Capítulo 22: embarazada

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—Okaaay, señor dueño del hotel —dije burlona— el antojo de tu bebé es algo muy sencillo, una pizza, mmm... y un enorme pastel con doble chocolate —él sonrió tomó el teléfono del hotel y ordenó lo que yo quería pero antes que colgara grite— y un helado también de chocolate grande.

—Ya escucho a mi esposa. Ah, y puede traerme una prueba de embarazo por favor —pasaron aproximadamente 20 minutos y alguien tocó a la puerta, traía lo que habíamos pedido el chico hizo toda una ceremonia al saludar a Jack y a mí ni se diga casi se tira al suelo, dejo todo en la mesa que estaba en la sala y se retiró.

—Bien, quieres hacerte antes o después de comer la prueba —Jack estaba tan ilusionado, le quite la prueba de las manos y me metí en el baño, 15 minutos después salí y Jack corrió y me abrazo.

—Lo ves, estás embarazada —dijo sin ver la prueba, tenía razón estaba esperando un hijo de él, ya había pensado que sería tener un bebé, lo deseaba pero ahora que ya es un hecho no se que pasara. Comencé a llorar en los brazos de Jack— ¿qué es lo que pasa mi amor?

—¿Jack y si muero al dar a luz como paso con mi madre?, tengo miedo.

—No pasara nada, entiendo que tengas miedo, pensé que tú querías tener un hijo —suspire.

—Claro que quiero un bebé, solo que tengo miedo.

—Si no estás preparada para ser madre estamos a tiempo de interrumpir el embarazo —note su tono de voz bastante triste.

—¡Por supuesto que no mataré a mi bebe!, me altere un poco, eso es todo pero jamás mataría a mi hijo. Perdóname solo me asuste, me sorprendí pero claro que me emociona tener un pedacito de ti dentro de mi vientre —una sonrisa inundó su cara y sus ojos se volvieron acuosos.

—Te amo, prometo cuidarte y apoyarte en tu embarazo mon petit.

—Sé que no me dejaras sola —después del ataque de pánico que sufrí corrí a la mesa en donde habían dejado la comida.

Así pasaron los días, recorrimos casi toda Europa, al llegar a cada una de las ciudades yo compraba un recuerdo para la pequeña Gaby y algo de ropa, si al principio del viaje llevaba solo 2 maletas al finalizar ya eran 4. El último destino que visitar era Venecia; es una ciudad hermosa, la visitan miles de turistas al año lo más romántico de ella era el paseo por góndola, era divino, paseábamos en una pequeña canoa a la luz de la luna en un pequeño lago con algo de música romántica de fondo. Después de pasear y recorrer la ciudad nos fuimos al hotel a pesar de saber que yo ya estaba embarazada, Jack y yo seguíamos con nuestros "intentos" cada vez eran más seguidos, jamás nos cansábamos.

—Jack, todo esto es fantástico, todo lo que hemos visto, gracias por darme este regalo.

—Es lo que te mereces mon petit, ¿sabes? me alegro que todavía no tengas los síntomas del embarazo, llegando a casa veremos a un ginecólogo.

—¿Me darán mareos y vómitos? —yo supuse que él ya sabía algo de eso, él había estado en el embarazo de la madre de Gaby.

—Creo que algunas madres se salvan pero ya no te preocupes por eso mi amor, ahora hay que descansar —estábamos por quedarnos dormidos cuando mi celular comenzó a sonar.

—Mi amor podrías apagarlo seguramente es Sofía mañana le marco —extendió el brazo para tomar el celular, miro la pantalla y pude observar como su cara se ponía pálida, me dio una mirada de enfado me tomó del brazo bruscamente haciendo que me levantara de la cama— ¿¡Qué es lo que te pasa!?

—¿¡¡Qué significa esto Madison!!? —dijo mostrándome el celular, había un mensaje abierto de un remitente desconocido, decía:

Número desconocido: creo que nos quedó algo pendiente... no respondiste mi pregunta, ¿cuánto me costará pasar una noche contigo?, según mi hermano eres genial en la cama, quiero comprobarlo.

Nate.

Estaba anonadada, ¿cómo podía fastidiarme hasta por celular?

—¿¡Me engañas con mi propio hermano!?  

—¡Por supuesto que no! ¿cómo puedes pensar eso? —aún me tenía sujeta del brazo— ¡suéltame, que me lastimas!

—Estoy esperando una explicación.

—¿No lo entiendes?, Nate me odia, lo único que busca es crear problemas entre nosotros. El día que nos encontraste discutiendo él me dijo que yo solo estoy contigo por tu dinero y que él también disponía de un buen capital y me repitió la misma pregunta yo no quise decírtelo para no ocasionar más problemas entre ustedes —por el embarazo estaba mil veces más sensible de lo normal y las lágrimas no tardaron en salir— y también me dijo que era una tonta al pensar que yo era la única mujer en tu vida —cuando termine de hablar por fin soltó de mi brazo, me tire en el suelo sin dejar de llorar.

—¿Por qué no me lo dijiste?, ¡debiste hacerlo!

—Es tu hermano —se sentó a mi lado y me refugio en sus brazos.

—Perdóname, ¿te lastime? —preguntó mientras acariciaba mi brazo, solo agite la cabeza en un sí.

—Esta bien amor, tranquilo. o quiero que tengan problemas por culpa mía

—Nate se las verá conmigo a penas lleguemos a casa.

—No quiero que tengan problemas por culpa mía.

—Está intentando que los dos dudemos uno del otro para separarnos, no lo entiendo él no es así.

—Tal vez solo trata de ti, él está seguro que yo estoy contigo solo por tu dinero cosa que no es verdad.

—Eso lo sé mon cheri.

—Mañana regresaremos —dije melancólica

—¿No quieres volver? —claro que quería regresar a casa pero el hacerlo significaría enfrentarme nuevamente a los recuerdos, tendría que tomar las riendas de la empresa que un día soñó mi padre que fuera mía. Con todo lo que había ocurrido se me olvidó por completo el asunto de los papeles. 

—Jack necesito que me respondas con la verdad por favor, ya no evadas más el tema.

—¿Te refieres a los papeles?

—Sí, ¿recuerdas el día que me encerraste en nuestra habitación? —rió y asintió— ese día sin querer descubrí en un mueble lo que creo son esos documentos —se puso pálido.

Casada con un extraño ; m.b // Jadison Where stories live. Discover now