R E H A B I L I T A C I O N .

6.

-Vamos despierta. 

Sentí cómo me movian y abrí mis ojos, Louis estaba ahí... me había despertado de mi pesadilla, sentí mis lágrimas caer por mis mejillas, me senté rápidamente y este me miró y yo tapé mi cara con mis manos, este se sentó en la cama y me abrazó. 

 -Tranquila... estoy aquí. -Murmuró. - Estoy aquí.

-Louis. -Dije en un sollozo y este me abrazó más fuerte. -No me dejes sola.

-Nunca. -Murmuró. - ¿Quieres que te vaya a buscar un poco de agua? -Preguntó y yo negué con la cabeza. - Hazme un espacio.

Este se sentó a mi lado y me afirmé en su hombro.

-¿Las pesadillas se hacen realidad? -Pregunté y saqué las manos de mi cara y este negó con la cabeza.

-No creo en esas cosas de que los sueños se hacen realidad, sólo pasa lo que debe pasar. -Beso mi mejilla. - Vuelve a dormir.

-No te vayas, no me dejes sola. -Tomé su mano fuertemente y este entrelazo nuestros dedos. -Por favor. -Murmuré.

-No me iré.
Nos acostamos y este aplaudió dos veces y las luces se pagaron, no quería sentirme sola como en ese estúpido sueño, no quiero.

Real mente estaba tiritando, mis lágrimas no paraban de caer y chocar contra mis mejillas.

Este me abrazo pegandome a él, sus brazos me tenían fuertemente agarrada, y empezó a dar besos en mi mejilla. Cada vez me fui tranquilizando... Louis me daba una paz increíble.

-¿No quieres comentar el sueño? -Preguntó.

-Siempre sueño algo vasado en lo mismo... sólo de diferentes formas. -Mumuré.

-¿La muerte de tus padres? -Preguntó y yo asentí con la cabeza.

-También que... siento que me caígo por un hoyo negro, grito fuertemente pero nadie me escucha, mi garganta se desgarra... Ya no puedo gritar, mis fuerzas de seguir se van... simplemente fuerzas de seguir no tengo y sigo cayendo... -Cerré mis ojos. - A nadie le importa, a nadie. Cuando piso suelo, me tiran a una esquina oscura... tengo miedo.

-No tengas más miedo, estoy aquí... no dejaré que te pase nada... -Pasaron unos largos segundos, me estaba quedando dormida nuevamente. - Buenas noches.
Beso mi mejilla por última vez y yo caí inconciente.

Ahora no era una pesadilla, o eso creía... al contrario.
Me encontraba en Miami, en la playa. Veía a Joyce y a Ethan, yo corría de Ethan mientras Joyce jugaba con su padre.

No sabía por que Ethan me seguía pero reíamos sin parar, de un momento a otro tropecé y este estaba encima mío.

-¡Te dije que no escaparías de mí! -Exclamó y yo reí. -Me has dejado todo mojado.

-Lo siento, estamos en la playa... Nos venimos a refrescar, ¿No? -Pregunté y este me beso cortamente y yo lo miré sorprendida. - ¡¡Nos pueden ver!! -Miré hacia todos lados.

Nadie nos había visto, estabamos salvados.

-No puedo aguantarme, ¿Tus padres aún no saben que somos novios? -Pregunté y los miré, estaban hablando y yo negué con la cabeza.

-Les diría esta noche, pero... tengo miedo. Ya sabes cómo es mi padre, es muy sobre protector. -Miré sus ojos verdes.

-¿Quieres que le diga yo? -Preguntó y yo abrí mis ojos como plato. - ¿Qué?

-¿¡¡Estás loco!!? Mis padres piensan que somos los mejores amigos de todo el mundo.

-Ya lo veremos. -Se puso de pie y caminó hacia ellos.