Nos quedamos unos 10 minutos hablando, sentados en el piso. Le conté como estuvo el almuerzo con los chicos, y él me dijo como habia sido su ''pre-calentamiento'' antes del partido.
–Bien, creo que es hora de que vuelva. –Me miró y suspiró. –Ya es hora de jugar.
–¡Mucha suerte! –Me lanzé sobre el aplastandolo y abrazandolo.
–Gracias, pero me estás apretando el brazo. –Dijo fuerte en mi oido y me alejé.
Me puse de pie y este igual, me miró y le sonreí.
–Cuando el partido termine quedate junto a Niall, él es más responsable... o quizás Liam. –Frunció el ceño y miró hacia la ventana. –Bien, alguno de los dos.
Asentí con la cabeza.
–Bien, te haré caso solo por que no conozco Doncaster. –Achinó sus ojos y su boca tenia forma de una pequeña ''o''.
–Eres mala. –Me sacó la lengua y reí. –Ahora, quiero mi suerte. –Se acercó a mis labios.
–Sinceramente, yo no tengo tanta suerte. –Me encogí de hombros con una sonrisa, estaba a centimetros de él.
–Quizás... hoy pueda cambiar eso. –Levanté una ceja.
–¿Cómo piensas cambiar eso? –Pregunté y este miraba mis labios.
–Con esto. –Me besó tiernamente.
Una corriente electrica recorrió mi cuerpo.
–Uhm...–Besé cortamente sus labios. –Quizás funcione. –Me sonrió.
–Bien, creo que es hora de irnos, cada uno por su lado. –Fingió estar triste y que se le rompía el corazón.
–Bien, Tomlinson. –Me separé de él. –Buena suerte. –Besé su mejilla.
–Adiós nena. –Me guiñó el ojo. –No me engañes.
–Idiota. –Reí y me fui por el camino que había recorrido al llegar. –¿No me engañes? –Repetí en forma de pregunta.
Llegué al mismo punto en donde había iniciado la búsqueda de Louis, el mismo guardia ahí parado pero con la diferencia que había mucha gente caminando por estos pasillos.
No había señales de Niall, ni Harry.
Saqué mi celular y llamé a Niall. No tenía el número de nadie más.
Marcando, marcando.
–Cait. –Escuché la voz de Niall al contestar. –¿Dónde estás?
–No lo sé. –Miré a todos lados. –¿A donde se supone que debo ir? –Pregunté rápidamente
–Es la zona V.I.P, supongo que no perdiste tu credencial.
–No, no. La tengo puesta. –Suspiré. –Bien, no te pediré que vengas porque esta lleno de gente en donde estoy.
–Solo pregúntale a un guardia si te puede traer a la zona Vip. –Eso suena fácil.
–Está bien. –Dije.
Mucha gente a mi alrededor, me estaba empujando.
Me empecé a desesperar, no podía ver ningún guardia y algun lugar que estuviera un poco vacío.
–¡Niall! –Grité.
–¿Qué? ¿Qué sucede? –Preguntó.
–No... no... –Miré a mi alrededor.
