Torino |Paulo Dybala|

07

Mi hermana me miró y yo seguía seria. No me creo que sea tan idiota para ponerle los cuernos a Paulo. A ver que va a ser esto, no me quedo yo ahí, como una idiota con Paulo intentando besarme y yo negándome para ser buena hermana. Resistiéndome más bien porque las ganas no me faltaron en ese momento. Me acerqué a ella y la cogí del brazo porque no me decía nada. 

-¡Sarah! Contéstame.

-No te alteres, ¿vale? Ahora te lo explico, pero no te alteres. Ayúdame a tapar esto.

-Sarah, ¿qué has hecho? -le pregunté mientras ella sacaba una caja de maquillaje para taparse eso.

-Fue en el trabajo, quería fotos calientes con un chico y parece que el chico se vino arriba.

-Y tan arriba… -dije por lo bajo.

-Helena ¡ayúdame!

Fui donde ella y la ayudé a tapar el chupetón. Yo no sabía qué decir, si Paulo se enteraba de esto no sabía que podría pasar. Él parecía un chico tan sensible pero luego si le mirabas bien encontrabas la mirada de alguien que no deja que le pase por encima. Cuando terminó de hacerlo yo fui a la puerta para salir.

-Sarah, si Paulo se entera…

-Pero no lo hará. De verdad que no le quiero perder. -me miró con cara de culpabilidad.

-Y no se va a enterar por mí, eso te lo juro.

-Gracias. Por cierto, salís muy bien en la foto.

-¿Qué foto?

-Las de la Juventus, en el campo, Paulo y tú salís muy bien. Las han subido a la web.

-¿Todas?

-Todas, incluso el vídeo en el que intentas subirte a la portería y no puedes. -ese vídeo era patético, me tuvo que subir Bonucci al final, patético…

Le sonreí y salí de la habitación. Me quedé parada en mitad del pasillo, ¿la creo? Por supuesto que no. Había algo en su voz que no me gustaba y sabía que no me estaba contando la verdad. Miré al suelo y decidí bajar para estar con los chicos e intentar olvidarme de ese tema, pero con Paulo abajo… Cuando entré a la cocina vi a los chicos sentados en el salón jugando al FIFA17. ¿Por qué todos los jugadores juegan a eso y luego son más malos que en la vida real? Fui con ellos y me senté en el medio.

-Quiero jugar. -dije para intentar olvidarme de todo.

-Pues te esperás, acabamos en un momento. -me respondió Paulo al momento sin apartar la mirada de la pantalla.

Poco después terminaron, ganó Paulo 2-0. Ahora me tocaba a mí contra él, lo que Dybala no sabía era que yo sabía jugar muy bien a este juego.

-Dale, escogé equipo ya. -me dijo echando la cabeza hacia atrás.

-Cállate. -dije escogiendo finalmente al Barça. Y ahora empecé a cambiar la plantilla a mi gusto.

-Pareces profesional y todo, cambiando jugadores y todo. -me dijo Daniele, a lo que reí.

Cuando terminé de arreglar todo el equipo y demás comenzó el partidito. Dybala no dejaba de resoplar, el balón apenas salía de su mitad de campo y yo tiraba muchas veces a portería pero me faltaba apuntar bien. Daniele reía de las caras y los gestos de Paulo cada vez que un jugador mío se acercaba a su portería. Vi a mi hermana bajar y sentarse al lado de Dani a ver el juego.

-¿Sabías que hace tiempo que mi hermano dejó de jugar con ella porque siempre gana? -dijo Sarah a Paulo.

-¿Qué decís? ¿Me estás cargando?