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Las horas pasaban, todos estabamos sentados en una sala de espera.

Nadie sabía que había pasado con Johanna ni siquiera los doctores, todos lloraban y rezaban. Louis no decía palabra alguna, estaba sentado a mi lado mirando un punto fijo, intentaba hablarle pero simplemente hacia muecas, no quería hablar con nadie.

Aún no lograba entender como pasó, en que momento perdió el control de su cuerpo... estabamos hablando tan bien, podía ver la emoción en sus ojos en simplemente pensar en su nieto.

Mis manos tiritaban y podía sentir el pánico aún en mi cuerpo, su sangre en mi ropa y el recuerdo de su rostro, blanco como la nieve.

Mi móvil vibró, me estaban llamando pero no era capaz de nisiquiera sacar el móvil de mi bolsillo.

–Caitlin... –Murmuró Louis.

Claro, no era el momento ni el lugar para hablar por telefono.

Me puse de pie y sali de la habitación.

Saqué torpemente el móvil de mi bolsillo, mi padre me llamaba.

Me quedé mirando mi móvil, no contestaría, no podía ni hablar. Opté por apagar mi móvil y volver a la sala de espera, nadie se movía todos parecían unas verdaderas estatuas, Louis levantó la mirada y suspiró. Nuevamente me senté a su lado, no sabía que decirle, no sabía que hacer.

–¿Familiares de Johannah Poulston?

Levanté mi mirada, ahí estaba de pie un enfermero con un par de papeles en sus manos.

–Aquí. –Daniel se puso rápidamente de pie. –Soy su esposo y todos ellos son... nuestros hijos.

El enfermero asintió con la cabeza y miró nuevamente el papel que tenía entre sus manos.

–Lo que ha sucedido con su esposa, señor Daniel, ha sido una baja de defensas y le ha entrado un virus que aún lo estudian. –Pauso. –Por lo que sale en la ficha de su esposa es que ya la han desahuciaron... Lo lamento. –Suspiró. –Su esposa sigue con vida, pero no sabremos cuanto tiempo podrá permanecer con nosotros, por lo tanto los médicos han optado por dejarla aquí intentado encontrar una cura para quitarle el virus de su cuerpo.

–No entiendo... –Murmuró Daniel. –¿Significa menos tiempo de vida? ¿Significa que podría morir en cualquier momento?

–Sí. –Miró a daniel. – Le han dado unos tres meses de vida cómo máximo, pero... con el virus en su cuerpo, podría morir hoy mismo.

Miré a Louis y este tenía una mirada dura hacia el enfermero, estaba siendo fuerte... estaba intentando no llorar en ese mismo momento.

–Deben ser fuertes y enfrentar lo que viene como familia. –Siguió el enfermero. –Cualquier cosa les avisaré.

–Gracias.

El enfermero abandonó la sala y hubo un silencio horrible, miré a Louis y toqué su mano, me miró y sonrió triste.

–Lo lamento. –Murmuré. –Yo... realmente no sé que decir, pero sé que sientes. No soy la persona apropiada para decir que tengas que mantenerte fuerte, pero... intentalo. Estaré a tu lado, te ayudaré a superar todo como tu lo hiciste conmigo.

–Te amo. –Murmuró.

Lágrimas corrieron por su mejilla y lo abracé.

–Y yo a ti, cariño.

Louis se separó de mi rápidamente, me dio un pequeño beso y se puso de pie.

–Bien, ya han escuchado al enfermero... Todos deben ir a casa, descansar, dormir un par de horas y luego volver a ver a mamá. –Suspiró. –Yo me quedaré junto a Daniel.

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now