–Sí, chicas. –Murmuró Lottie. –Vamos, debemos irnos.

Louis se acercó a mi y yo me puse de pie.

–¿No quieres que te acompañe? –Pregunté.

–Descansa, amor. –Murmuró. –Yo... me quedaré aquí.

Suspiré y asentí con la cabeza, me besó sorpresivamente haciendo que envolviera mis brazos en su cuello por algunos segundos, nos separamos y suspiró cerca de mi boca.

–¿Intentarías subirle el ánimo a mis hermanas? –Preguntó.

–Sí. –Murmuré.

Besó mi coronilla como despedida y seguí a Lottie, quien estaba aferrada al brazo de su novio.

Nadie hablaba nada mientras caminabamos por el largo pasillo del hospital, Felicite caminaba junto a mi, y la abracé.

–No sabes cuanto necesitaba eso, Caitlin. –Murmuró. –No sé que haré sin mamá, no lo sé...

Seguíamos caminando lentamente, solo le brindé mi apoyo, el apoyo que nunca tuve cuando pase por lo mismo.

–Tranquila, ella podrá salir de esto sólo ten fe. –Suspiré.

–Sé que es raro que te pida esto, pero... ¿Puedo dormir junto a ti? –Preguntó. –Cómo Louis se quedará aquí, necesito a alguien a mi lado, si no siento que moriré de tristeza.

–Eso no es raro, una persona en momentos así lo unico que necesita es un abrazo, un cariño o simplemente unas palabras de aliento, y yo te apoyaré a ti, a igual que a tu hermano y al resto de la familia. –Una lágrima corrió por mi mejilla.

Recordé los días más oscuros, cuando me habían dado la noticia que mis padres habían muerto.

–Oh, Caitlin... Gracias a Dios que estás aquí, no sabes lo protegida que me siento contigo. –Sollozó.

–Tranquila, cariño. –Murmuré.

{...}

Eran las cinco de la madrugada y recién había logrado que Felicite durmiera, fueron horas de llantos y lamentos, y yo la escuchaba y aconsejaba desde lo profundo de mi corazón.

Mi estómago crujia y no tenía para nada sueño, me puse de pie y caminé lentamente hasta poder salir de la habitación.

Todas las luces estaban encendidas y sentía un murmuro en el primer nivel de la casa, bajé las escaleras y en el living estaba Lottie con Tommy.

–Pensé que estaban dormidos. –Dije apenas me vieron.

–No podía dormir. –Explicó Lottie. –Todo es tan horrible, Cait... –Suspiró.

–Lo sé, lo sé. –Caminé hasta ella. –Pero ve el lado positivo, tu madre sigue viva... está luchando y sé que su único motivo son sus hijos. –Suspiré. –Todo sucede por algo, tranquila.

–Gracias, Cait. –Murmuró.

–Cariño, creo que deberíamos ir a descansar. Mañana debemos levantarnos temprano para ir al hospital. –Tommy habló.

–Sí, vayan a descansar. –Estuve deacuerdo con Tommy.

–Tú también debes descansar, Caitlin... Y ese pequeño también. –Tocó mi estómago.

–¿Qué? ¿Estás embarazada? –Preguntó Tommy.

Lo miré y sonreí.

–Sí, sorpresa. –Murmuré.

–¡Felicidades! –Me abrazó. –¿Cuánto tiempo tienes?

–Un par de semanas, aún es pequeño para que se note en mi estómago. –Reí. –Por cierto, Louis no lo sabe. –Mordí mi labio. –Es un secreto.

–Tranquila, solo lo conversaré con Lottie. –Reímos. –Bien, creo que deberíamos ir a dormir.

–Y yo iré a comer algo. –Apunté a la cocina. –Dulces sueños chicos.

Les dí un beso en la mejilla a cada uno.

–Descansa, Caitlin. –Se despidió Lottie.

Desapareció por las escaleras junto a su novio, caminé hasta la cocina, miré el suelo, aún habían rastros de sangre.

No dude ningún segundo y empecé a limpiar el piso, no podían ver esto los demás... quedarían peor de lo que ya estan.

Cuando terminé, me dirigí al refrigerador para ver si podía comer algo, saqué un yogurt y empecé a comerlo ahí mismo.

Freddie...

Quería que así se llamara su nieto si fuera un niño, me gustaba ese nombre y no dudaría por ningún momento en nombrarlo así.

Terminé de comer el yogurt rápidamente y apagué todas las luces de la casa, para ir finalmente acostarme a la habitación de Felicite, quien me pidió y rogo que no me fuera cuando se durmiera.


R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now