58

4.4K 219 42
                                    

Estábamos todos super nerviosos y emocionados, mañana sería la vuelta de Champions, mañana esperábamos ser los primeros que fueran a Cardiff. Mañana teníamos que ganar. Estaba en el salón mirando la televisión, Paulo estaba por la cocina haciendo Dios sabe qué, seguro algún estropicio. Al momento apareció con una taza en la mano, ¿qué haría? Se sentó a mi lado y pasó su brazo por encima de mis hombros, luego me dio la taza. Chocolate con nubes. Dejé la taza en la mesa y me lancé encima de él para besarle, por favor, es imposible querer tanto a alguien.

Al final acabamos los dos tumbados en el sofá, él debajo mientras me acariciaba la espalda por debajo de la camiseta, y yo con mi nariz en su cuello y con los ojos cerrados. Eran las siete de la tarde, pero ya estaba cansada, ambos tuvimos el día movidito, entre entrenamientos, entrevistas, ruedas de prensa y más rollos… Apenas pude ver hoy a Marko, sabía que estaba bien con María, pero poco más.

-¿Estás cansada?

-Preocupada, mañana puede pasar de todo -le miré a los ojos -. Tenéis que marcar.

-Sabes que siempre intento marcar por vos.

-¿Por mí?

-Claro, sino por qué salgo siempre con esto.

Sacó su mano de debajo de mi camiseta y yo miré lo que me enseñaba. Aquella famosa pulsera que le había dado hacía tiempo. Sonreí y entrelacé nuestras manos.

-No me creo que aún la guardes.

-Me da suerte y aunque no lo creás, cuando nos estabas conmigo, me ayudaba porque sabía que te tendría siempre cerca.

-Pero ¿cómo eres tan -intentaba encontrar la palabra adecuada -cariñoso?

-Me sacaron así de fábrica. -rió y le besé.

***

Estaba en el campo dando vueltas, estaba super nerviosa, podría pasar de todo y de verdad quería que la Juve ganara este partido y fuera a Cardiff, más por ellos que por mí, se lo merecían. Pero bueno, que yo también quiero conocer esa ciudad. Andaba por el césped mientras se preparaba todo para el partido, os juro que estaba tan nerviosa que me estaba tomando una tila para relajar. Que vale, ganamos de 2, pero el PSG ganaba de 4 y las cosas fueron diferentes.

Pasaron unas manos por mis hombros y al momento supe de quién se trataba.

-Relajáte ¿querés? Soy yo el que juega el partido.

-Pero mientras tu estás en el campo, yo estoy en la grada, sufriendo y con ganas de darle patadas al balón. -me giré para mirarle de frente.

-Te cambio el sitio.

-Entonces sí que no pasais. -reí y él me abrazó fuertemente mientras hablaba.

-No sabés las ganas que tenía de llegar acá este año, será mi primera final de Champions… -le sentí reír -Joder, que tengo 23 años y podría ser campeón de Europa. -me separé y le peiné un poco.

-¿Y necesitas una copa para sentirte campeón de Europa? Paulo, te puedo asegurar que ya lo eres, sin necesidad de copa, la gente te adora. Eso, eso, la gente, tus seguidores, eso, es lo que te hace campeón y creeme, tú lo eres desde hace mucho tiempo -le volví a abrazar -. Y yo también lo soy desde que estás conmigo. Gané algo mejor que una copa.

Me besó y caminamos hacia los asientos para sentarnos.

-Las competiciones importantes te ponen sentimental.

-Siempre jodiendo todo… Ya te vale Dybala.

-Entonces, según vos, yo ya soy campeón, pero no por la gente que me apoya. Sino por vos.

Torino |Paulo Dybala|Where stories live. Discover now