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Estábamos en casa de mi hermano, estaba a punto de llegar y eso significaba que la sorpresa comenzaría en breves. Qué le vamos a hacer si los 30 solo se cumplen una vez en la vida. Sentimos un coche llegar y nos escondimos. Yo tenía a Milan en los brazos, que cuando entrase su padre, sería el que primero se acercase a él. cuando la puerta se abrió y mi hermano entró, mi sobrino saltó de mis brazos y fue corriendo hacia su padre. Rápido gritamos entre todos "¡Felicidades!" y él dejó a su hijo para venir y abrazarnos a todos de uno en uno. Ahora mismo echaba de menos que Sarah estuviera aquí, bueno por una parte sí y por otra no, pero es no viene al caso ahora mismo.

-Felicidades hermanito. -le dije cuando me abrazó a mí.

-Sabes mejor que nadie que no hacía falta una fiesta.

-Vosotros me hicisteis a mí una fiesta, creo que era hora de devolverte la sorpresa.

La tarde se pasó sin ningún nuevo acontecimiento, bueno Sergi, al que habían invitado, se pasó una tarde siendo interrogado por Milan. Mi propio sobrino me estaba asustando con las preguntas que le hacía a mi novio, encima es que no se cortaba un pelo y las decía tan tranquilo. No quería ver cómo sería cuando fuera adulto. Sergi ya no supo qué responder cuando le preguntó sobre cuándo tendría primos.

-Milan cariño, creo que es mejor que vayas a dormir ya. -le dije cogiéndole en cuello.

-¿Dónde vas?

-A acostarle, porque vaya tardecita lleva.
-Gerard me asintió y le llevé a su habitación.

Cuando el niño se quedó dormido, volví al salón y me senté de nuevo con Sergi. Él pasó su brazo por mis hombros y nos quedamos ahí recostados mientras veíamos la tele. Al final cuando todos los amigos y familiares se fueron, mi hermano y Shakira vinieron a sentarse con nosotros en el sofá. Al final Sergi acabó quedándose a dormir porque se sobó en el sofá y no se despertaba ni a palazos. Abrimos el sofá, que se transformó en una cama y nos quedamos los dos ahí mientras mi hermano y Shakira se iban a su habitación.

Al día siguiente ya era viernes, Sergi se marchó después de despedirse de mí. Nos quedamos todos los demás en casa de mi hermano a no hacer nada, literalmente. Nos pasamos la mañana tirados por alguna parte de la casa, yo en el salón con Milan viendo la tele y más tarde jugando con mi hermano al FIFA, dejándome ganar algunas vez porque sino no jugaría más conmigo.

-¿Has hablado con Sarah? -me preguntó mientras escogemos los equipos de nuevo.

-La verdad es que no. Ayer la iba a llamar pero se me olvidó. -mentira...

-Por lo visto ha vuelto con Paulo. Me lo dijo ayer cuando hablamos.

-No tenía ni idea... -dije después de toser y sentarme bien.

-¿Pero entre vosotros está todo bien?

-Perfectamente. Somos amigos.

-Bueno, pues entonces todo perfecto. -en ese momento mi teléfono comenzó a sonar.

-Hablando de la reina de Roma...

-En este caso de Turín. -reí.

-Voy a ver que quiere.

Me alejé y fui hacia la terraza, después de coger una chaqueta, para sentarme en una de las sillas que había.

-Dígamelo. -le dije al descolgar

-Tenemos un problema. -respondió de golpe.

-Hola, sí, yo también estoy bien, gracias por preguntar y tu hermano se lo pasó pipa en el cumple -dije sarcásticamente -. ¿Ya no saludamos o cómo va la cosa?

Torino |Paulo Dybala|Where stories live. Discover now