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Marqué rápidamente el número de Louis, no sé qué le diría si contestaba pero solo quería dejarle las cosas en claro.

Marcando, marcando, marcando...

No contestó.

Suspiré y caminé hacia la cocina, mi padre no debía saber esto.

La cena ya estaba servida, mi padre estaba sentado esperándome con una sonrisa, le sonreí de vuelta.

–Me hicieron llegar algunos rumores que engañaste a Louis. –Dijo mientras yo me sentaba. –No puedo creer lo que inventa la prensa.

–Ni yo. –Suspiré. –Sólo espero que el no se lo crea.

Miré lo que había en el plato... lasagna.

Mi padre me conversaba de negocios y nuevas ideas que estaban intentado que surgieran en la empresa, yo le ayudaba con cosas que pasaban por mi mente pero no me podía concentrar en eso, Louis no me contestaría y tengo miedo de que me engañe.

–¿Has hablado con Harry? –Preguntó mi padre luego de unos minutos en silencio.

–No mucho. –Mire mi plato. –Ya no quiero más.

–No te preocupes.

Suspiré.

–Harry está proyectándose en hacer una película, es increíble.

–Le irá excelente, es un chico muy talentoso. –Dijo mientras bebía un sorbo de su vino. –¿Quieres dormir conmigo esta noche? He estado pensando en tu padre últimamente y... se me es imposible sacarla de mi cabeza.

Le sonreí.

–Claro que sí, papá. –Le sonreí.

Debía contarle lo que me pasó hoy en la habitación de Joyce.

–Papá... hoy estaba en la habitación de Joyce y la vi... –Empecé a contarle todo lo sucedido.

El me miraba con atención y asombro, sus ojos se pusieron llorosos... aún no superaba ninguna de las dos muertes y lo entiendo... yo tampoco lo hago pero no se lo digo a nadie.

–Debes prender esas velas. –Dijo una vez que terminé de contarle todo.

–No... esta noche no. –Suspiré. –No tengo muchos ánimos, y tu también puedes hacerlo.

–Lo sé, pero se te ha aparecido a ti. –Miró su copa de vino. –Pero no te obligare a nada, hija.

Asentí con la cabeza y me puse de pie dispuesta a retirar los platos de la mesa.

Louis no salía de mi mente, quizás debería haberle contestado cuando me llamó en la tarde para dejarle en claro que estaba con un viejo amigo, me sentía mal... me sentía decaída y sin ánimo de nada.

Luego de dejar la loza en el lavabo mi padre se dirigió a su oficina.

–Mejor duerme en tu habitación, me quedaré planificando unas cosas hasta tarde. –Suspiró. –Quizás mañana dormiremos juntos.

–Claro papá. –Besé su mejilla. –Buenas noches.

–Buenas noches mi pequeña. –Me abrazó. –Lo siento por no poder pasar mucho tiempo juntos, pero sabes como es este trabajo. –Mis ojos se pusieron llorosos. –Y espero que ya te arregles con Louis.

–Gracias. –Nos separamos. –Suerte en todo el papeleo.

–La necesitaré. –Reí bajo.

Caminé hasta las escaleras, subí a mi habitación rápidamente y nuevamente intenté llamar a Louis.

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now