Capítulo 10: primer novio

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Maratón 1/4.


—Eso es, pero mamá, ahora ve a descansar —dijo despidiéndose con un beso en la mejilla de su madre, hice lo mismo. Jack miró tiernamente a su pequeña hija y se acercó a ella.

—Papi me dijo mi abue que fuiste de viaje, ¿me trajiste algo?

—No tuve tiempo Gaby, pero prometo llevarte a la juguetería cuando salgas de aquí.

—Mejor que me lleve mi mami, para presumirle a todas las niñas que se burlaban de mí que ya tengo una mamá.

Sé lo que es soportar esas burlas cada vez que se acercaba algún festival del día de las madres, las niñas pueden ser tan crueles. Por mi mente pasaron todos aquellos malos recuerdos que viví durante mi infancia y no pude evitar derramar algunas lágrimas, Jack lo noto y se acercó a mí a darme un cálido abrazo y me susurro al oído: —Tu madre te quería, de eso estoy seguro pero la muerte no le permitió disfrutar de ti. En cambio a Gaby su madre la desprecio desde el momento que la concibió —¿cómo podía una madre despreciar a su propia hija?. Me acerque a Gaby y quite de mi cuello una pequeña medalla que me acompañaba desde pequeña.

—Peque, quiero que tengas esto —dije acercándome a su pequeño cuello— esta medallita era de mi abuela y quiero que la tengas, así cuando alguien te pregunte tu dirás que tu mami te la regalo, ¿te parece?

—Gracias mami, te quiero, te quiero —decía la pequeña abrazada de mi cuello y dándome besos por toda la cara. Después de una hora le leí un cuento y se sumergió en un profundo sueño.

—Es tan linda —mencioné observando a Gaby dormir.

—Lo sé es muy inteligente también —presumía Jack como todo padre orgulloso de su hija— Gracias por portarte con ella como una madre.

—Gaby es oficialmente mi hija desde el momento en el que nos casamos así que no tienes nada que agradecerme.

—¿Sabes que mi madre estaba en contra de nuestro matrimonio?

—¿Por qué?, ¿a caso no le caigo bien?

—No para nada, de hecho te tiene un gran cariño, solo que ella decía que era un pervertido de menores —dijo riendo— Y tal vez lo soy, pero vale la pena ir a la cárcel.

—Ay, Jack ni en broma lo digas, no soportaría que te alejaran de mí —les confesare algo, en los diecisiete años que tengo de vida jamás había tenido un novio, no porque no tuviera pretendientes, sino porque estaba tan concentrada en mis estudios que no me daba el tiempo. De pronto se me vino a la mente Sofía quede en contarle todo y me había olvidado de llamarla— ¿Te molesta si hago una llamada?

—Hazla aquí, te espero para llevarte a casa para que descanses.

—No, yo me quedo aquí contigo —estaba que me caía de sueño pero no podía dejar a Jack solo en este momento.

—Te ves muy cansada.

—Mejor dime que no quieres que me quede contigo y entiendo —fingí estar molesta y le di la espalda inmediatamente sentí sus brazos rodear mi cintura y uniendo mi cuerpo al de él.

—No es eso, solo no quiero que te desveles.

—Yo quiero quedarme contigo —coloque mi cabeza en su hombro, todavía estaba dándole la espalda.

—Sabes de qué modo convencerme, prometo recompensarte por no haber disfrutado nuestro viaje.

—No sé tú pero yo sí lo disfruté y mucho.

—Claro que yo también lo disfrute pero me encantaría haber pasado más tiempo en esa cama —le sonreí y mis mejillas se pusieron rojizas.

—¿Sabes que eres mi primer novio? —mencioné riendo.

—¿El primero?, pero cómo es posible si eres tan hermosa —era tan lindo y cariñoso que me derretía cada vez que estaba con él.

—Mmm pues ya ves eres mi primer y único novio, perdón corrijo esposo. Voy a hacer la llamada y regreso —cuando estaba por irme me jalo del brazo y me acerco nuevamente a su cuerpo, rozó suavemente nuestros labios hasta que pude saborearlos. Me separe para tomar aire— Mejor la llamo mañana —pasó sus manos por mi espalda descubierta y de inmediato mi cuerpo reaccionó ante su tacto la piel se me puso de gallina y me colgué de su cuello evitando que se separa de mí. Desabroche su camisa y metí mis manos por debajo de ella acariciando sus pectorales. Caímos a un pequeño sofá que se encontraba en la habitación para los familiares que se quedarán ahí. Yo ya tenía mi vestido levantado hasta mi estomago y Jack tenía su camisa con los primeros botones desabrochados— Gaby puede despertar —mencioné agitada.

—Cada vez que te beso me olvido del mundo o del lugar en donde estamos —se quitó de encima mío y se acomodo su camisa— Pero llegando a casa no te escapas.

—No tengo intenciones de hacerlo —dije acomodandome el vestido. Miré a la cara a Jack y comencé a reír.

—¿Qué te causa tanta gracia?

—Esto... —me acerque a él y con mi dedo limpie el lápiz labial que había quedado en su cara.

—Entonces, ¿no harás esa llamada?

—No, ya es muy tarde, mejor mañana hablare con Sofía —empecé a bostezar.

—Ven, durmamos un poco —dijo dirigiéndome al sillón del que acabamos de levantarnos. Nos acostamos, me enredo con sus brazos y recargue mi cabeza en su hombro y así dormimos hasta la mañana siguiente. Me desperté con las manitas de Gaby sobre mi cara.  

Casada con un extraño ; m.b // Jadison Where stories live. Discover now