Capítulo 19: lo siento pero...

3.8K 175 7
                                    


—Jamás me alejare de ti pero confía en mí, pase lo que pase, es lo único que te pido.

—Discúlpame por haberte gritado de ese modo, el coraje me ciega —me tomó entre sus brazos, coloque mi cabeza en su pecho y el recargo su cabeza sobre la mía.

—Te quiero, ¿de qué forma puedo hacer que lo entiendas?

—Nada, yo sé que me quieres a pesar de lo que digan.

—¿Alguien te ha dicho lo contrario?

—Olvídalo no tiene importancia —sospechó quien se lo podría haber dicho. Nate. Me odiaba tanto que sería capaz de decirlo, si supiera la razón por la cual me case con Jack tal vez no se comportaría así.

Seguimos platicando de algunas cosas, la mayoría sin importancia. Pasadas aproximadamente 4 horas una enfermera salió al pasillo de la sala de espera, preguntó en voz alta: — ¿Familiares del señor Robert Beer?

—Yo soy su hija, ¿qué sucede? —tenía un mal presentimiento.

—Lo lamento mucho pero su padre no resistió la operación... falleció.

¿¡QUÉ!?

No reaccioné. No hablé. No salía nada de mi boca, tampoco podía moverme, solo me quede mirando un punto fijo deseando no haber escuchado lo que dijo la enfermera. ¡NO! mi padre no pudo haber muerto. NO, NO, NO, NO.

—¡NOOOOO!, eso no es posible cuando yo lo vi él estaba bien es un error. Por favor dígame que es un error —decía desconsolada. No podía creerlo simplemente no era posible, mi padre había muerto, la única familia que tenía en el mundo me había dejado. Sentí una presión en el pecho que me impedía respirar, me desvanecí en los brazos de Jack llorando sin control alguno, mis párpados se sentían muy pesados, cerré mis ojos y ya no supe más.

Después no se dé cuanto tiempo, desperté y estaba recostada en la camilla de hospital con una máscara de oxígeno y un aparato que checaba mi presión.

—¿Por qué no me has dicho que padeces de asma? —preguntó Jack apenas abrí los ojos— perdón... sé que no puedes hablar. Me asuste muchísimo pensé que te perdería —dijo antes de que yo reaccionara por completo, quite la mascarilla de mi cara.

—¿Todo... fue ... fue real? —pregunte con la esperanza de que fuera tan solo una pesadilla.

—Sí, lo siento mucho nena —me aferre a su cuerpo me sentía muy mal, comencé a llorar a mares y no podía parar, él sólo me pasaba su mano por la espalda.

—Se ha ido Jack, mi padre se ha ido...

—Món petit me rompe el corazón verte así.

¿Qué haré sin mi padre?, él lo era todo para mí, ¿que voy a hacer sin él?, no podía pensar en otra cosa que no fuera cada uno de los momentos que pasamos juntos. Las veces que jugamos, los momentos que pasamos los recuerdo bien, él me amaba, yo era su tesoro. ¿Por qué la vida es tan cruel y te arrebata lo que más quieres?, primero mi madre y ahora mi padre, ¿cómo podré soportarlo?.

—No me sueltes, por favor —decía aferrándome a sus brazos. Pase algunas horas llorando hasta que mis ojos se quedaron sin una gota de agua, se sentían completamente hinchados.

Al día siguiente, Jack se encargó de las formalidades y decidieron incinerar a mi padre. Hicimos solo una pequeña ceremonia. Mi cabeza y mis ánimos no daban para más todo esto ocurrió en 2 días que me parecieron los más largos de mi vida, los minutos me parecían horas. Sofía creyó que era necesario cancelar la subasta para la caridad y así lo hizo, dijo que lo más importante en este momento era mi bienestar. Ella, Jack y Sandie, estuvieron brindándome su apoyo incondicional.

Los días pasaron hasta volverse semanas, caí en depresión, Sofía iba a visitarme diariamente tratando de subirme el ánimo pero no lo lograba, Gaby parecía entender la situación y cada vez que tenía oportunidad me abrazaba con sus delicados bracitos haciendo que mi dolor se esfumara por unos segundos. Los días transcurrían rutinariamente, no salía del cuarto a veces ni comía, Jack me hacía ver su preocupación pero mi mente parecía perdida, las ganas de vivir se fueron con mi padre, sabía que algún día podía perderlo pero no estaba preparada para que esto sucediera así de rápido. Trataba de disimular ante Jack porque si yo seguía con esta actitud podía perderlo, podría aburrirse de mí y eso es algo que sí me mataría por completo.  



Un mes después...

Me encontraba en nuestra habitación recostada en la cama perdida en mis pensamientos, cuando Jack irrumpió en la habitación.

—Mi amor, ¿estás lista?

—¿Lista para qué?

—Nos iremos de viaje dentro de 2 horas, así que preparemos pronto las cosas —me pare de la cama sin muchos ánimos pero mostrándole en todo momento una sonrisa a mi esposo.

—¿A dónde iremos?, así sabré que ropa preparar.

—Iremos a varias ciudades de Europa, pero el primer destino será París.

—¿Por negocios?

—No, quiero que disfrutemos de un tiempo juntos món petit —entonces comprendí el porqué del viaje, el objetivo era que yo dejara mi depresión, ¿tan mal estaba?. Jack no tenía la culpa de nada, él no debía cargar con mi tristeza, a cualquier costo tendría que dejar a un lado todo no podía pasarme la vida lamentándome por la muerte de mi padre por más que me doliera.

Aliste 3 maletas de ropa solo para mí. Lo sé, es demasiado pero Jack me dijo que estaríamos fuera casi un mes así que tendría que estar bien vestida ¿o no?. También prepare la maleta de Jack, él bajó a dejar ciertas órdenes a los empleados y a estar un rato con su pequeña. Gaby no nos acompañaría. Me quede sola en la recamara y fue cuando entró Nate.

—Hola, Nate ¿cómo estás? —mencione al verlo entrar.

—Conmigo no finjas.

—¿Fingir qué?

—Que eres una oportunista, te aprovechas de la muerte de tu padre para sacarle lo más posible a mi hermano. Yo no me creo el cuento de la niña deprimida.

—De verdad que no tienes idea ni de lo que hablas. ¿Por qué me odias tanto?. Yo no te he hecho nada.

—Te vales de la inocencia para atrapar a Jack, pero a mí no me engañas, eres una cualquiera te revolcarías con el primer tipo que se te pase en frente solo para mantener tu posición económica. Sabes yo también cuento con una buena suma de dinero, ¿cuánto me costaría pasar una noche contigo? —sin pensarlo dos veces le di una cachetada. ¿¡Pero que se creía al decirme tales cosas!?. Era un gilipollas, se había pasado y por mucho— ¿disculpa te ofendí? —dijo sarcástico— por lo menos me queda el consuelo de que no duraras mucho con mi hermano, eres solo un capricho que cuando él se canse desechara. ¿En serio piensas que eres la única mujer en su vida?, por favor piensa es Jack Gilinsky tiene una fila de mujeres a sus pies rogándole.

—¡Cállate!. Jack me quiere y me es fiel —le conteste segura. Si quería dañarme lo estaba consiguiendo, me tape los oídos como niña pequeña cuando no quiere escuchar por un berrinche, ¡no escuchar más!. Jack entró furioso.

Casada con un extraño ; m.b // Jadison Where stories live. Discover now