Casada con un extraño ; m.b // Jadison

Capítulo 47: secuestrala.

Nate POV.

La conduje hasta la oficina, la hice pasar y cerré la puerta.

—Me alegra que hayas venido —me acerque para besarla pero ella giró el rostro.

—Lo que tengas que decir, dilo pronto, que no vine a verte a ti.

—Quiero pedirte que me perdones, me porté como un imbécil anoche, estaba estresado, tengo demasiadas presiones mi amor y me descargue contigo.

—Okay, me voy —será difícil convencerla, se giró para salir pero la detuve.

—Te invito a comer —dije abrazándola por la cintura.

—No, quede a comer con las chicas.

—¿Qué quieres que haga para que me perdones?

—¿Por qué razón le haces caso a las palabras de un machista? —wow, ¿como se había enterado de nuestra plática con Rubén...?— sé que ese estúpido te lavo el cerebro.

—Entiéndeme, estaba estresado y luego lo que nos dijo, ese fue el mejor pretexto para descargarme contigo.

—¿Y no te importo mi embarazo? —dijo con los ojos acuosos.

—Perdóname mi amor, te prometo que jamás volverá a pasar.

—Más te vale bobito —beso mis labios y sonrió— debo irme.

—¿No te quedarás conmigo? —pregunte confuso.

—No, tengo que estar con mi amiga, el troglodita de tu hermano discutió anoche con ella y esta muy mal.

—¿La lastimo? —pregunte sorprendido.

—Sí, tiene algunas marcas de lo que le hizo anoche.

—Hablaré con él, pero no lo juzguen, por favor, tiene demasiadas presiones.

—¡Ese no es motivo para que la haya violado! —gritó enojada, quede realmente sorprendido. Jack ¿había violado a Madison?, eso no era posible, ella era su esposa.

—¿Estás segura?

—Claro que sí, además hay pruebas. Ya sé lo que piensas, ¿por qué violarla si es su esposa?, Madison no quería pasar la noche con él y la obligó, por donde lo veas es violación y tu hermano me las va a pagar.

—No te metas en esos asuntos, por favor Sofi.

—Madison es mi amiga y debo ayudarla, le dijo que era tiempo de que se diera cuenta de quién manda!

—Esto no es culpa de Jack, es de Rubén por llenarle la cabeza con esas tonterías —no podía decirle la verdad a Sofía porque sino en serio que si asesinaba a Jack.

—¿Qué clase de tonterías Nate?

—Cosas de hombres pero no te preocupes yo lo arreglare, ve con las chicas.

—Esta bien, te amo bebé —nos despedimos con un tierno beso y se retiro. De inmediato fui a la oficina de Jack.

—Necesito hablar contigo —le dije serio.

—¿Qué pasa? —respondió sin verme, tenía la mirada fija en unos papeles.

—Te pasaste, jamás pensé que le harías caso a lo que nos dijo Rubén.

—¿A qué te refieres?

—¡Por Dios Jack!, Sofía me conto lo que le hiciste a tu esposa —en cuanto se lo mencione se puso tenso.

—¿Y qué fue lo que le hice? —preguntó escondiendo la mirada de nuevo en unos documentos.

—Abusaste de ella, ¿¡a caso no lo recuerdas!? —suspiró y me vio con los ojos llenos de culpa.

—Me deje llevar, estaba molesto y no sabía qué hacer. Llegué y lo primero que hice fue agredirla después ella se fue a otra habitación, fui a buscarla para pedirle una disculpa pero no sé que me ocurrió, las palabras no salían de mi boca. Después la bese y me perdí, quería parar pero no podía y después quise probar lo que nos había dicho Rubén...

—Eso es una tontería, estoy de acuerdo en que experimentes alguna fantasía pero siempre y cuando Madison este de acuerdo —nuestro amigo nos había dicho que el sexo es mucho más placentero cuando la mujer se resiste porque de esa forma la dominas. A los tres nos pareció una tontería y después decidió picar nuestro orgullo diciendo que nuestras mujeres nos mantenían sujetos a su voluntad— Dime, ¿y es verdad? —le pregunte tratándolo de hacer sentir culpable.

—Me sentí una basura —dijo pasando sus manos por el rostro— no podía mirarla a la cara, fingí dormir y logre escuchar sus sollozos. Me siento el peor hombre del mundo.

—¿Sabes que la lastimaste?

—Le hice una cortada en el labio —admitió.

—Según Sofía tiene algunas marcas del forcejeo.

—¿¡Qué!?, no quería lastimarla, Dios mío soy un maldito imbécil.

—¿Qué harás para que te perdone?, está muy asustada.

—No tengo ni idea, lo primero será disculparme. ¿Sabes si sigue aquí?

—Sí, pero no es buena idea que vayas. Están las chicas con ellas y se protegen muchísimo no te dejarán entrar.

—Entonces, ¿cómo piensas que hable con ella?, seguro que no la dejarán sola.

—Secuéstrala —sugerí.

—Estás loco, terminará por odiarme.

—Si todo sale bien no lo creo. Mira prepara un lugar con detalles románticos, después la llevas a ese lugar y listo.

—¿Cómo sugieres que la lleve?

—Duérmela —hasta yo me sorprendía de mis locas ideas. Lo pensó por unos instantes y sonrió pícaramente.

—Esto será una buena fantasía, ¿a dónde puedo llevarla?

—No lo sé, tal vez a mi departamento, desde que me mude ha estado solo.

—Buena idea, ordena que preparen todo, yo me encargo de mi esposa. Solo espero que todo salga bien. Por favor, cuando todo esté listo me avisas.