Capítulo 25: la azafata y una noticia

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Llamamos al botones para que bajara el equipaje y un taxi nos llevó hasta el aeropuerto, pasamos por revisión y después abordamos el avión, cuando subimos me lleve la peor sorpresa de mi vida, la azafata era la misma del vuelo pasado la tipa que intentaba seducir a MI MARIDO.

Pasadas ya dos horas de vuelo la tipa esa se acercó a "checar si nos encontrábamos cómodos ", pero lo peor "por pura casualidad", los primeros tres botones de su blusa estaban desabrochados, yo estaba roja de coraje y Jack estaba de lo más galante con ella lo hacía a propósito pero no iba a quedarme de brazos cruzados así que decidí intervenir...

—MI AMOR —dije haciendo énfasis— ¿crees que la señorita pueda traerme un poco de agua?

—Claro que sí señora —respondió molesta. Caminó algunos centímetros, supuse que iba a voltear a ver a mi marido y no me equivoque entonces tomé a Jack por el mentón y le planté un apasionado beso, me colgué por su cuello impidiendo que el se alejara de mí. Me separe solo unos segundos y volví a besarlo, quería dejarle bien claro a esa tipeja que Jack es MÍO, sentí como sus labios se curvaron en una sonrisa y me susurro al oído.

—Me encanta que defiendas lo que es tuyo.

—Claro, tú eres mío.

—Pensé que estabas enojada —no estaba enojada estaba celosa que no es lo mismo.

—Tú te pones como un energúmeno cuando piensas que coqueteo con un hombre así que creo que tengo derecho a sufrir un ataque de celos ¿o no? —pero obvio que no iba a pasar por alto que esa azafata le coqueteara a mi esposo.

—No tienes motivo alguno, pero en fin no quiero discutir más —después de unos minutos la azafata regreso con mi botella de agua, me la entregó de muy mala gana y le pasó la mano a MI MARIDO por el hombro, ¡esto ya se estaba pasando de límites!

—Puedes dejarnos solos, necesitamos descansar.

—Señor Gilinsky, ¿necesita algo más? —si no se va en este preciso instante la mato yo misma.

—No, puedes retirarte Rebeca —se retiró de mala gana. Oh, esperen ¿cómo es que Jack sabía su nombre?, antes de que se lo preguntara el me respondió mi duda— lleva un gafete con su nombre —Oh, peor aún, le ha estado mirando más de lo que debería.

—O sea, ¿que te has fijado en ella?

—Madison, por favor no seas inmadura.

—¿Inmadura?, mínimo yo no me pongo a gritar enfurecida.

—Dios, eres tan terca.

—¿En serio no recuerdas todos los escándalos que has hecho? —inhalo y exhalo tratando de tranquilizarse al parecer lo saque de sus casillas.

—No lo niego, ¿si solo te pido que dejemos de discutir?, no me gusta pelear contigo.

—Mmm...

—¿Qué quieres que haga para que me perdones? —sonrió un poco— ¿quieres algo de chocolate?

—No soy una adicta al chocolate para que quieras convencerme con él —en realidad sí lo era pero no iba a aceptarlo.

—Bueno entonces, ¿no se te antoja un pastel de chocolate?

—Tal vez solo un poco. Jack no me gusta para nada pelearme contigo pero es que tu me provocas.

—¿Yo te provoco?, pero mujer si que eres terca —trate de defenderme pero él no me dejo ni hablar— está bien acepto la culpa, ¿contenta?.

—Solo si me das mi pastel y si Rebeca me lo trae.

—Mi amor, ¿qué es lo que planeas?

—Nada, solo quiero que le quede bien claro que estás contentísimo con mi embarazo.

—Eres una traviesa, amor.

—Pero asi me amas.

—Por supuesto.

Después de dejarle bien claro a la tipa esa que Jack Gilinsky es MÍO pude dormir tranquila, me recargue en su hombro y así me sumergí en un profundo sueño. Desperté con la dulce voz de Jack— cheri ya llegamos —abrí mis ojos con gran apatía, no quería despertar pero había que hacerlo, estire un poco mis brazos y le di un corto beso en los labios a Jack.

—¿Cuánto fue que dormí?

—10 horas, estabas algo cansada.

—La verdad que sí, pero tú no has dormido.

—Si lo hice solo que desperté antes. Ahora hay que bajar del avión —cuando estábamos por bajar del avión la tal Rebeca le entregó un tarjeta a Jack, ash!! ¿no tenía vergüenza?, ¿qué parte de HOMBRE CASADO no entiende?. Jack me entregó la tarjeta— amor no quiero más problemas —dijo cuando me la dio. Recogimos el equipaje y nos dirigimos al coche.

Cuando llegamos a casa Jack ordenó que alguien bajará las maletas, entramos y no había nadie— olvide avisarle a mi madre que hoy llegábamos —una de las empleadas lo escucho.

—Perdón que me meta señor, pero su madre y sus hermanos están en el jardín jugando con Gaby.

—Gracias Rocío —fuimos impacientes al jardín y ahí estaba la familia Gilinsky reunida— veo que no nos esperaban.

—Papiii —dijo corriendo a sus brazos y Jack la elevo— mami te extrañe —me extendió sus bracitos para que la cargara pero Jack no me lo permitió.

—No puedes hacer este tipo de esfuerzos.

—Yo también te extrañe peque.

—Hijos, los esperaba hasta mañana.

—Cuñada te veo mucho mejor —dijo mientras me daba un fraternal abrazo, el único que no se me acercó fue Nate.

—¿Cómo les ha ido en su viaje?

—De maravilla diría yo.

—Sentémonos a platicar un rato —nos sentamos en la mesa que estaba en medio del jardín, Jack y yo teníamos una sonrisa gigantesca en el rostros— haber ya cuentenme la noticia que los tiene así.

—Ya no resisto... ¡estoy embarazada!

—Yo sabía que en ese viaje le encargarían un hermanito a Gaby.

—De hecho no fue durante el viaje, cuando nos fuimos Madison ya lo estaba, solo que no lo notamos.

—De cualquier modo es una excelente noticia, ¡seré de nuevo abuela!, Daniell y Madison me darán más nietos, pero que alegría.

—Lo que faltaba —exclamó Nate molesto y se marchó.

—No empieces Nate. —dijo Sandie.

—Solo digo la verdad madre.

—He tolerado demasiadas cosas pero créeme que si sigues molestando a mi mujer te las veras conmigo.

—Okay, okay pero si yo fuera tú me aseguraría que ese bebé fuera mío.

—Mira Nate... —Sandie lo interrumpió.

—Tranquilos, no quiero verlos discutir por favor —Johnson cambió el tema de la conversación.

—¿Ya les he contado que María José vendrá dentro de dos días?

—¡Que gusto, por fin podré conocerla!

—Se llevaran de maravilla, y ahora con lo del embarazo seguro que te serán útiles algunos consejos —la pequeña Gaby se acerco a mí y comenzó a inspeccionar mi vientre pasaba sus manitas y lo acariciaba.

—¿Qué haces hija? —preguntó Jack.

—Estoy buscando a mi hermanito pero no lo veo —todos reímos al unísono por el comentario de la pequeña.

—Mi vida el bebé está en el vientre de tu mami y todavía es muy pequeñito, por eso no se nota. —dijo Sandie.

—¿Y cuándo crecerá?

—Tardara 9 meses —la pequeña se llevó la manita a la frente.

—Pero eso es un mucho tiempo.

—No es tanto mi niña, ya veras que el tiempo pasa rápido.

Casada con un extraño ; m.b // Jadison Where stories live. Discover now