Torino |Paulo Dybala|

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Ahora hasta el domingo los chicos no volvía a jugar y decidieron dar a los jugadores el día libre. Por tanto yo también estuve de día libre, eso me permitió tener la mañana para dormir hasta la hora que me dio la gana. Bueno hasta que mi hermana decidió despertarme, poco había dormido por la noche ya que de nuevo, sonaron cosas extrañas y creo que os podéis imaginar qué fue… Me levanté y bajé al piso de abajo encontrándome con una escena un tanto…

-Helena… -dijo Sarah apartando a Paulo de ella y bajándose de la mesa.

-Tranquilos, si no pasa nada…

Me fui directa al salón y encendí la  tele. No me gustaba nada encontrarme con esas cosas, pero tampoco iba a decirles nada, al fin y al cabo están juntos. Ellos estaban en la cocina juntos, bromeando y haciéndose cariñitos, no podía evitar mirarles. Él la tenía sujeta por la cintura, abrazándola desde atrás y dándole besos en el cuello. Mi hermana solo podía reír e intentar parar a su novio. Me levanté y salí por la puerta del salón sin que ellos se dieran cuenta, creo que prefería estar en la cama todo el día hablando con Gerard…

Me cambié de ropa y me puse unos pantalones calentitos y la camiseta que me había dejado Paulo el día anterior. Creo que esta no se la iba a devolver, en realidad le he robado camisetas a muchos chicos, a Gerard, a Sergi, a Álvaro… Me gustaban y por tanto nunca se las devolvía. Me tiré de nuevo en la cama después de arreglarla un poco y encendí el ordenador, creo que era hora de una maratón de películas… Decidí ver primero mi película favorita, El Rey León, decid lo que queráis pero nunca me canso de verla, luego vi Pearl Harbour, con la que acabé llorando y ahora estaba mirando las noticias… Recibí una llamada por Skype un tanto inesperada pero agradecida.

-No me lo puedo creer, Álvaro Morata llamándome. -él sonrió a través de la pantalla.

-¿De qué te extrañas? ¿Creías que no llamaría a mi mejor amiga?

-La última vez que hablamos por teléfono me dijiste que estabas en el hospital con una amiga.

-La última vez tú estabas aquí en España y no trabajando para la Juventus.

-¿Y tú cómo te has enterado de eso merengue?

-Resulta que jugué en la Juve, tengo amigos, tengo instagram, te sigo y subes fotos de Paulo Dybala, a mí me explicas las cosas. -me dijo serio para luego acabar riendo.

-Tampoco hay mucho que explicar, me vine aquí a por trabajo y lo encontré en la Juve y subo fotos de Paulo porque es mi amigo y está saliendo con Sarah, por tanto yo estoy viviendo en su casa. -él me miraba con una ceja levantada.

-Como mejor amigo que soy tuyo, esas cosas se cuentan.

-Como mejor amiga tuya, me deberías haber dicho que te casas. -le di la vuelta al cazo.

-Bueno, tengo que ver eso todavía. -dijo mirándose las manos.

-¿La chica del hospital? -él asintió -¿Cómo se llama? ¿De dónde es?

-Se llama Electtra y es de Turín, lo cual es una coincidencia, todo me lleva de nuevo a Italia.

Seguimos hablando durante una hora entera, hacía mucho que no manteníamos una conversación como esta, echaba de menos a mi mejor amigo. Puede que en España él estuviera en Madrid y yo en Barcelona pero hablábamos más a menudo. Antes de terminar la llamada, la puerta de mi cuarto se abrió dejando pasar a un Paulo todavía en pijama, a las cuatro de la tarde…

-Oye, hablamos otro día esque… -le empecé a decir a Álvaro.

-Amor ¿con quién hablás? -dijo Paulo. Lo mato.