Capítulo 17: de alta

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Desperté ya sin la aguja en mi brazo y con una gasa, quise levantarme pero un mareo me regreso a la cama trataba de sostenerme pero no podía.

—Tranquila, espera un poco antes de pararte esto suele pasar —dijo sosteniéndome. Era horrible, mi cabeza daba vueltas y los sonidos retumbaban en mi cabeza como si los amplificaran pero no era así, todo era efecto de lo débil que estaba por la transfusión— no debí dejar que donaran sangre.

—Estoy bien solo es un mareo —dije para tranquilizarlo pero la verdad si que se sentía horrible.

—Lo hubiera hecho yo, pero ya no se me permite hacerlo.

—¿Por qué?

—Yo era siempre él que le donaba sangre a Gaby pero después de la tercera vez comenzó a afectar mi salud, las transfusiones eran muy seguidas.

—Estoy bien de verdad, no te preocupes —respire hondo tratando de aminorar mi malestar y después de varios minutos lo logré.

—Vámonos a casa, mi madre cuidara de Gaby necesitas descansar.

—Yo quiero quedarme con Gaby, por mí no te preocupes.

—No hemos dormido bien.

—Ve tu a casa yo me quedaré —no me sentía tranquila yendo a casa estando Gaby aquí en el hospital. Jack se recostó a mi lado en la diminuta camilla de hospital abrazándome delicadamente.

—Entonces nos quedamos los dos, al menos tenemos una cama en donde dormir —mencionó riendo.
—Eso es cierto. Por cierto, en dos días es la subasta ¿crees que podamos ir?

—Claro, mañana darán de alta a Gaby si todo sale bien.

—Espero haberla ayudado en algo.

—Estoy seguro que mejorará.

Estábamos los dos acostados en la camilla, tenía mi cabeza recargada en su pecho y él me rodeaba con sus brazos, aspiraba su perfume, me deleitaba con su olor, me sentía tan segura en sus brazos todo se me olvidaba al estar con él. Se me vino un pensamiento a la mente algo que jamás había pensado o tomado en cuenta hasta ahora, en las veces que Jack y yo hemos hecho el amor, no usamos protección. Es decir, estamos casados pero quisiera esperar para tener un hijo propio. Además con Gaby estoy muy bien pero ¿él qué pensará?, quisiera preguntarle, tal vez no le interesaba ya tener más hijos, en cambio yo si los deseo pero en unos 2 o 3 años más.

De pronto Jack me sacó de mis pensamientos, sorprendiéndome con su pregunta. ¿a caso pensé en voz alta?

—Madison, ¿te estás cuidando? —pregunto serio.

—No, es que no pensé llegar a esto contigo —respondí nerviosa, él parecía enojado, no me quería mirar a la cara.

—¿Cómo que no lo pensaste? —estaba serio, muy serio diría yo.

—Cuando nos casamos no pensé tener relaciones contigo pero después se dieron las cosas y me olvide de todo eso.

—¿Sabes lo que puede ocurrir verdad?

—Sí, pero si tú no quieres no te preocupes, hoy en día hay muchas píldoras para eso, compro unas, las tomo y listo —dije intentando que no pareciera grave el problema.

—¿De verdad piensas que te haría hacer tal cosa?

—Jack, ¿entonces por qué lo preguntas? —mis ojos se llenaron de lágrimas al instante, estaba asustada de tan solo pensar en ser madre tan joven.

—No, no quise hacerte sentir mal món petit, solo que todo lo que hacemos tiene consecuencias.

—¿No quisieras tener otro hijo? —dije todavía con los ojos empapados en lágrimas, con su mano tomó mi barbilla e hizo que nuestras miradas se encontraran.

—Dime, ¿tú quieres?

—Sí —me abrazo fuertemente con una gran alegría cosa que me desconcertó.

—Eres muy joven, no quiero obligarte pero que me des un hijo es algo que me da la más grande ilusión petit.

—Entonces que sea lo que Dios quiera —dije limpiando mis lágrimas.

—¿Qué te parece si le ayudamos un poco? —dijo poniéndose sobre mí.

—Está Gaby aquí.

—No haremos ruido, además no creo que despierte le han dado muchos medicamentos —sus labios pasaron por mi cuello muy lentamente haciendo pequeños besos pausados, cuando estaba por quitar la parte superior de mi vestido una vocecita nos sorprendió.

—Papi, ¿por qué estás aplastando a mi mami? —Jack se puso tenso y me miró directo a los ojos.

—Te dije —mencione en un susurro— no me está aplastando mi niña, es que, mmm... estábamos jugando —dije nerviosa.

—¿Y a qué jugaban? —aún estaba adormilada, estaba tallando sus ojitos.

—Cosas que una niña no debe saber —dijo Jack.

—¿Por qué? —las preguntas de la pequeña ponían a Jack muy nervioso. Prometo, ¡no!, juro controlarme y controlarlo a la próxima.

—Pero que curiosa eres Gaby.

—Es que yo quiero jugar papi —solté una risa no se si por los nervios pero esto era muy gracioso.

—¿Cómo te sientes peque? —dije aún riendo.

—Bien mami, me dijo el doctor que mañana nos vamos —se paró sobre la cama y se puso a saltar. Uff al menos se olvidó del "juego".

—Mañana ya podremos irnos a casa hija —pasamos la noche en el cuarto de Gaby. Jack y yo, dormimos abrazados en la pequeña camilla.

Al mañana siguiente, muy temprano dieron de alta a Gaby, la transfusión de sangre logró regularle las plaquetas o algo así dijo el doctor. Al llegar a casa Sandie y los hermanos de Jack nos estaban esperando, o más bien, estaban esperando a la pequeña Gaby.  

                                                                                  ♡ ♡ ♡

món petit: mundo pequeño, o en caso de un "apodo" sería, mi pequeño mundo.

Casada con un extraño ; m.b // Jadison Where stories live. Discover now