Torino |Paulo Dybala|

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Hoy estaba muy nerviosa. Por la tarde sería la competición de patinaje y llevo toda la mañana dando vueltas por Vinovo super nerviosa. No sabía qué hacer para distraerme, bueno se me habían pasado varias ideas por la cabeza, pero no creo que sean muy acertadas... En definitiva que estaba deambulando sin rumbo algunos intentando mantener la calma, la gente intentaba hablar conmigo pero era misión imposible, también me pasaba hace años, nadie, ni siquiera Sergi, lograba intercambiar unas pocas palabras conmigo antes de una competición.

-Tenés que tranquilizarte. Te va a salir bien -me giré y vi a Paulo acercarse a mí. Negué con la cabeza y seguí caminando -. No te pongás así, lo hiciste genial el otro día, hoy lo harás mucho mejor -seguí sin decir nada -. Contestáme, no te quedés callada.

Al final salí de ahí antes de que siguiera hablándome, no quería estar con nadie. Quería estar sola y concentrarme, creo que no debería haber venido porque solo me estoy estresando más. Me puse los cascos y me puse la música que bailaría hoy y estuve todo el rato escuchándola para imaginarme sobre los patines bailando y disfrutando tanto como solía hacer antes. Al final acabé en el gimnasio haciendo cosas para entretenerme. Cada vez que alguien me buscaba yo me escapa de él porque no quería estar con nadie alrededor. Al final llegó el momento de volver a casa y esperar como unas 2 horas antes de que comenzara la competición. Estaban todos saliendo y yo esperaba sentada en el capó del coche de Paulo. Seguía con los cascos puestos y no escuchaba nada de lo que había a mi alrededor, y era mejor así. Algunos de los futbolistas se acercaron y me dijeron que irían a verme sin duda alguna, yo les respondía con un simple "gracias". Paulo se montó en el coche y notó mi nerviosismo y no creo que fuera porque no dejaba de mover la pierna de arriba a abajo, creo que era por otra cosa.

Llegamos a casa y me bajé sin decir nada y me fui directa a la cocina para comer lo primero que pillase y ya poder olvidarme del tema de la comida. Sarah siempre me obligaba a comer antes de una competición, así que lo hice antes de que llegara y me obligara de nuevo. Poco después de que llegasemos Paulo y yo, llegó ella y me vio comiendo así que no me dijo nada. Paulo la saludó con un corto beso y yo me obligué a apartar la mirada en ese momento.

-No sé qué le pasa, no dijo nada en todo el día y me está preocupando. -dijo Paulo a mi hermana.

-Es así siempre, nunca habla con nadie cuando tiene una competición por delante. Ni siquiera hablaba con Sergi o Gerard. Se tiene que concentrar mucho y para eso no le habla a nadie.

-Vale, eso me deja más tranquilo.

Me levanté sin decir nada y me fui a mi habitación. No pensé que volvería a patinar, pero gracias a mi hermano ahora tenía conmigo los trajes que usaba. Los había traído el mismo día que había venido, al parecer todo estaba planeado desde antes. Estuve mirando cuál escogería hasta que al final me decidí por el segundo de los 4 que tenía. Me tiré en la cama y me dediqué a mirar el techo, estando en total y absoluta calma, que era lo que necesitaba ahora. Poco a poco mis ojos se fueron cerrando y me quedé dormida.

-Helena -empezaron a mover mi hombro y a darme suavemente en él -. Helena es la hora, tenemos que ir. -abrí los ojos y vi a mi hermana sentada en mi cama.

-No sé si esto es una buena idea. -dije tras levantarme y empezar a recoger mis cosas.

-Sabes perfectamente que esto es normal en ti. Siempre era igual en España. Siempre te pones nerviosa, pero luego lo bordas. Así que estate tranquila.

-El otro día ensayando fallé muchos pasos...

-Llevabas mucho tiempo sin hacer esas cosas, pero luego cuando te pusiste los cascos no fallaste nada.

-¿Cómo lo sabes? No estabas allí. -le pregunté mientras me ayudaba a peinarme.

-Si estuvieses más atenta te habrías dado cuenta de que Paulo te grabó y lo subió a su InstagramStory. Lo hiciste genial y hoy lo harás mejor.