R E H A B I L I T A C I O N .

30.

Antes que nada quiero decir que no sé como pasaron los capitulos tan rápido! eso, me siento feliz <3  Disfruten de la novela, que queda muuuuuucho aún :) .

_

La noche había transcurrido y con suerte he dormido 2 horas, ya son las 9 de la mañana y toda la noche pensando en Louis, sin recibir ningún mensaje y estando el línea de WhatsApp toda la santa noche como yo.

Estaba muerta de sueño, pero no dormiría, esta noche debía regularizar mi horario nocturo para dormir, malditas 8 horas de diferencia de Estados Unidos.

Me levanté más que perezosa y caminé hasta mi baño, me miré en el espejo y suspiré.

¿Extrañaba a Louis?

Sí.

Debía sacar ese sentimiento de mí, como sea.

La familia de Joyce vendría a tomar desayuno, y tendría que usar mucho maquillaje para tapar mi cara de mapache y mi desanimo.

Abrí la regadera y saqué toda la ropa de mi cuerpo, nuevamente me miré... ¿Qué siento hacia Louis que me hace estar tan mal por que ya no será todo como antes?

Moví mi cabeza negando y entré a la ducha, todo era pensamientos y esos pensamientos ligados a los de Louis, quería estar desconectada de todo. No quería ver quien era la supuesta chica, no quería saber lo que dirían de ellos. Supondrían las mismas cosas que conmigo.

''Nueva conquista''.

Las ganas de llorar me abrazaron por completo.

Desahogarse no le hace daño a nadie.

De un momento a otro me encontraba en una esquina de la ducha sollozando, debería haberlo sabido antes.

Louis nunca estaría con una adolescente como yo.

Suspiré.

Relajate Caitlin, relajate.

Mis lágrimas siguieron saliendo sin permiso algunos mientras lavaba mi cabello.

{...}

–¡Buenos días a todo el mundo! –Dije al ver que toda mi familia ya estaba sentada en la mesa.

–¿Que tan buenos? –Dijo mi abuelo. –No he podido dormir absolutamente nada.

–El primer día siempre es así, abuelo. –Me senté junto a mi padre. –¿Has descansado? –Le pregunté.

–Sí, no te preocupes. –Me sonrió.

Esa sonrisa que sólo el me puede regalar.

–Las chicas han vuelto a casa. –Lo miré raro. –Chloe y Ana.

Las chicas del aseo y comida.

–¡Que bien! –Dije emocionada.

–¿Has podido dormir, Cait? –Preguntó mi abuela mientras se servia un pedazo de pastel.

–Para nada, con suerte dos horas, abue. –Esta rió haciendo un gesto.

–No eres la única. –Reí.

Sonó el timbre y yo me puse de pié para ir abrir.

Caminé rápido y ahí estaba Joyce, Ethan, y sus padres.

–¡Hola! –Saludé. –Pasen porfavor.

Entraron y saludé a los padres de Joyce que tanto cariño me tenían y y a ellos.

–¡Estás tan hermosa! –Dijo la madre de Joyce.

–Muchas gracias. –Le dí un beso en la mejilla.