés. -chocó la mano con Marko y yo puse los ojos en blanco, no me lo creo…

Torino |Paulo Dybala|Where stories live. Discover now