Torino |Paulo Dybala|

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-Está claro que es croata no es lo tuyo…

-me dijo por la pantalla.

-Y no es mi culpa, quiero decir, ¡es un idioma muy raro!

-Estoy seguro de que el ruso es más complicado. -me sonrió y levanté una ceja.

-Это просто. (Eto prosto).

-No tengo ni la menor idea de lo que me has dicho… A tanto no llego.

-He dicho: “Es fácil”. Pero bueno, soy más del inglés, alemán o italiano.

-Como si el alemán fuera más fácil que el croata. Le faltan vocales a esas palabras. -me dijo riendo más.

-Vocales dice… Du bist schön. -le dije mordiéndome el labio.

-Danke.

-¿Pero tú hablas alemán? -pregunté sorprendida -Pensé que…

-No solo hablo italiano o inglés bonita.

Solté una carcajada y dejé caer la cabeza encima de la almohada. Le miraba a través de la pantalla. Estaba tumbado en la cama, con el ordenador en su regazo y los brazos detrás de su cuello. Eso era algo que me gustaba de él, no podía evitar no sentirme atraída por los brazos fuertes. Y estaba claro que Marko le doblaba a Paulo en eso. Pero Dybala siempre tuvo algo que me llamaba… ¡NO! Basta, fuera. No quiero pensar en él.

-Pero yo los controlo mejor.

-No te voy a negar que me gusta más verte y oírte hablarlos que a mí.

-Cómo puedes estar tan tranquilo diciendo eso…

-Porque te conozco y sé qué decirte y en qué momento -sonreí y miré por la ventana -. Me gusta verte sonreír. Ti si najljepša djevojka u Španjolskoj.

-No sé qué has dicho pero diré, gracias.

-Sei la ragazza più bella della Spagna.

-Para ya… -dije poniéndome roja y mirando al suelo.

-No, me gusta decirte lo guapa que eres.

-Dime una cosa, ¿cómo se dice en croata “nunca caminarás solo”?

-Nikada nećete hodati sami. ¿Por qué?

-Por nada, ¿podrías escribirlo?

Hizo lo que le pedí y poco después cortamos la llamada. Decidí salir un poco de la habitación, llevaba toda la mañana ahí metida y no era plan. Iba caminando por el pasillo cuando me encuentro a una chica un poco perdida. Era morena, de cabello oscuro, además parecía cansada y llevaba un estilo deportivo.

-Hola.

-Hola… -me dijo tímida.

-Soy Helena Piqué, ¿tú eres?

-Eh, Daniela. Daniela Lagos.

-Y dime ¿qué hace una chica como tú por aquí perdida? -me interesé.

-Vengo a… Vengo a ver a Saúl.

-¿Ñiguez? -asintió y sonrió -Tienes suerte, iba ahora a verles al entrenamiento. Vente conmigo.

-No quiero molestar…

-No molestas de verdad. Vente -caminamos con calma -. Y dime ¿de qué conoces a Saúl?

-Es amigo mío y de mi hermano. Y bueno, mi hermano me ha dejado aquí… Por lo visto mañana se marcha.

-Sí, tienen que jugar contra Italia. Y yo en dos días me voy con la selección a París, es lo que tiene trabajar con futbolistas.