Torino |Paulo Dybala|

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Había pasado el día mosqueada con Paulo y lo peor es que mañana tenían partido. No tenía ni la más mínima gana de discutir con él pero sabía que en cualquier momento acabaríamos haciéndolo, era algo nuestro por lo visto. ¿Por qué siempre me ponía de mal humor? Ni Marko me ponía así por favor, que digo Marko, ni Sergi me ponía de tan mal humor.

Caminé por el pasillo hasta llegar al campo y me fui a las gradas. Mario fue a grabarlos mientras entrenaban, yo solo me quedaba mirándolos a todos pero con más atención en Paulo. Al poco vi a María sentarse a mi lado y sonreír hacia Marko que la saludó, eso en verdad me causó algo de celos. Sí, tengo celos de que una amiga pueda tener algo con mi mejor amigo… Hice una mueca con la boca y seguí mirando al campo.

-¿Estás bien?

-Perfectamente. -le contesté seca.

-¿Seguro? Porque no parece que lo estés pasando muy bien, es más pareces aburrida y enfadada con el mundo.

-No sé qué te hace pensar eso pero estoy perfecta.

-Helena, quiero que me seas sincera -la miré aburrida -. ¿Hace cuánto que no te acuestas con alguien?

-¡¿Qué?!

-Dudo que se tu periodo el que te ponga así, porque hace cinco días hablamos y me dijiste que ya no estabas incómoda por eso, así que supongo que será porque no te has acostado con alguien desde hace bast…

-Si crees que el problema es mi falta de sexo estás muy equivocada. -le dije seria.

-Créeme tener sexo con un futbolista no es tan malo… -dijo sonriendo.

-Te recuerdo que Sergi era futbolista y nos acostamos. Espera, ¿te has acostado con Marko? -dije con rabia.

-Sí y te puedo asegurar que chicos así…

-Estupendo. -cogí mi móvil y me fui.

Me fui al centro y comencé a caminar por los pasillos hasta que llegué a la azotea, bueno mejor dicho, al tejado. Era por la tarde y estaba segura que los del Barça tenían el día libre después del partido del otro día. Cogí el móvil y le hice una videollamada a Sergi.

-Ya esperaba tu llamada. -me dijo riendo.

-¿Tan mal crees que vivo que ya esperas mi llamada?

-Bueno, te conozco.

-Será eso… -suspiré mirándole -Aunque no te lo creas, te echo de menos. -Sergi me sonrió y luego miró al suelo.

-¿Qué es lo que ha pasado?

-No tengo ni idea pero estoy super irritable. Ni yo me aguanto.

-Pero ¿por qué? ¿Por Paulo? ¿Por tu hermana?

-No sé, me acaba de decir una amiga que se acaba de acostar con Marko y me ha molestado, me he puesto de mal humor. Últimamente pasa un poco de mí…

-Y ahí está el problema. Estás celosa. -dijo obvio.

-Sí, buena broma Roberto.

-Es cierto. Estás celosa porque crees que te están robando a tu mejor amigo.

-Es mi mejor amigo, no me lo puede robar. -dije haciéndole burla.

-¡Ves! Te molesta porque, además de Paulo, es al único que le tienes la suficiente confianza como para contarle todo.

-Eso no es verdad…

-Helena, ¿tienes miedo? ¿A que te dejemos sola? -me dijo preocupado -¿Helena hace cuánto que no hablas con tus padres? ¿Hace cuánto que no hablas con Gerard? -no contesté - Helena.