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(Foto de la habitación de la cabaña en multimedia) 

Habíamos quedado los dos con la boca abierta, la palabra ''Te quiero'' es fuerte, pero más fuerte era un ''Te amo'', algo que no siento por Louis aún, pero quizás algún día me gustaría sentir... y creo que ya estoy encaminada hacía allá.

–¿Me quieres? –Puso sus manos en mi cintura y sentí como ardían mis mejillas. –Porque quiero que sepas que he dudado demasiado en decírtelo porque no sé si iba a ser correspondido, pero ahora veo que sí.

Mordí mis labios y agaché la mirada.

¿Realmente lo quiero?

¡Más que nunca!

Lo miré y tenía una hermosa sonrisa en sus labios, esos labios que nunca me cansaría de decir que me encantan.

–Sí, te quiero.

No dude en ningún momento en besarle, pero este fue un beso diferente... lo sentí diferente.

–Te quiero. –Murmuró a centímetros de mis labios. –Y nunca me cansaré de decirlo.

Sentí una gran alegría en mi pecho, no pude aguantarme y lo abracé.

–Te quiero, y mucho. –Me separé de él y tomé su mano. –Veamos que sorpresas te encuentras.

Siempre, pero siempre Joyce decoraba la habitación, caminé hasta allá y prendí la luz de la habitación, sábanas blancas con pétalos de rosas alrededor de la cama en forma de corazón.

Un camino de estos mismos pétalos hasta llegar al jacuzzi, y alrededor velas que estaban apagadas, que pronto me encargaría de encenderlas.

–Esto es muy romántico, amor. –Murmuró Louis, estaba detrás mío con sus manos en mi cintura, estaba demasiado apegada a él. –Me ha encantado, enserio.

Murmuró todo esto en mi oído, luego se ha encargado de darme besos en el cuello, que rápidamente hice un movimiento dándole exceso a todo mi cuello.

Esto me relajaba, suspiré.

–Odio que sepas mi punto débil.

Sentí su risa y me dio media vuelta.

–A mi me encanta saberlo.

Siguió con esos besos y yo suspiré nuevamente, si Louis seguía con esto terminaría en otra cosa.

–Para. –Murmuré y me miró. –¿Quieres meterte en el jacuzzi? –Pregunté y este hizo un puchero. –Por favor, es muy rico.

Sonrió.

–Está bien, iré a buscar los bolsos en el auto.

–Pondré el agua.

Besé sus labios cortamente y me alejé sin antes darme una nalgada, lo miré con una sonrisa y negué con la cabeza.

No había remedio con Louis.

{...}

–¡Ven, esto es muy relajante!

Le grité a Louis mientras el me miraba sentado desde la cama con una sonrisa en su rostro, yo estaba en el jacuzzi que me ponía los pelos de punta ya que el agua estaba caliente y con burbujas.

–Deja mirarte un poco más. –Respondió.

Le sonreí y le hice muecas para que viniera conmigo, tomó su móvil e hice un puchero.

–¡Sonríe! –Exclamó.

Rápidamente una sonrisa se dibujó en mi rostro, sentí el sonido de la cámara.

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now