85.

18 2 1
                                    

Cuando Louis había dicho que tenía una idea, no pensé que estaría fuera de un Motel en este momento.

-¿Y que dices, amor? -Preguntó.

Las palabras no salían de mi boca,  estaba muy impresionada. Sabía que Louis era pervertido, caliente y muchas cosas más, pero nunca pasó por mi mente que me llevara a un Motel.

No pude hacer otra cosa que reír,  él tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Enserio quieres entrar ahí?  -Pregunté.  

-Sí. -Me miró.  - Es un lugar en donde podemos gritar como unas bestias y nadie nos molestará o nos escuchará. 

Su mano pasó de estar en mi espalda baja a mi trasero.
Mordí mi labio y reí nerviosa.
Nunca había estado en una situación similar, pero siempre hay que tener una primera vez, ¿O no?
-Está bien. -Accedí.  -Entremos.
Un calor recorrió todo mi cuerpo,  por algún extraño motivo estaba nerviosa y eufórica, lo sé... Una combinación totalmente extraña.

Entramos al Motel, había una señora sentada en lo que suponía que era recepción, había un olor muy cargado a Vainilla, por todos lados habían espejo de forma de corazón y avisos pegados en la pared.

-Hola. -Saludó Louis. -¿Hay habitaciones disponibles? -Preguntó.
-Sí,  ¿Por cuántas horas? -Habló sin siquiera mirarnos.
-Dos.
¿Dos horas?

Oh, cierto. Solo tendríamos sexo y nos iriamos a comprar las cosas que tiene pendiente.

No se en que momento le habian entregado una llave a Louis y el número de la habitación.

-Mi amor, vamos.

Louis me sacó de mis pensamientos, lo mire y sonreí.
Sumabamos otra experiencia nueva.
Prácticamente me estaba empujando para que caminara, creo que el pobre estaba un poco desesperando.

-Amor estoy caminando, no es necesario que me arrastres. -Reí.

-¿Qué?  ¡No te estoy arrastrando!

Reí mientras negaba con la cabeza.

Mientras caminábamos escuché un sonido a lo lejos,  cada vez que avanzábamos más y más podía oír algo más claro.
¡Eran gritos! Y gemidos.

-¿Escuchas eso?  -Pregunté mientras miraba impresionada a Louis.  -Son gemidos.

Louis me miró impresionado igual que yo, creo que lo que me había dicho antes de entrar era completamente mentira;

''Es un lugar en donde podemos gritar como unas bestias y nadie nos molestará o nos escuchará.''    

Sus palabras quedaron en el aire.

-Por lo menos nos escucharan, pero no sabrán quienes somos. 

Fruncí el ceño y lo miré desconfiada, este lugar no me daba mucha confianza para hacer cosas como las que tiene pensada Louis.

-Amor, no me mires así... -Pidió. - Este lugar es privado, es uno de los mejores en su categoría, claramente. -Pauso. - Aparte... ¡Vamos será nuestro secreto!

Suspiré y no dije ninguna palabra, había accedido a duras penas y él lo sabía.

Nos detuvimos en una puerta, los gritos ya los habíamos pasado y no se escuchaba absolutamente nada, por ahora... ya que cuando Louis y yo nos pongamos en acción, ¡Dios mío, que nadie nos escuché por favor!

Sé que no se conformaría con solo una vez, querrá dos veces seguidas y así.

Me dejará agotada y aún más con los síntomas de embarazo, espero que no me de ningún mareo ni ganas de vomitar cuando estemos en... ya saben.

-Esta es nuestra habitación. -Murmuró. -Espera... esto no abre. 

Estaba prácticamente luchando con la cerradura, forzaba la llave de izquierda a derecha mientras empujaba levemente con la pierna, miraba entretenida la escena Louis ya se estaba estresando pero no se daría por vencido.

-Déjame intentar. -Lo empujé levemente. 

Me entregó la llave y delicadamente empujé la llave hacia la derecha con un poco de presión y se abrió.

-Eres un bruto, la puerta necesitaba amor. -Reímos.

No dudamos en entrar, al igual que Louis no dudaba de perder sus dos horas.

Apenas entramos cerró la puerta y se lanzó encima mío llenándome de besos, y toqueteos como los que habíamos tenido en su casa.

{...}

Estábamos recostados en la cama, apenas unos minutos habíamos terminado de estar juntos, Louis estaba completamente sudado... su cabello todo desordenado con una sonrisa de niño pequeño.

-¿Ya es hora de irnos? -Pregunté mientras acariciaba su pecho. -No sabes lo cansada que he quedado.

-Uhm... -Suspiró. - Quizás.

Rápidamente me senté en la cama y miré nuestro alrededor, quería salir luego de aquí.

-¿Si o no?  -Pregunté.

-Si, es hora de irnos. -Afirmó. 

Rápidamente me puse de pie, me encontraba completamente desnuda caminando frente a Louis, dijo algo que me hizo quedar completamente paralizada;

-Mi amor, tienes un poco más de barriga, te ves como si... -Rió solo. -Olvídalo.

¿¡Cómo si que...!? ¿Estuviera embarazada? Pues, lo estoy.

Me encantaría decirle; ''Claro que tengo un poco más de barriga porque estoy esperando un hijo tuyo, ¡Sorpresa!''. 

Ojalá fuera así de fácil.

-Estoy hinchada. -Mentí. -O quizás gorda, no lo sé.

No dude en vestirme rápidamente, hacía movimientos bruscos hasta que un mareo me azotó.

Mis manos se dirigieron a mi cabeza mientras respiraba profundamente.

-¿Estás bien? -Preguntó Louis.

No le contesté, no podía.

-¡Caitlin! 

Se puso de pie y camino hasta mi, agarrando mis brazos en caso de desvanecimiento.

Abrí mis ojos y suspiré.

-Sí... sí. -Intenté estabilizarme. -Todo bien. -Fingí una sonrisa. - Sólo... me he mareado, debe ser por que no he comido, pero no te preocupes mi amor. -Miré sus ojos.  - No pasa nada.

__________________

Sé que es muy poco, pero no puedo escribir más ya que estoy de vacaciones... llego en 9 días a mi casa y juro que subiré como una verdadera loca JAJAJAJ.

A todo esto... ¡FELIZ NAVIDAD!  


R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now