–Pero... –Lo interrumpieron.

–Los hombres se quedan sentados, y nosotras levantaremos. –Lottie se puso de pie. –Vamos Felicite, Daisy y Phoebe.

Todas se pusieron de pie y empezaron ayudar, era mi oportunidad para ir a la cocina.

Y así lo hice, me fui rápidamente a la cocina y boté todo lo que estaba en mi plato, sentía unos pasos a mi lado.

–¿No pudiste comer? –Preguntó Johanna.

Sonreí a medias y negué con la cabeza.

–Lo siento, enserio. –Murmuré. –Pero... no pude.

–Es normal, tranquila. –Tocó  mi hombro. –¿Quieres helado? –Preguntó. –Ese es el postre.

–¡Uhm sí! –Exclamé. –Y quiero muchísimo.

Johanna me regaló una sonrisa maternal, me gustaba y también me emocionaba saber que esperaba a su nieto o nieta con ansias.

Sonreí mientras tocaba mi estómago, a este bebé nunca le faltará amor. Tendrá una gran familia, tendrá muchos tíos y los mejores abuelos del mundo.

Sentí que unas manos me rodearon por la cintura y salté del susto. Sentí una risa cerca de mi oreja, reconocía esa risa... Louis.

–¡Casi me matas del susto! –Exclamé.

–Lo siento. –Murmuró y besó mi cuello. –Sólo pensé y dije; debo ir a darle un beso a mi sexy novia.

Me sonrojé, su madre estaba enfrente de nosotros mirándonos.

–Louis, está tu madre está aquí. –Dije disimuladamente.

–No te preocupes, Caitlin. –Dijo Johanna. –Sé que mi hijo es muy... apasionado.

Reímos y Louis seguía acariciando mi cintura.

Eso me estaba encendiendo un poco pero no podía decir mucho.

¡Mi Dios controla mis hormonas!

–Mi amor, debo ayudar a tu madre. –Me di media vuelta para mirarlo. –Ve a sentarte y te llevaré tu helado.

–Sólo te pondré una condición.

Fruncí mi ceño levemente.

–¿Cuál sería? –Pregunté.

–Debes servirme mucho helado. –Sonrió divertido. –Y si es con frutas, también debes... –Lo interrumpí.

–Lo sé, amor. –Acaricié su mejilla. –Ya conozco todas tus... mañas.

Louis sonrió y caminó hasta la puerta, me di media vuelta para seguir conversando con Johanna y sentí nuevamente su voz;

–¡Muuuucho helado!

Miré sobre mi hombro y ya se había ido, miré a Johanna y esta rió.

–Okey, tu hijo es un caso especial. –Bromee.

–¿Recién te vienes a dar cuenta?

 –Creeme que no. –Respondí y Johanna rió. –Ya estamos terminando noviembre y ya viene el cumpleaños de Louis y también navidad. –Saqué las copas de postre. –¿Cuál es la dinámica de Navidad-Cumpleaños?

–Durante el día celebramos el cumpleaños de Louis en familia, y luego en la noche hacemos la cena de navidad. Con la simple diferencia que Louis siempre recibirá mucho más regalos que el resto.

–Quien fuera Louis. –Murmuré.

–Cuando todos eran más pequeños siempre le tenían envidia a Louis por regalos.

R E H A B I L I T A C I O N .Where stories live. Discover now