R E H A B I L I T A C I O N .

40.

Cuando Louis se había salido de la piscina, tomé la misma decisión, estaba totalmente desnuda y me puse mi ropa que había dejado en el suelo antes de meterme en la piscina.

Louis había entrado a la casa y yo fui por mi móvil, subí la foto a Instagram y escribí en la descripción.

''My boyfriend.''

Ahora es una declaración pública, Louis y yo somos novios.

Subí lentamente las escaleras por donde Louis me había guiado a la gran piscina, estaba con toda la flojera del mundo y también cansada.

¿Quién no estaría cansada por lo que hiciste en la piscina, Caitlin? Habló mi subconciente.

Llegue al living y supuse que Louis estaría arriba, subí las escaleras y vi muchas puertas.

¿Cuál era la de Louis?

–¡LOUIS! –Grité y una risa después de ese grito salió de mi boca.

–¡Estoy aquí! –Seguía la voz y entré a la segunda puerta a la derecha, entré y estaba con unos shorts y no tenía ninguna remera puesta. –Hola.

–Hola. –Le sonreí.

Me senté en su cama y toqué mi cabello mojado, era un desastre.

Se sentó a mi lado y me sonrió.

–Creo que cada vez me haces hacer más locuras. –Confesé y este rió.

–Eso es una consecuencia de juntarse con Louis. –Reí y dejé caer mi cuerpo en la cama. –Ya son las 12:00 A.m

–Sip. –Se acostó a mi lado. –Me da pena pensar que en una semana ya no estarás aquí. –Murmuró.

–No pienses en eso. –Lo miré. –Piensa que esta semana pasaré a concho cada segundo junto a ti.

Lo besé tiernamente.

–Quiero que me cuentes cosas que hacías con Ethan.

Lo miré por unos largos segundos y suspiré.

–¿Que quieres saber? –Pregunté. '

–Como se conocieron.

Acaricié su mejilla y fruncí mis labios.

–Fue hace 5 años más o menos... –Empecé hablar.

Flash Back.

Era mi segundo año en la secundaria, y me habían cambiado a un nuevo establecimiento ya que en el anterior tuve algunos problemas con los profesores y también me quedaba lejos de casa.

Estaba en la sala, creo que era la primera en llegar... No quería estar ahí sola y sentarme en un lugar que era de otra persona, asique salí de ahí.

Caminé hacia el gran pasillo y habían muchas personas abrazandóse y saludandose, yo realmente no conocía a nadie.

Me acerqué a una chica de cabello café y perfectamente cortado recto.

–Hola... –Toqué su hombro y se dió media vuelta. –¿Me puedes decir donde está el baño?

–No lo sé, soy nueva aquí... –Se encogió de hombros. –Y creo que tú también.

–Sí, soy nueva. –Reímos juntas. –¿A que año vas?

–Segundo año de secundaria. –Respondió la castaña. –¿Tú?

–Igual. –Le regalé una sonrisa timida. –Hace unos momentos he estado en la sala y no hay nadie, no he querido tomar asiento ya que... no quiero tomar un asiento que no es mío.