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Hoy los chicos jugaban contra el Palermo, eso quiere decir que era un partido muy importante. Sobre todo para Paulo porque había sido el equipo que le había dado la oportunidad de llegar a donde estaba ahora. Si el U.S Palermo no le hubiera fichado creo que hoy Paulo Dybala no estaría en la Juventus y en parte agradecía eso porque sino no le hubiera conocido. Lo malo, es que no sabía si sería capaz de llegar a tiempo para ver el partido. Me acerqué a Marko, que estaba bebiendo agua, y le cogí de la muñeca. Le alejé del grupo y cuando estuvimos a una distancia recomendable me dispuse a hablar.

-A ver, lo de hoy va a ser un poco locura.

-¿Por qué? -me dijo bebiendo.

-Digamos que no sé si llegaré a tiempo para ver el partido. -me miró aún con la botella en la boca pero sin beber.

-¿Cómo. Que. No. Vas. A. Venir? -dijo despacio.

-Tengo que hacer una cosa y ya he avisado a Allegri, no sé si me dará tiempo. Pero voy a estar pendiente todo el tiempo…

-No, no, no. Pero no es eso, me refiero a que justamente ¿tiene que ser este partido? ¿No puedes esperar a mañana?

-No puedo cambiarlo ahora, no me di cuenta de que jugábais hoy cuando me avisaron.

-¿Y a dónde tienes que ir tan urgentemente? El partido es a las 20.45. ¿Tanto te va a llevar?

-Digamos que ir a Sassuolo y volver en el mismo día lleva lo suyo.

-¿Y qué demonios vas a ir a hacer tú a Sassuolo? Helena jugamos contra el Palermo. 

-Ya lo sé. Pero ahora no me puedo echar atrás.

-Sí por mí como si te vas a Roma y te quedas allí una semana…

-Noto mucho cariño por tu parte. -dije contándole y bromeando.

-Cállate. No lo digo por mí, lo digo por Paulo, es importante para él.

-Por eso voy a intentar darme la mayor prisa posible. -dije empezando a seguirle cuando se acercaban al resto.

-¿Sabes cómo le va a sentar si se entera de que igual no puedes venir al partido? Le va a sentar como si le hubieran lanzado un adoquín a la cabeza.

-Estoy diciendo que igual llego al partido, al menos para la segunda parte. Salgo de aquí a 15.00 y llegaré sobre las seis a Sassulo, como muy tarde saldré de allí 18.30 porque lo que voy a hacer no llevará mucho tiempo. Estaré para la segunda parte, creo…

-¿Crees? Tienes que venir.

-¿No venís al partido? -dijo Paulo de brazos cruzados detrás de mí.

-Es probable que no llegue…

-Sos increíble. -dijo cortándome.

Pasó por mi lado y sin mirarme para entrar dentro de los vestuarios, últimamente estaba muy insoportable y eso me ponía de los nervios porque las tomaba todas conmigo. Miré a Marko y negué con la cabeza antes de salir del campo y dirigirme a comprar un café. Juro que este chico me saca de mis casillas, si no fuera hombre pensaría que tiene la regla todos los días, porque yo puedo llegar a ser insoportable, pero lo de Paulo es otro nivel. Estuve esperando por él hasta que salió del vestuario y nos dirigimos a su coche. No nos dirigimos la palabra, el miraba la carretera y en ningún momento me miró a mí o en mi dirección.

-No hace falta que me dirijas la palabra pero quiero que sepas que estás actuando como un niño pequeño y mimado. -dije cuando aparcó, iba a salir pero bloqueó el coche y suspiré aburrida.

-Sos vos la que actuás como una nena. No vas a venir al partido más importante para mí y decís que yo soy el nene… No podés no venir por algo que te haya hecho…

Torino |Paulo Dybala|Where stories live. Discover now