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Decidí que mañana tendria la respuesta, nunca pensé que mi abuelo me diría algo de ese estilo.

Cayó la noche en Washington y yo me encontraba en mi habitación, Louis estaba en la suya, no podía dormir.

Debería usar a Louis y no, no quería. ¡Debía haber otra opción!

Miré la hora, 12:45 a.m.

Me puse de pie y acomodé almohadas en la cama haciendo que pareciera que fuera un cuerpo, que se pareciera a mí durmiendo. Abrí la puerta silenciosamente y salí de la habitación, miré a mi alrededor y cerrá la puerta lentamente para no hacer ruido.

La habitación de mi abuela estaba en la otra esquina y caminé hasta la puerta de Louis, abrí silenciosamente y estaba moviendose.

No me miró, creo que no sintió cuando entré.

Caminé lentamente hacia el y tapé su boca con mi mano evitando que gritara.

–¡Por todos los cielos que susto me haz dado! –Dijo Louis con los ojos abiertos como plato y respirando fuertemente.

–No podía dormir. –Murmuré y caminé hacia la parte de la cama que estaba vacia y me senté. –Veo que tu tampoco.

–No, no podía. –Se sentó y prendió la luz. –¿Cómo estás?

–Uhm bien. –Murmuré y miré sus ojos. –¿Y tú?

–Bien, aburrido. –Reí bajo. –¿Cuánto tiempo estaremos aquí? –Preguntó.

Suspiré y me encogí de hombros.

–Hasta que encontremos una solución a todo. –Moví mi cabello. –Y me dieron una... que no creo elegir.

Mordí mi labio y Louis me quedó mirando fijamente y de un momento a otro estaba besandome.

–¿Y eso? –Dije cerca de sus labios luego de terminar el beso.

–Me he aguantado desde que llegamos. –Murmuró.

Me besó nuevamente y ese beso... más bien, en el momento me llevo a quedarme encima de Louis, rápidamente me pude dar cuenta que estaba desnudo.

–Estás desnudo. –Ahogué una risa y este sonrió picaro. –Lo siento, soy ilegal.

Hice un puchero y este me siguió besando, creo que no me importaba mucho... y a mi tampoco me importaba.

El beso fue subiendo de tono, cada vez más apasionado y sobretodo Louis que podía sentir su entusiasmo.

Sentimos pasos en el pasillo y salí de encima de Louis y me caí en el piso, la puerta se abrió y no me veía desde la puerta.

Mis nervios se hicieron notar y Louis se quedó sentado con su móvil en sus manos.

–Hola abuela. –Saludó Louis como si nada. –¿Sucede algo? –Preguntó mientras acomodaba las sábanas.

–No... no pasa nada, amor. –Sentí la dulce voz de mi abuela. –Sólo quería ver si estaban dormidos, Caitlin ya está durmiendo. –Sonreí mordiendome mi labio.

–Estaba muy cansada, todo este tema la cansa demasiado. –Mis manos sudaban del nerviosismo.

–Sí, pobre de mi niña. –Suspiró. –Bien, te dejo para que te puedas dormir, buenas noches Louis.

–Buenas noches, abuela. –Cerró la puerta y esperé unos segundos. –Ya se fue. –Murmuró.

Me puse de pie y empecé a reir silenciosamente, pude sentir como cerró la puerta de su habitación.

Louis se reía conmigo y me atrajo hasta él.

–Eso si que se llama adrenalina. –Reí cerca de su rostro y me besó nuevamente. –Veo que no quieres que me vaya a mi habitación.

–No, no quiero que te vayas. –Me besó nuevamente.

Me puse encima de él nuevamente sin dejar de besarlo, su lengua se apoderó de mi boca y empezó a jugar con la mía, cada vez con más pasión... con más deseo.

Empezó a sacar mi remera de pijama y quedé en brazier, empezó a besar mi cuello y bajó por mi pecho.

Gemí.

Subió nuevamente a mi boca, esta vez dejandome sin aliento.

Despacio desabrochó mi brazier dejandolo en el suelo, bajó su mano por mi vientre, intentó sacar mi short y lo consiguió. Sacó todo, bragas y short dejandome completamente desnuda, a la rápidez que sólo Louis Tomlinson sabe hacerlo.

Me puso debajo de sus sabanas y pude notar lo exitado que estaba, y yo... estaba igual o quizás más.

Sentía hormigueos en mi zona baja, sólo quería... quería que Louis hiciera lo suyo.

Mordí sus labios, este gruñó y sonreí.

No pude esperar más, ¡Esto me estaba matando!

Tomé el amigo de Louis y empecé acariciarlo sentía la respiración brusca de Louis mientras besaba mi cuello.

De un momento a otro, hice un movimiento y entró en mi Louis.

Mordí mi labio ahogando un gemido, creo que esta vez sería mejor que la anterior.

{...}

–No te vayas. –Murmuró Louis mientras besaba mis labios.

Mordí mi labio y acaricié su cabello.

–Me debo ir, mi abuela temprano me irá a ver a la habitación y si no estoy... –Me encogí de los hombros. –Quizás que pensará.

–Lo que ya piensa ahora. –Murmuró. –¿Crees que no sabe que algo pasa entre nosotros?

–No lo sé. –Acaricié su mejilla y cerró sus ojos. –Son las 4 de la mañana, debo irme. –Murmuré y besé sus labios cortamente.

–Tendré que esperar hasta mañana en la noche para besarte nuevamente. –Frunció el ceño.

–Descansa. –Sonreí y besé su mejilla.

Me puse de pie y caminé hasta la puerta, lo miré y me hacia un puchero, reí y abrí la puerta silenciosamente y salí de la habitación de Louis.

Caminé hasta mi habitación, entré y estaba helada y solitaria.

Ya me había acostumbrado a la compañía de Louis, no sé si eso es bueno o malo...

{Un mes después}

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now