—Creo que deberíamos levantarnos e ir a la casa de mi padre. —Mire sus ojos. —Vamos.

Intenté mover a Louis quien se encontraba encima de mi, no me quería dejar salir.

—Cariño... —Murmuró. —Tengo miedo.

—Ni yo sé como reaccionará, pero tranquilo. Lo debe aceptar y ya te lo he dicho.

Apenas vi la oportunidad me puse de pie para poder bañarme, Louis me quedó mirando, esa mirada... ¡Estaba preocupado! No lo podía tranquilizar, porque no sé que sucedería.

—Tranquilo. —No dije ninguna palabra más.

{...}

Estabamos fuera de la gran casa de mi padre, había tocado el timbre ya que no sabía en donde había dejado las llaves para poder entrar.

Louis apretaba mi mano fuertemente, lo miré y simplemente sonreí.

—Mi amor, no pasará nada. —Intenté calmar sus nervios.

—Me cortará el pene. —Me miró. —¿Y ahora con que jugarás por la noche?

Empecé a reir y lo empuje levemente.

—Louis, nos escucharán. —Calmé mi risa.

Sentí unos pasos cerca de la puerta, suspiré.

Abrieron la puerta, nos encontramos con la familiar figura de mi padre quien traía una sonrisa de oreja a oreja, feliz de vernos.

—¡Papá! —Lo abracé fuertemente. —¿¡Cómo estás!?

—¡Mi niñita! Muy bien, feliz de estar en casa. —Besó mi frente. —¿Y tú?

—Feliz de verte. —Sonreí.

—Louis Tomlinson. —Saludó mi padre. —¿Cómo estás, hijo? —Lo abrazó.

Miré la escena tiernamente, me encantaba que mis dos hombres se llevaran tan bien... por el momento.

—Estabamos muy ansiosos de verlo. —Comentó Louis. —¿Cierto, amor?

—Sí, es verdad. —Le sonreí.

—Yo también, entremos que les tengo una sorpresa. —Hicimos caso.

—Nosotros también te tenemos una sorpresa. —Le comenté.

Caminamos hasta el comedor, apenas entramos a esa sala vi la cabellera de una mujer, rizada y rubia.

Fruncí el ceño por no reconocer quien se encontraba ahí.

—Ya llegaron. —Sentí que anunció mi padre.

La mujer se dio vuelta con una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola. —Sonrió. —¿Cómo están?

Miré a mi padre extrañada, sin saber que hacer.

—Hola. —Saludó Louis sencillamente. —Louis Tomlinson, un gusto.

—Oh cariño. —Mi padre caminó hacia la mujer. —Ella es Victoria.

—Victoria Walker, un gusto. —Lo interrumpió. —Soy...

—Es mi pareja. —Completó mi padre.

Abrí mi boca en forma de o, por la impresión.

Miré a Louis quien tenía la misma expresión mía pero menos notoria.

Suspiré y sonreí... realmente no sé si fue una sonrisa sincera o fingida.

—Hola, Caitlin Dereks. —Reí fingidamente. —Hija de... tu pareja. —Dije raramente. —Lo siento, esto es raro.

Nunca me imaginé a mi padre con otra mujer que no fuera mi madre, no sabía como reaccionar, no sabía que decir.

Estoy completamente deacuerdo de que el tenía que rehacer su vida después de las muertes terribles de su esposa e hija, pero no me hice la idea, no imaginaba que la sorpresa pudiera ser eso.

—He escuchado mucho sobre ti, cariño. —Me sonrió Victoria. —Estaba tan ansiosa por conocerte.

—Bueno, estoy aquí. —Sonreí. —Bueno, él es Louis, mi novio. —Lo presenté formalmente.

—Esta era la sorpresa, hija. —Besó la mejilla de Victoria. —Ustedes me dijeron que tenían una sorpresa, ¿Cuál es?

Abrí mis ojos, tragué saliva y miré a Louis.

—Dile tú. —Murmuré a Louis.

—Me matará. —Respondió. —Es tu padre.

Fruncí el ceño y suspiré.

—¡Ya pues! —Pidió mi padre. —Dejense de secretos, no es problema que Victoria este aquí.

Suspiré y mi corazón estaba latiendo mucho más fuerte de lo normal, de lo agradable pasaría a la peor pesadilla del mundo.

—Okey, papá. —Suspiré. —Lo diré rápido, sin rodeos y espero que te lo tomes con calma.

Hubo un silencio incómodo, sentí como Louis cambiaba de posición con su pie.

''Que todo salga bien, por favor mi Dios.'' Pedí mentalmente.

—Estoy... —Lo miré. —Embarazada.

Maldita sea, mi padre se transformó en un demonio.


R E H A B I L I T A C I O N .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora