Torino |Paulo Dybala|

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Tras terminar la excursión a Suassuolo, volvimos a casa y las cosas no es que estuvieran muy bien. Es más estaban super tensas, Paulo seguía sin dirigirme la mirada y algunos jugadores se estaban decantando por un bando, o el mío o el suyo. Entendía que la mayoría estuviera apoyándolo a él, es decir le conocen desde hace más tiempo, no esperaba que no le apoyaran. Conmigo estaban Leo, Alves y Marko y Buffon se mantenía neutral.

-Pues ahora hasta el domingo no jugamos, el lunes tendremos una gala en Milán, una entrega de premios, luego los días siguientes entrenaremos… -me dijo Leo mirando el móvil.

-¿No jugáis en toda la semana? -negó -Pues eso en parte me viene bien, creo que iré a Barcelona esta semana.

-¿A Barcelona?

-Sí, por lo visto el Barça juega contra el Atlético la ida de la semifinal de la Copa del Rey, podré ver a Álvaro también.

-Pero… así sin más.

-Necesito despejarme un poco de todo esto, me está comiendo la cabeza.

-Si es lo que quieres… Igual creo que haces bien, ahora las cosas están un poco tensas.

Poco después llegamos a Vinovo y eso quiere decir una cosa, tengo que volver con Paulo, en su coche, a casa, casa en la que estamos los dos, solos, sin nadie más. Desastre. Salimos del autobús y nos despedimos de todos y cuando llegamos al coche, se notaba la tensión en el habiente… No nos dirigimos la palabra en todo el camino y cuando llegamos a su casa él fue el primero en entrar dejándome sola fuera. Yo saqué el móvil y marqué el número de mi hermana y mientras subía por las escaleras, le conté que había decido irme esta semana a España. Cuando estuve en la habitación compré el billete de vuelo para mañana por la mañana temprano. Espero que esa pequeña escapada me ayude a relajarme.

***

Ahora mismo me encontraba en el aeropuerto, Marko había venido por la mañana y me había traído. Esperó conmigo hasta que tuve que irme a pasar a el control para dirigirme al avión. Cuando ya estuve allí dentro, sentada y cómoda decidí dormir un poco. Lo mejor de todo, es que me había ido de casa de Paulo y no le había dejado ni siquiera una nota… Vaya fallo… Una hora después ya estaba en el aeropuerto de El Prat. Claramente había avisado a mi hermano y a Sergi, por lo que cuando salí me los encontré a los dos allí, que monos… Fui corriendo y lo primero que hice fue lanzarme a los brazos de mi hermano y luego a los de Sergi, que cuando terminó de abrazarme me besó durante un tiempo indefinido.

-Ya te echábamos todos de menos. Algunos más que otros. -dijo Gerard mirando a Sergi.

-Cállate. -dijo el para pasar su brazo por mis hombros.

Nos dirigimos al coche de mi hermano y fuimos por la carretera hasta llegar a la Ciudad Deportiva del Barça. Allí era donde entrenaban los chicos. No sabía por qué me habían traído aquí primero, yo quería ir a casa a dormir… Estaba muy cansada del día anterior. Era lunes y en dos día los chicos jugaban la semifinal de la Copa. Apoyé mi cabeza en el cristal mientras entrábamos al complejo. Al final cuando mi hermano aparcó y demás nos dirigimos al interior del edificio. Creo que jamás me llevé tal susto como el de hoy… Quiero decir que recién entrar por una puerta y que te tiren globos y confeti mientras gritan a todo pulmón “¡Bienvenida!” no es algo que suela pasar todos los días. Cuando me quise dar cuenta estuve por los brazos de casi todos los jugadores, no me había dado ni cuenta porque habían sido muy rápidos todos…

-Parece que la nena del equipo volvió a casa. -me dijo Messi para abrazarme el último.

-Era para que no me echaras de menos mucho más. -dije devolviéndole el abrazo.