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Los rayos de sol se filtraron por las cortinas haciendo que abriera mis ojos rápidamente, pestañee un par de veces para aclarar mi vista.

¿En que momento me había quedado dormida?

Miré a mi lado y Louis no estaba.

Fruncí el ceño extrañada por su ausencia.

Miré el reloj que estaba en el mueble de noche, marcaba las 11:21 A.M, soy una perezosa.

Me senté en la cama refregándome los ojos mirando toda la habitación para encontrar algún rastro de Louis, todo estaba en silencio. Miré mi móvil por si había algún mensaje y no tenía nada.

Me puse de pie y salí de la habitación rumbo a la primera planta de la casa, lo más probable es que estuviera ahí Louis.

Escuché un ruido, sé que era la voz de Louis pero la escuchaba lejana.

Bajé silenciosamente las escaleras para saber de dónde provenía ese ruido.

–Lo siento pero no. –Sentí que hablaba Louis. –Lo que sucedió esa noche fue un error, sabes que estaba completamente ebrio.

¿Se refería a la noche en que me engañó?

–Mira, Briana. –Pausó. –Esa noche fue una equivocación, de hecho... –Silencio nuevamente. –¿Me puedes dejar hablar? Dios, estoy perdiendo la paciencia contigo.

Mi pecho se apretó.

–Yo estoy en una relación, Briana. ¡Deja de acosarme te lo pido por favor! –Levantó su voz. –Simplemente fueron un par de besos lo que pasó aquella noche.

Mordí mi labio.

–Enserio detente. –Ya perdió la paciencia. –Si no me dejas en paz, iré a la policía a dejar una orden de alejamiento.

Nunca me había comentado que lo estaba acosando esa mujer.

Sentí que caminaba por la cocina, era hora de desaparecer.

Retrocedí lentamente para no hacer ruido, no quería que se enfadara si escuchaba una de sus conversaciones.

Vi la silueta de Louis aparecer y rápidamente tenía que sacar mis dotes actorales.

Hice que bostezaba y este tuvo una cara de sorpresa.

–Buenos días. –Dije con voz ronca.

–¿Buenos días? ¡Buenas tardes! –Dijo alegremente. –¿Recién bajaste? –Preguntó.

No.

–Sí, hace dos segundos. –Mentí. –Encontré raro que no estuvieras acostado.

Seguí caminando hasta llegar a la cocina, mis manos me tiritaban un poco por mentir, no sé porque razón estaba nerviosa, me detuve a la mitad de mi trayecto para mirarlo de pies a cabeza.

Estaba completamente vestido, ¿Se habrá juntado con Briana?

Mi corazón se aceleró y empezó a sudarme las manos.

–¿Por qué...? ¿Por qué estas vestido? –Pregunté intentando actuar naturalmente. –¿Has salido? –Pregunté.

–Sí, he ido al Waitrose. [Un supermercado.] –Suspiró. –A comprar las cosas para hacer una barbacoa en la casa de Liam, ya sabes el partido. –Me miró raro. –¿Por qué?

–Sólo preguntaba. –Me encogí de hombros. –¿Acaso no puedo saber donde estaba mi novio? –Pregunté con una sonrisa.

Caminé hasta él y lo abracé.

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now